La tierra seca por la falta de lluvias en un campo español / EFE

La tierra seca por la falta de lluvias en un campo español / EFE

Vida

Las próximas semanas, claves para esquivar la sequía

Los agricultores y ganaderos españoles alertan del peligro de las escasas lluvias de este invierno para las cosechas

25 abril, 2017 00:00

La alerta por sequía en España depende de las próximas semanas. Agricultores y ganaderos advierten de las “graves” consecuencias para las cosechas por la falta de lluvia que afecta al país estos invierno y primavera. Los días que quedan de abril y mayo serán claves. La lluvia y las temperaturas marcarán la recolección.

Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades en las que la sequía está siendo más severa, según indican desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). La zona del levante, en cambio, ha tenido un invierno más lluvioso.

En concreto, Cataluña, Valencia y Baleares son las comunidades que una mejor situación presentan, pendientes de las próximas semanas. “El invierno ha sido bueno, y la primavera, de momento, también”, asegura Jordi Compte, el responsable de la URAPAC-UPA en Cataluña. Coincide con él Josep Carles Vicente, miembro de la Unió de Pagesos.

Lluvia y frío

Los agricultores y ganaderos, sin embargo, están pendientes del cambio de tiempo anunciado para esta semana. Las lluvias que se esperan no preocupan en el campo. Lo que sí mantiene a los profesionales en vilo es el descenso de temperaturas previsto. En algunas zonas de las comarcas del interior de Tarragona ya han notado la bajada de finales de la semana pasada, explica Vicente.

“Si las temperaturas alcanzan los cero grados, la viña puede ser el cultivo más perjudicado”, indica el representante de la Unió de Pagesos. También inquietan los veranos, que tienden a ser cada vez más largos, y las primaveras más cortas: “En los últimos años, no llegan las primeras lluvias hasta noviembre o diciembre”.  

Cereales, colza, forrajes y pastos

El calor y la falta de lluvias a finales de verano afectan, sobre todo, a la viña, el aceite y los frutos secos. De hecho, recuerda Vicente, el año pasado disminuyó la producción en estos sectores. “La campaña anterior fue mucho peor, llovió muy tarde y demasiado poco en Cataluña”, coincide Compte.

Las previsiones al inicio del invierno eran buenas en todo el país. Las lluvias fueron generalizadas y abundantes. Después pararon, y la sequía se impuso en la mayor parte del territorio. Ahora, los pronósticos si no mejora la situación indican que el volumen de producción se podría situar a niveles de 2012, el peor registrado en las últimas décadas. Respecto a la campaña de 2016, supondría una disminución de un 30%.