El consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller

El consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller

Business

Volkswagen quiere saber qué vehículos son más rentables para el consorcio

La automovilística alemana realizará una revisión “en detalle” de los más de 300 modelos que comercializan todas sus marcas

28 octubre, 2015 17:10

Volkswagen ha lanzado una alerta a todas las marcas del grupo: revisará los modelos que se fabrican en el consorcio para determinar qué vehículos son más rentables y contribuyen de forma más positiva a los ingresos globales. Este plan afectará a los más de 300 coches que fabrica tanto Volkswagen como Audi, Seat, Skoda, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche, las motocicletas de Ducati y los vehículos comerciales.

“Tenemos que mirar más allá de la situación actual y crear condiciones para el desarrollo exitoso del consorcio”, ha manifestado el consejero delegado del grupo, Matthias Müller, en un comunicado. El principal objetivo de la firma es pasar página a la crisis del diéselgate, aunque el ejecutivo señala que se pretende aprovechar el escándalo de la falsificación de las emisiones para reorganizar la multinacional y ganar competitividad.

Consecuencias a corto y a medio plazo

En el fondo, según fuentes del sector, el principal problema para la empresa alemana es que las consecuencias de haber mentido en las emisiones reales de un modelo de motor diésel serán tanto a corto como a medio plazo, por lo que se necesita preparar la estructura de la empresa para soportar la situación.

Müller señala que la reestructuración de Volkswagen se articulará en cinco pasos. La principal es actualizar el plan estratégico vigente, que finalizaba en 2018 y ponía el acento, precisamente, en el impulso de los vehículos con bajas emisiones, eléctricos y con un perfil en el que los todocaminos (SUV) tenían una presencia destacada. La nueva hoja de ruta en la que se trabaja vencerá en 2025 y sus principales claves se harán públicas el próximo ejercicio.

No repetir errores

El consejero delegado asegura que el actual reto de la firma no es vender 100.000 vehículos más o menos que su principal competidor. Ahora, se busca un crecimiento cualitativo para no repetir errores como la instalación del software que manipulaba las partículas nocivas que se lanzaban al medio ambiente en el momento de pasar una revisión.

“Muchas cosas se subordinaron al deseo de ser más rápidos, más altos y más grandes especialmente en lo referente al entorno sobre las ventas”, destacó, “muchas personas externas a Volkswagen, pero también algunos de nosotros, no comprendieron que nuestra Estrategia 2018 va más allá de números de producción”.

Más independencia de las marcas

Entre las prioridades señaladas por Müller aparece descentralizar la dirección con mayor independencia de las marcas y a las regiones, con nuevas estructuras y con mayores sinergias y estrategias cruzadas entre firmas. Asimismo, se trabaja en un nuevo modelo de conducta directiva para blindar tanto la responsabilidad social como la ocupación en la compañía.

En cuanto a la crisis del diéselgate, Volkswagen mantiene la investigación interna para buscar a los culpables del desarrollo y la instalación del software para alterar las emisiones en un modelo de motor diésel. “Deberán afrontar severas consecuencias”, manifestó Müller.

El consorcio alemán afirma que su principal prioridad es dar soporte a los clientes afectados y que las soluciones técnicas se empezarán a aplicar en 2016, tal y como se preveía inicialmente.