Jonathan Ll. delante del Centro penitenciario de Quatre Camins

Jonathan Ll. delante del Centro penitenciario de Quatre Camins Crónica Global

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La fuga más discreta: Jonathan engañó a un amigo y huyó de Quatre Camins ante los ojos de los guardias

El interno, con un largo historial delictivo y denuncias por amenazas a su exmujer, regresó por su propio pie tras tres días fugado

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Jonathan Ll., de 41 años, se fugó este lunes 17 de noviembre de la prisión de Quatre Camins (La Roca del Vallès) con una maniobra tan discreta como eficaz.

Sin violencia ni escenas de película, este interno con un largo historial delictivo optó por una estrategia silenciosa que culminó literalmente ante las puertas del centro penitenciario.

Engañó a un viejo amigo

Todo empezó días antes, cuando contactó desde el teléfono móvil que ocultaba en su celda con Juan L., un viejo conocido de la familia.

Le pidió que fuese a recogerlo a las inmediaciones de la prisión haciéndole creer que disfrutaba de un permiso de 24 horas y que, por motivos logísticos, solo él podía hacerle el favor.

Juan, convencido de que ningún familiar directo tenía disponibilidad, aceptó.

Fingió un mareo y escapó

El lunes por la mañana, Juan, se presentó con su furgoneta de trabajo en la entrada del centro penitenciario, como haría cualquier otro familiar.

Mientras aguardaba, sufrió un pequeño percance mecánico y, según las fuentes consultadas, fueron los guardias de la puerta quienes le ayudaron a poner el vehículo en marcha de nuevo.

Pocos minutos después salió otra furgoneta del centro con varios internos y dos monitoras. Entre ellos iba Jonathan, rumbo a una salida programada en Granollers (Barcelona) dentro de los programas de reinserción social del Departamento de Justicia.

Imagen pixelada de Jonathan Ll.

Imagen pixelada de Jonathan Ll. Fotomontaje CG

Al llegar a la altura del vehículo de Juan, el interno fingió sentirse mareado. Las monitoras, conocedoras de que sufre episodios de ansiedad, dieron credibilidad a su malestar y le permitieron bajar para tomar el aire.

Ese fue el instante clave. Aprovechando que las educadoras atendían al resto del grupo, Jonathan se dirigió directamente hacia la furgoneta de Juan, se subió y abandonaron el lugar. Todo ello ante la puerta principal de Quatre Camins.

Juan ignoraba el plan

Fuentes próximas al caso aseguran que Juan L. desconocía por completo el plan de fuga. No fue hasta encontrarse ya en plena AP-7 cuando el preso le confesó que acababa de huir.

Descolocado y en shock, el hombre continuó unos kilómetros más y lo dejó en la estación de autobuses de Granollers. Acto seguido regresó a la prisión y relató lo sucedido. Horas después ya prestaba declaración ante los investigadores de los Mossos d’Esquadra.

Tres días después de su plan de fuga —apenas 72 horas de incertidumbre— Jonathan Ll. se ha entregado voluntariamenteeste jueves por la mañana. Según confirman fuentes penitenciarias, el interno se ha presentado por su propio pie en la cárcel de Quatre Camins y ya ha sido reingresado.

Protección a su segunda exmujer

Tras conocerse la huida, los Mossos d’Esquadra activaron un dispositivo de búsqueda a contrarreloj. El objetivo no era solo localizar al fugado, sino también proteger a su segunda exmujer, cuya familia alertó a Crónica Global de que Jonathan llevaba años intimidándola.

La pesadilla para la mujer comenzó a finales de 2019, cuando fue detenida por hechos vinculados a la actividad delictiva de su entonces pareja. Tras pasar un tiempo en prisión, tomar distancia y recomponer su vida, en 2020 decidió romper definitivamente con él e iniciar los trámites de separación.

A partir de ese momento, según explica la familia, llegó una etapa marcada por amenazas constantes y mensajes intimidatorios.

Exterior de la cárcel de Quatre Camins

Exterior de la cárcel de Quatre Camins EUROPA PRESS

Móvil dentro de prisión

Las mismas fuentes aseguran que Jonathan disponía de un teléfono móvil dentro del módulo 6 de Quatre Camins, desde el que contactaba habitualmente con su segunda exmujer. También sospechan que desde ese mismo dispositivo se habría comunicado con Juan L., el conocido al que engañó para que lo recogiera y facilitar así su fuga.

Quatre Camins es, de hecho, la prisión catalana donde más teléfonos móviles se decomisan cada año. A pesar de estar prohibidos, estos aparatos son habituales en algunos módulos.

Permiten a determinados internos mantener su actividad delictiva desde prisión, coaccionar a víctimas o, como sospechan en este caso, organizar una fuga.

Un veterano de la delincuencia

Jonathan Ll., de 41 años y vecino de Baró de Viver (Barcelona), es un rostro conocido para los cuerpos policiales. A principios de los años 2000 llegó a ser uno de los ladrones más buscados de la ciudad, especializado en hurtos, robos violentos y sustracciones de vehículos. También arrastra antecedentes por violencia de género.

Cumple condena desde 2004 y tenía prevista su estancia en prisión hasta 2032. Su último permiso penitenciario lo disfrutó en 2019 y lo aprovechó para escapar, permaneciendo meses en paradero desconocido. Desde que fue capturado y reingresó, no había vuelto a salir del centro.

La fuga de este lunes era, de hecho, la cuarta ocasión en la que conseguía burlar los controles de seguridad.