Manifestación bomberos Barcelona
Más de 400 bomberos voluntarios llevan a los juzgados su denuncia contra la "uberización" del servicio en Cataluña
El colectivo Bombers Precaris en Lluita eleva el pulso con Interior tras concentrarse ante la 'conselleria' y presentar demandas judiciales por el reconocimiento de derechos laborales básicos
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Desnudos, con el casco puesto y frente a la sede del Departamento de Interior. Así han querido mostrarse este jueves varios bomberos voluntarios catalanes para escenificar lo que, a su juicio, resume años de agravios: "la Generalitat nos tiene desprotegidos y desnudos".
La imagen ha acompañado la presentación de la primera gran tanda de demandas judiciales de un colectivo que ha decidido llevar su conflicto con la Administración hasta los juzgados.
En total, 410 bomberos llamados "voluntarios" por la Generalitat —pero que rechazan de plano esa etiqueta— han presentado demandas conjuntas en distintas demarcaciones catalanas para reclamar el reconocimiento de derechos laborales básicos, entre ellos el alta en la Seguridad Social.
Están organizados en la asociación Bombers Precaris en Lluita y proceden de 71 parques de todo el territorio, lo que equivale a más de cuatro de cada cinco parques de voluntarios existentes en Cataluña.
La protesta ha reunido a unos doscientos efectivos frente a Interior, donde han coreado consignas como "Todos los bomberos somos trabajadores" o "Ningún bombero sin Seguridad Social".
La manifestación de la asociación Bombers Precaris en Lluita en Barcelona Barcelona
En Barcelona se han registrado 168 demandantes, repartidos en juzgados sociales de la capital y de ciudades como Sabadell, Terrassa, Mataró o Granollers. A ellos se suman 110 bomberos de Lleida, 87 de Tarragona y 45 de Girona.
Un conflicto enquistado
El conflicto no es nuevo, pero sí ha entrado ahora en una fase decisiva. El núcleo de la reclamación es que, pese a su consideración formal de voluntarios, estos bomberos realizan funciones estructurales del servicio público de extinción de incendios, bajo una organización jerárquica, con turnos, horas mínimas obligatorias y control de disponibilidad. Todo ello, denuncian, sin contrato laboral ni cobertura social equiparable a la de sus compañeros profesionales.
"La ley puede decir que somos voluntarios, pero los hechos son otros", resume Josep Maria Alcalà, presidente de la asociación Asbovoca y miembro de Bombers Precaris, en declaraciones a Crónica Global. El portavoz cuestiona abiertamente el modelo defendido por Interior: "Interior no puede salir diciendo que somos un modelo híbrido".
Una de las pancartas de la asociación Bombers Precaris en Lluita en la manifestación de este viernes en Barcelona Barcelona
Según Alcalà, la Generalitat se aferra a la ley 5/1994, que regula los servicios de prevención y extinción de incendios en Cataluña, para sostener una figura que, en la práctica, habría quedado desbordada por la realidad operativa del cuerpo.
Denuncias a Inspección de Trabajo
Los bomberos denuncian que esta situación deriva en una precariedad "insostenible": sin prevención de riesgos laborales, con materiales en peores condiciones y con bajas médicas tratadas como contingencias comunes.
"Es una vergüenza que el poder judicial tenga que hacer el trabajo de las administraciones", lamenta Alcalà, que subraya que el colectivo ha acudido tres veces a Inspección de Trabajo sin que el conflicto se haya resuelto por la vía administrativa.
Un bombero en la manifestación de la asociación Bombers Precaris en Lluita Barcelona
Desde Bombers Precaris en Lluita sostienen que la Generalitat incurre en un fraude de ley, al utilizar la figura del voluntariado para cubrir necesidades estructurales del servicio público a bajo coste.
En los últimos años, explican, se han impuesto mínimos de horas anuales y sistemas de gestión mediante una aplicación móvil que controla la disponibilidad, lo que, a su juicio, rompe cualquier lógica de voluntariado genuino.
Bomberos "rider" de la Administración
La comparación con los repartidores de plataformas digitales no es casual. El colectivo habla abiertamente de "uberización" del servicio público y se define como "bomberos rider" de la Administración. Un paralelismo que también se refleja en los apoyos recibidos: organizaciones sindicales, colectivos sociales y plataformas vinculadas a la defensa de derechos laborales se han sumado a la campaña de solidaridad impulsada por los demandantes.
El cuerpo de bomberos de Cataluña es mixto. Conviven efectivos profesionales —mayoritariamente en áreas urbanas— con voluntarios, que sostienen buena parte del servicio en zonas rurales y municipios pequeños.
Tres bomberos en la manifestación de la asociación Bombers Precaris en Lluita en Barcelona este viernes Barcelona
Según datos del propio colectivo, alrededor del 30% de los bomberos voluntarios en activo se han sumado ya a esta ofensiva judicial, una proporción inédita hasta ahora.
Un pulso con impacto estructural
Las demandas reclaman que los juzgados reconozcan la existencia de una relación laboral y obliguen a la Generalitat a regularizar la situación, con el correspondiente alta en el régimen general de la Seguridad Social y el reconocimiento de derechos asociados.
De prosperar, el impacto afectaría de lleno a la arquitectura del sistema de emergencias catalán y al modelo de voluntariado que Interior ha defendido durante décadas.
