Abandonar un grupo de WhatsApp provoca sanciones sociales

¿Cansado de las notificaciones de un grupo de WhatsApp al que ha sido incorporado? Cuidado si decide abandonarlo, eso le podría apartar del círculo social. El profesor de estudios de psicología y ciencias de la educación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) Manuel Armayones alerta de que el servicio de mensajería gratuito tiene “elementos de sanción social en la medida que los miembros reciben la notificación que una persona ha abandonado el grupo”.

El experto indica que la notificación a todos los miembros del grupo de la decisión de esa persona “puede generar interpretaciones poco afortunadas” que derivan en un enfado y la penalización personal.

Bromas en la red

Silenciar el grupo de WhatsApp es otra opción que está sobre la mesa para no quedar apartado de ningún círculo del que pretenda formar parte. La falta de notificaciones le podría hacer perder el hilo de las conversaciones, pero según el estudio realizado por la UOC, eso tampoco sería un problema.

El sociólogo y profesor de estudio de Artes y Humanidades del centro Francesc Núñez, destaca que como los mensajes se interpretan como un “espacio íntimo” de los miembros que forman parte de la conversación, se da carta blanca a bromas. “Ser ingenioso o escandaloso forma parte del prestigio personal y del grupo, del reconocimiento de uno mismo y del nosotros”, destaca el profesor de la UOC.

Proliferación de tópicos y perjuicios

Esto conlleva un gran riesgo: la proliferación de tópicos y perjuicios. “Son recurrentes en las conversaciones porque son la base de los procesos de identificación, son claves para la vida social y para las dinámicas y las identificaciones del grupo, y más en el ámbito de las conversaciones electrónicas”, apostilla.

En toros contextos más “abiertos y plurales” estos comentarios no saldrían a la luz “porque se sabe que no son políticamente correctos”.

Mayor visibilidad de los mensajes

Núñez alerta que los grupos de WhatsApp son el entorno perfecto para difundir los “perjuicios y tópicos machistas y sexistas que están presentes en nuestra sociedad” y que la plataforma de comunicación los “multiplican por su propia naturaleza”.

La UOC alerta de una de las derivas de la comunicación digital: “Amplifica, visibiliza y propaga algunas fórmulas ideológicas preexistentes a la mediación tecnológica, como el machismo”.