El presidente de Vodafone España, Francisco Roman

El presidente de Vodafone España, Francisco Roman

Business

La fusión Vodafone y ONO: éxito empresarial con fracaso en el plano laboral

Los sindicatos rechazan de frente el despido de 1.300 trabajadores y acusan al Gobierno, la CNMC y la UE de dar luz verde a la integración sin blindar el empleo

3 septiembre, 2015 20:14

Vodafone anunció la compra del operador de fibra ONO el pasado marzo, consiguió mediante una OPA hacerse con el control total de la compañía (con un coste de 7.200 millones de euros) y ha rediseñado las ofertas haciéndolas más atractivas para sus clientes. La teleco dirigida por Francisco Román incluso ha conseguido un gran hito en el sector muy aplaudido por los consumidores: ser el primer operador en lanzar en España los servicios de la estadounidense Netflix, la oferta de televisión online más importante en el mundo. Pero el éxito en el plano empresarial tiene un gran capítulo negro, el laboral.

Los sindicatos se alzaron este jueves contra el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía que afectará a 1.297 trabajadores, el 62% de la plantilla de ONO y el 37% de la de Vodafone.

Inicio de la negociación

La negociación de las condiciones de los despidos se inició también el jueves. Poco después del encuentro, UGT emitía un comunicado en el que afirmaba que la reestructuración en el grupo “reafirma el fracaso de reguladores, legisladores y empresas, incapaces de ponerse a trabajar de forma conjunta para consolidar el sector como punta de lanza de la nueva economía de la comunicación”.

CCOO indicó a su vez que los despidos son injustificados al estar basados en “causas económicas, organizativas y de producción cuando la empresa produce beneficios”.

Los sindicatos lamentaron que actualmente el sector haya caído en una "estéril guerra de precios que no aporta ni valor ni futuro a las comunicaciones". Sienten que la plantilla deberá pagar los efectos de un conflicto en el que nadie ha movido un dedo para parar y que no se ha traducido en una oferta económica. Los precios de los servicios de telecomunicaciones en España son de los más altos de toda la Unión Europea. 

Culpables

Los representantes de los trabajadores manifestaron que los despidos afectarán a “puestos de trabajo de alta calidad, con contratos indefinidos y salarios dignos” y cargaron contra la compañía, el Gobierno central, la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) y el regulador de la Unión Europea por haber autorizado la operación sin blindar el empleo. Especialmente, en un país con más de cuatro millones de parados.

Señalaron a título de ejemplo que en Francia, “los gobiernos han exigido que en el proceso de consolidación del sector de las comunicaciones las integraciones bajo ningún concepto acarreasen despidos”.

El rechazo de los trabajadores al ERE se hará visible este fin de semana en una concentración convocada a las 12 del mediodía en la Puerta del Sol de Madrid.