Humo y consumo de tabaco / EFE

Humo y consumo de tabaco / EFE

Vida

Expertos critican la falta de apoyo de la OMS a las alternativas del tabaco sin humo

Un nuevo informe subraya la eficacia de los dispositivos de nicotina más seguros pese al rechazo de los instituciones

4 noviembre, 2020 17:29

“La nicotina sigue siendo la tercera droga más consumida en todo el mundo, sólo por detrás de la cafeína y el alcohol”, recuerda el profesor emérito en el Imperial College de Londres y director de Knowledge Action Change (KAC), Gerry Stimson.

El citado organismo de salud pública del Reino Unido ha presentado un estudio sobre el tabaquismo en el mundo y los datos revelan que todavía existen 1.100 millones de fumadores en todo el planeta y sólo nueve de cada 100 optan por alternativas a los cigarros.

Ineficacia

“Los datos de fumadores revelan que las campañas para dejar el tabaco no son efectivas”, lamenta Stimson. “La prioridad es encontrar otros caminos”, remarca. En este sentido, su apuesta es por los productos de nicotina más seguros (PNMS).

La investigación acusa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) “fracasar en sus políticas antitabaco” y rechazar las alternativas a los cigarrillos que han aparecido en los últimos años. Mientras en países como Estados Unidos y Reino Unido, "en los que la reducción de los daños ocasionados por el tabaquismo, ya cuenta con un cierto apoyo".

Apuesta sin humo

La realidad, por eso, es que cada vez más personas se suman a estos dispositivos. El sociólogo y analista de datos del Instituto de Estudios Sociales Robert Zajonc (Polonia), Tomasz Jerzyński, indica que en tan sólo dos años, de 2018 a 2020, 10 millones de personas se han convertido en usuarios de vapeadores, ya son 68 millones. En total hay 98 millones de personas que usan productos de nicotina más seguros en todo el mundo, 68 apuestan por los vapeadores y 20 millones son usuarios de productos de calentamiento de tabaco.

Los expertos, resaltan los menores efectos dañinos de estas alternativas a los cigarrillos, por lo que invitan a los países y a la OMS a fomentar el uso de las mismas, para reducir las muertes causadas por el tabaco. Ocho millones de personas mueren al año a causa del tabaquismo.

Fin al 'statu quo'

“Este es un momento decisivo para la futura salud de 1100 millones de fumadores de todo el mundo que se merecen algo mejor que el statu quo”, asegura Stimson. “Este número no ha cambiado desde 2000 y no se prevé que cambie antes de 2025, al menos. Esto es un fracaso de las políticas de salud públicas”, prosigue

El profesor de la universidad de Londres “cuando intentamos cambiar el entorno de cualquier producto, se debe hacer a través de una colaboración de varios interesados”. Esto implica desde las organizacions regionales hasta los gobiernos, pasando por los fabricantes y “escuchar a los consumidores,” que ya apuestan por las alternativas sin humo y los vapeadores.

Mentiras y 'lobbies'

El director ejecutivo de Burning Issues, Harry Shapiro, ve en ello una mano negra de la industria del tabaquismo y los gobiernos, así como grandes magnates como Bloomberg y Bill Gates. Incluso usan la pandemia del Covid cuando, en su opinión, “no hay rastros de que los vapeadores también propicien una expansión del coronavirus”.

En este informe hemos dejado aparte las sutilezas para exponer la desinformación, la mala ciencia y por quién y por qué motivos se está propagando”. Es allí donde señalan al creador de Windows y al multimillonario de los medios de comunicación.

Claves

El estudio presentado ofrece indicadores que muestra que cuando hay más accesibilidad y facilidades de acceso a las alternativas a los cigarrillos, “la gente lo usa y fumar desciende”. Un ejemplo son los datos de Japón donde “el uso de los cigarrillos cayó un 32% con la entrada de los productos de calentamiento de tabaco”.

Stimson concluye que las políticas de salud pública deben apostar por los dispositivos de nicotina más seguros, especialmente si se quiere poner fin a la “industria tabaquera tal y como la conocemos” y apostar por productos de no combustión, ya que los datos indican que “la reducción del daño en tabaquismo funciona”. ¿La clave? “Las cuatro A”, fomentar el uso de los productos “apropiados, aceptados, asequibles y accesibles”.