La Policía Nacional detiene a cuatro personas en una redada en prostíbulos de Barcelona

La Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) han detenido a cuatro personas en dos redadas en sendos clubes de alterne de Barcelona. Lo han hecho en el marco de una inspección administrativa conjuntamente con Inspección del Trabajo y técnicos del ayuntamiento para la detección de posibles víctimas de trata de seres humanos.

La redada se efectuó en dos conocidos clubes de striptease de la Ciudad Condal y durante la misma la policía identificó a 86 clientes, 14 trabajadores y 4 captadores. Estos últimos se encargaban de captar a clientes en el exterior del local, preferentemente a turistas.

Las mujeres, sometidas

La Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Barcelona junto con el Grupo de Trata de Seres Humanos (TSH) de la GUB tomaron declaración a 56 mujeres que ejercían la prostitución en el interior de los dos locales registrados.

Un agente de la UCRIF entrevista a una de las mujeres / CNP

Tras escuchar su testimonio los agentes pudieron constatar que se encontraban en situación de sometimiento y que tenían que entregar a los responsables de los locales un beneficio muy alto por los servicios sexuales que prestaban. Concretamente, las obligaban a entregar un 40% del cobro de cada servicio sexual, y del restante tenían que restar las bebidas que consumían tanto ellas como sus clientes.

Los clubes, precintados

Al margen de las cuatro detenciones por delitos contra los derechos de los trabajadores, contra derechos de los ciudadanos extranjeros y relativos a la prostitución, la policía trasladó a 10 personas --seis de las mujeres que ejercían la prostitución y los cuatro captadores-- a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional en Barcelona. De estas 10 personas, siete quedaron detenidas por infringir la Ley de Extranjería mientras que las tres restantes quedaron en libertad.

En cuanto a los dos locales registrados, el Ayuntamiento de Barcelona ha procedido a precintarlos por saltarse el plan de usos y “facilitar la prostitución”. Permanecerán cerrados, al menos, durante tres meses.