El coordinador de Ascame, Anwar Zibaoui (izquierda), y el vicegerente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Jaume Fradera (derecha), en la presentación de la Meda Week

El coordinador de Ascame, Anwar Zibaoui (izquierda), y el vicegerente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Jaume Fradera (derecha), en la presentación de la Meda Week

Business

Los empresarios se comprometen con la cooperación económica del Mediterráneo

Más de 20 patronales europeas, del norte de África y del Golfo Pérsico firmarán en Barcelona un compendio de medidas para fomentar la riqueza de la zona en la Meda Week

17 noviembre, 2015 20:49

El conflicto de Siria y el drama de los miles de refugiados que llegan día tras día a las fronteras europeas jugándose la vida es el escenario de fondo de la firma de un documento que pretende terminar con situaciones como la descrita. Lo firmarán más de 20 patronales y organizaciones empresariales de la Unión Europea, el mundo árabe y el Mediterráneo con un objetivo concreto: “Relanzar una apuesta de cooperación económica en la zona”, en palabras de Anwar Zibaoui, el coordinador de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME).

La declaración del sector privado será el disparo de salida del encuentro de líderes de la zona que tendrá lugar la próxima semana en Barcelona, la Mediterranean Week of Economic Leaders (Meda Week). La Iniciativa 20/ 20 es un compendio de medidas específicas para “apostar por sectores estratégicos” y movilizar capital no sólo de sur de Europa, también de los países del norte y de la Golfo Pérsico. Las organizaciones empresariales tienen claro que sin esta aportación será imposible implementar los “mecanismos de cooperación y de riqueza” que se requieren para conseguir los objetivos.

Dinamizar sectores

Entre ellos, dinamizar sectores específicos como el turismo, la agricultura y alimentación, el textil o la automoción. Impulsar la diversificación económica de todo el arco mediterráneo con la vista puesta específicamente en las pymes, que representan el 90% de los negocios y el 60% de los puestos de trabajo, y colectivos como las mujeres empresarias y los emprendedores.

Es decir, hacer frente a los “grandes conflictos bélicos y económicos” de la región, tal y como describió Zibaoui en la presentación del Meda Week este martes en la Cambra de Comerç de Barcelona. El encuentro por el que pasarán desde el ministro de Industria de Algeria, Abdesselam Buchouareb, hasta la ex vicepresidenta del Gobierno y actual presidenta de Women of Africa, la socialista María Teresa Fernández de la Vega, se celebrará entre el 24 y el 27 de noviembre precisamente en el edificio noble de la organización catalana de dinamización empresarial, la Casa Llotja de Mar.

Proyecto de 1995

La iniciativa no es inédita. En el fondo, se trata del relanzamiento del un proyecto similar que se impulsó en 1995, el Proceso de Barcelona. “Seamos realistas, los objetivos no se han conseguido”, confesó Zibaoui.

El principal problema que destacan sus impulsores ha sido la falta de un liderazgo europeo fuerte en la región del Mediterráneo que evitara que, por ejemplo, más del 50% de los nuevos licenciados de toda la región acaben el cola del paro. Algo común en España, Italia, Grecia o Túnez y que fue uno de los elementos catalizadores de las Primaveras Árabes, las revueltas populares cuyo resultado es conocido. Igual que el Israel y Palestina o los de Argelia y Marruecos, entre otros.

Adhesión de los gobiernos

No se ha conseguido pacificar la región y los conflictos continúan en la zona, con un papel de la Unión Europea más que cuestionable. El Proceso de Barcelona cumple 20 años y los empresarios han dado el paso adelante. Los impulsores de la nueva iniciativa aseguran que las propuestas incluidas son perfectamente asumibles por los gobiernos de la región e indican que alguno de ellos ya les ha dado el visto bueno.

Para asegurar que la Iniciativa 20/20 no decaiga de nuevo las organizaciones empresariales no se limitarán a aprobar las medidas. También pondrán en marcha un comité de seguimiento para fiscalizar los avances. El principal reto es evitar un nuevo conflicto en el Mediterráneo.