La jefatura del cuerpo: el comisario jefe de Mossos, Josep Maria Estela; el comisario Eduard Sallent, la intendenta Rosa Bosch y la inspectora Montserrat Escudé / EUROPA PRESS

La jefatura del cuerpo: el comisario jefe de Mossos, Josep Maria Estela; el comisario Eduard Sallent, la intendenta Rosa Bosch y la inspectora Montserrat Escudé / EUROPA PRESS

Vida

El fiasco del concurso de inspectores da la puntilla a la crisis de la cúpula de Mossos

Desde Interior rechazan entrar a valorar la relación entre el jefe del cuerpo y su segundo, pero aclaran que "Estela nunca pidió la cabeza de Sallent"

4 octubre, 2022 00:00

La suspensión del concurso de inspectores e intendentes a raíz de presuntas irregularidades deja en el aire la posible reestructuración del organigrama de Mossos d’Esquadra, cuando la institución está sumida en una crisis interna. El cisma en la cúpula viene motivado por la mala relación entre el actual jefe del cuerpo autonómico, Josep Maria Estela, y su segundo, Eduard Sallent. “Es lo que pasa cuando pones a dos gallos en el mismo gallinero”, expresan fuentes del cuerpo, que aseguran que estos “no se ponen de acuerdo” ni en las decisiones más básicas.

En medio de esta crisis, que según los sindicatos degrada la imagen de los Mossos d’Esquadra, se ha conocido que Interior ha optado por paralizar las convocatorias a inspector e intendente. La causa, que desde el Departament de Interior no confirman, es el hallazgo de un teléfono móvil con la grabadora activada durante una reunión del tribunal evaluador --del que Estela habría excluido a Sallent, en una muestra más de distanciamiento entre ambos-- el pasado 22 de septiembre.

Una posible filtración

Desde SICME confirman que recibieron la noticia el lunes, cuando fueron informados por la Dirección General de la Policía. Según el portavoz Josep Maria Cavallé se han detectado “hechos graves relacionados con el tribunal que habrían comportado una investigación de la División de Asuntos Internos (DAI) y la consiguiente paralización, que no la suspensión, de la convocatoria”, aclara.

Desde Interior confirman que el pasado 22 de septiembre “se detectó una anomalía” en el proceso y que, por ese motivo, se ordenó a la DAI, que no depende de Mossos d’Esquadra sino de la Jefatura Superior de Policía, que investigara estos hechos. “Tras un primer informe, se decidió paralizar el proceso durante 15 días”. Además, aseguran que estos hechos ya están judicializados y que desde Interior quieren garantizar la “máxima transparencia”.

Garantías tecnológicas

Este lunes se ha oficializado en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) la suspensión, por término máximo de 15 días, del proceso selectivo que afecta a 24 plazas de la categoría de inspector y a 10 de la categoría de intendente. Desde Interior aclaran que no incidirá en la convocatoria de comisarios, dado que el proceso es diferente.

“Todas las convocatorias tienen que ser justas e igualitarias”, un extremo que no se cumple después de que Interior descubriera la incidencia. “Se ha detectado a tiempo, por lo que las posibles irregularidades no han tenido influencia en el resultado final del proceso selectivo”, matizan. No obstante, “se investigará a fondo para poder esclarecer los hechos y depurar responsabilidades”. Ahora, la Dirección General de la Policía trabaja contra reloj en el contenido de unas pruebas con más garantías tecnológicas.

“Estela no pidió la cabeza de Sallent”

Sobre esta suspensión, que deja en el aire la renovación de la cúpula en un momento de tensión entre Estela y Sallent, desde Interior quitan hierro al asunto. Aunque rechazan entrar a valorar la relación entre ambos, aseguran que tanto el conseller como Interior les han ofrecido “todo el apoyo para que sigan trabajando juntos” en la prefectura: “Estela envió un comunicado reconociendo la labor de Sallent y nosotros nos posicionamos en esta línea”. Lo que sí han querido desmentir es que “Estela haya pedido la cabeza de Sallent”, como se ha especulado. “Nunca ha pedido su destitución”, zanjan.

El comisario de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, en la Comisión de Estudio del Modelo Policial en el Parlament de Cataluña / PARLAMENT

El comisario de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, en la Comisión de Estudio del Modelo Policial en el Parlament de Cataluña / PARLAMENT

Sea como fuere, desde los sindicatos denuncian que este cisma está afectando a la imagen del cuerpo. “Llevamos cinco prefecturas en cinco años. Las guerras internas nos dan vergüenza y exigimos una cúpula despolitizada que apoye a los agentes”, arremeten desde el sindicato USPAC. “La DAI sí que debería tomar cartas en el asunto de Sallent y Estela por la mala imagen y el desprestigio de la institución”, prosiguen. Sobre la paralización de las convocatorias, que USPAC había denunciado por los cupos del 40%, aseguran que “lo que necesita Mossos son más agentes en las calles y menos mandos en los despachos”.

“Malestar insostenible”

En la misma línea, desde SAP-FEPOL, sindicato mayoritario de Mossos, solicitan “estabilidad para el cuerpo, que ha visto pasar a seis consellers en los últimos 10 años y a cinco comisarios en cinco años”. Desde el sindicato aseguran que “el malestar es insostenible para cualquier organización y que agrava la mala situación” que vienen arrastrando desde hace años.

Al aplazamiento de 15 días de las convocatorias, que desde SICME esperan que no comporte más problemas que una pequeña dilación, se suma una grave acusación del intendente Toni Rodríguez a la cúpula, la puntilla en este lunes negro para los Mossos. En la denuncia, a la que ha tenido acceso El País, el intendente solicita su restitución como jefe de Investigación Criminal y señala al comisario Eduard Sallent como autor de injerencias en investigaciones policiales sobre corrupción.

¿Injerencias de la cúpula?

Según la denuncia de Rodríguez, el actual número dos --en aquel momento ocupaba la jefatura de los Mossos— pidió "una copia de las diligencias" abiertas contra el entonces consejero de Interior, Miquel Buch, investigado por escoltar al fugado expresident Carles Puigdemont. En la denuncia sostiene que “por orden del jefe del cuerpo, el comisario Sallent, se pidió una copia de las diligencias de aquella investigación”, un requerimiento que “no se atendió y generó tensión con la cúpula del cuerpo”. No obstante, según Rodríguez, Sallent “tuvo acceso a las mismas por vías desconocidas”.

Aunque fuentes consultadas por el citado medio defienden que parte de los atestados ya no eran secretos y que habían trascendido a la prensa y a los investigados, Rodríguez sostiene que el caso estaba bajo secreto de sumario y que la situación “fue empeorando con acciones que dificultaban seriamente las funciones de policía judicial”, hasta el punto de que los Mossos se vieron obligados a pedir amparo al juez instructor. Un hecho al que fuentes consultadas del cuerpo dan credibilidad.

Interior se defiende

“Otra vez con lo mismo”, responden hastiadas voces de Interior al ser preguntadas por esta información. Precisan que la denuncia se presentó hace meses, aunque El País haya tenido acceso ahora y recuerdan que Toni Rodríguez insistió en que Interior había cambiado a la cúpula para tapar casos de corrupción cuando fue destituido. “Con un conseller de ERC, que se diga que queremos tapar la corrupción de Convergencia, cuando es sabido por todos que no hay mucha afinidad… muy creíble no es”, se defienden.

Pero, además, insisten en que cuando Toni Rodríguez dirigía el Área de Investigación Criminal, junto a él lo hacía un equipo de 1.000 agentes. Entre ellos, su número dosRamón Chacón, quien ahora lidera esta área. “Si se quisieran tapar casos de corrupción tendría poco sentido poner a su segundo al frente de Investigación Criminal”, subrayan. Aseguran que “siempre que cambia la cúpula cambia el organigrama”, y que esto es, precisamente, lo que sucedió con la salida de Trapero y de Toni Rodríguez.

“100% confidenciales”

Aun así, desde Interior aseguran que en la Comisaría General de Investigación Criminal se blindan las investigaciones, a las que no puede tener acceso nadie más que no sean los propios agentes que las desarrollan. “Son 100% confidenciales, ni siquiera el conseller sabe en qué están trabajando”, aseguran.

A principios de año, Estela reforzó los mecanismos de protección y se añadieron “garantías extra” para blindar, todavía más, las investigaciones. “Es impensable que un conseller tenga acceso a esta información”, sentencian.