Ni Llobregat ni Besós: este es el río de Barcelona llamado a ser un nuevo atractivo turístico

Como la mayoría de gente sabe, el Llobregat y el Besós son los ríos que delimitan Barcelona. Desde hace años se ha invertido mucho dinero en recuperar sus riberas y hacerlos accesibles, especialmente antes de llegar a la capital catalana.

Los proyectos han funcionado. Vecinos de distintas ciudades y pueblos barceloneses pasean al lado de estos nuevos espacios adaptados para un paseo en pie o en bici. En cambio, otras riberas parecen olvidadas.

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Para que eso deje de suceder, seis municipios del área metropolitana de Barcelona han unido sus fuerzas para recuperar un río que hasta ahora parecía ignorado: el Ripoll.

Este afluente del Besós, que atraviesa el Vallès Occidental, pronto podría convertirse en uno de los nuevos reclamos ambientales y turísticos de la región. Incluso en un polo económico.

Quién está detrás

Seis municipios de esta comarca —Montcada i Reixac, Ripollet, Barberà del Vallès, Sabadell, Castellar del Vallès y Sant Llorenç Savall— han impulsado una iniciativa para recuperar más de 40 kilómetros del trazado fluvial del Ripoll. 

El objetivo es convertir este río, durante años degradado por la actividad industrial, en un gran corredor verde que una parques naturales, barrios urbanos y espacios patrimoniales. 

El ejemplo del Llobregat

Como sucede con el Llobregat, el plan busca situar al Ripoll como un eje de ocio, naturaleza y movilidad sostenible, a la altura de las mejores renaturalizaciones europeas. Algo que ya se ha probado con éxito en el Baix Llobregat.

Igual que pasara con este río, el Ripoll ha visto como la historia lo ha beneficiado y perjudicado a partes iguales. Ambos ríos fueron importantísimos en la industrialización de Cataluña. Eso también provocó que numerosos vertidos acabaran con buena parte de su entorno natural

El río Ripoll WIKIPEDIA

Para revertir esta situación, estos municipios del Vallès han unido fuerzas para recuperar este espacio y que sus ciudadanos miren de nuevo al río que les ha hecho crecer económicamente. Y que lo hagan con orgullo.

Bajo el nombre “El riu, teixint fils de vida”, en referencia a la industria textil del Vallès de la que ha bebido el Ripoll, esta iniciativa busca devolverle al río la importancia que merece. Esta vez, apoyando su función ecológica y promoviendo su uso y disfrute por parte de la ciudadanía.

Cuánto cuesta

Para ello, el proyecto, que cuenta con un presupuesto de 1,53 millones de euros y la  financiación de los fondos Next Generation de la Unión Europea, ha elaborado un plan de mejora del camino fluvial a lo largo de 40 kilómetros. 

Para ello, crearán tramos ciclables y senderistas, restaurarán puntos degradados y pondrán indicadores turísticos para animar la zona.

Qué se hará en el Ripoll

La voluntad política es clara: integrar el Ripoll en la red de infraestructuras verdes del área metropolitana y enlazarlo con dos grandes referentes naturales, Sant Llorenç del Munt i l’Obac y Collserola, hasta conectar finalmente con el Besòs y, por extensión, con Barcelona.

Las acciones serán conjuntas y particulares. Cada una de las seis localidades actuará sobre su propio tramo. Con la suma de las intervenciones, en breve se podrá disfrutar de un recorrido continuo por el Ripoll. 

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El proyecto no se limita a mejorar caminos. También incorpora una red de seis puntos de recarga para bicicletas eléctricas (uno por municipio) y la creación de carriles bici que conecten los núcleos urbanos con el camino del río. Igual que con el Llobregat.

Para fomentar también el turismo en la zona del río, las seis ciudades han creado una aplicación móvil con información turística y visitas virtuales a seis elementos patrimoniales vinculados al pasado industrial del río.

Una app

En esta app se habla y se muestran los molinos históricos, torres medievales y antiguas infraestructuras hidráulicas que hay y hubo en la zona. Una manera de explicar cómo el Ripoll alimentó la economía del Vallès durante siglos. 

Esta no es la única iniciativa de reivindicación del río. El Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat, el Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC) y los ocho municipios de la Conca del Ripoll (Barcelona) también han estrenado el modelo de concertación para adaptar las políticas de empleo al territorio.

Unión económica

Con la firma de este protocolo, la Conca del Ripoll se convierte en el primer territorio de Cataluña que desarrolla formalmente el modelo para mejorar la planificación, gestión e impacto de políticas públicas, optimizando recursos, evitando duplicidades y adaptando las actuaciones a las necesidades reales del mercado.

Esta zona –Sabadell, Badia, Barberà, Castellar, Sant Quirze y Cerdanyola del Vallés, Montcada i Reixac y Ripollet– concentra el 42% de los puestos de trabajo del Vallès Occidental. Asimismo, destaca por su industria, con un peso del sector manufacturero cuatro puntos por encima de la media catalana y una diversificación que abarca la metalurgia, productos químicos, caucho y plástico, así como las industrias alimentarias y tecnológicas.