Varias personas esperan la llegada de ovnis a los pies de la montaña de Montserrat Barcelona
La masificación llega a las noches de Montserrat: “Los veteranos venimos a ver ovnis, los jóvenes, a fumar porros”
Las redes sociales han popularizado esta experiencia de más de 50 años de tradición que atrae a decenas de curiosos
Algunos 'ufólogos' lamentan que muchos llegan para burlarse de ellos, en vez de escuchar sus historias
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“Aquí se está perdiendo la esencia ya, ¿eh?”. Entre las docenas de personas congregadas en la explanada ovni de Montserrat esta noche, alguien da voz a un pensamiento colectivo. “Antes había más seriedad, la verdad”, le responde un compañero.
Son miembros de un grupo que se ha unido recientemente -hace algo más de un año- a las quedadas para observar el supuesto paso de naves extraterrestres por encima de la conocida como ‘Montaña Mágica’ cada día 11 de mes. En tan poco tiempo ya han sido testigos de una creciente masificación del evento y lamentan que no todos los curiosos se acercan con el mismo respeto.
Un grupo de amigos, en la Explanada Ovni de Montserrat Barcelona
Los más veteranos llevan más de cuarenta años sin faltar a la cita y, aunque siguen acudiendo, echan en falta a Luis José Grifol, el ufólogo que inició el grupo en 1977, y la comunidad que le rodeaba: “Durante mucho tiempo, esto era un tema más formal, pero ahora hay mucha gente que viene con otra actitud”, señala Àngel, el líder actual del encuentro, a Crónica Global.
En el Hotel Bruc
La noche empieza pronto, sobre las 20, en la cafetería del Hotel Bruc. A los pies de Montserrat se empiezan a juntar mesas y, conforme se van uniendo compañeros, la comanda de bocadillos de tortilla y lomo con queso no deja de subir. Esta semana se descorchan también un par de botellas de cava, pues hay dos cumpleaños a celebrar, y se sacan varias cocas de postre.
“Lo de los ovnis es un poco la excusa para juntarnos y vernos una vez al mes, cenamos y hacemos una actividad divertida”, cuenta una integrante de esta nueva generación de seguidores de las hazañas de Grifol. “Nunca hemos visto nada raro, somos gente normal”; se esfuerza en subrayar que, en realidad, no creen que sea posible ver ovnis sobre Montserrat.
Àngel cena acompañado de los pocos “veteranos”, como él los llama, que todavía viven y tienen la energía para seguir subiendo hasta allí. Luego sale a la terraza con los fumadores del grupo de jóvenes y estos le piden que vuelva a contar historietas de otra época.
Atraídos por internet
Este mes, el día 11 cae en sábado, por lo que la convocatoria ha atraído a decenas de neófitos y, sobre todo, curiosos llamados por alguna publicación viral en redes sociales y las referencias a esta actividad en la serie ‘La Mesías’ (2023) de Los Javis. La plancha de la cafetería del hotel desde donde parte la expedición echa humo.
Cena en el Hotel Bruc, previa al avistamiento de ovnis Barcelona
Sobre las 22, pequeños grupúsculos empiezan a subirse a los coches que serpentean por la carretera de Montserrat, la antigua, la BP-1103, hasta la Explanada Ovni. Se ha popularizado tanto, que ya sale en Google Maps. Cuesta encontrar un hueco libre para aparcar entre decenas de maleteros abiertos de los que salen sillas de camping y neveritas portátiles.
Papel de plata
El paisaje humano al llegar al punto de avistamiento es de lo más variopinto. Huele a porros y ‘cheetos’ y uno puede apreciar que la mitad de los presentes no habían estado allí antes y la otra mitad han encontrado en este mirador un tercer espacio de uso habitual para actividades ajenas a la ufología.
Varios jóvenes se 'disfrazan' de 'ufólogos' con sombreros de papel de plata en la Explanada Ovni de Montserrat Barcelona
Una cuadrilla extiende una manta de pícnic, abre la primera ronda de latas de cerveza y moldea sombreros de papel de plata “para ponerse en situación”, dicen entre auténticas carcajadas. Al lado, tres chicas se tiran cartas de tarot y juegan a inventar interpretaciones, mientras otro grupo rastrea el cielo con una aplicación que ‘detecta’ la presencia de ovnis.
Cactus y canciones
Los nuevos habituales se extrañan de que Àngel no haya llegado todavía y deciden protagonizar la escena. Primero explican algunas de las historias que el heredero de Grifol les ha transmitido y luego forman un círculo en el que empiezan entonando una especie de cantos guturales inventados para terminar cantando el ‘Virolai’ y el himno del Barça.
Un hombre muestra las lámparas con las que se propone evitar la extinción de la humanidad Barcelona
Compiten con el ego de otro hombre, un chileno que, sin dejar de consumir marihuana ni un minuto, expone unas lámparas a las que llama “cactus”. A todo el que se acerca a menos de tres metros, les explica que quiere contribuir a “salvar a la humanidad” de una supuesta extinción masiva causada por la tecnología y desarrolla que empezó a producir estos artilugios cuando conoció la historia de unos niños de Zimbabue que habrían sido contactados por los extraterrestres en 1994 para que avisaran a todo el mundo de que la muerte se acercaba.
Burlas
Es casi media noche cuando el gurú se deja ver, aunque solo da una vuelta por la explanada y se esfuma entre la gente. Sus seguidores lo encuentran 45 minutos después, bajando del mirador de camino al coche. Espera paciente, junto a la roca que marca la ubicación de avistamiento de ovnis, a que su particular remanso de paz se vacíe.
Varias personas forman un círculo y entonan cánticos en la Explanada Ovni de Montserrat Barcelona
“Cada vez hay un ambiente más raro”, lamenta con sus allegados, “nosotros venimos a ver ovnis, pero los jóvenes solo a fumar porros”. Nunca antes se había sentido así, pero recientemente ha empezado a observar como algunas de las personas que dicen venir a fisgonear y aprender, en realidad lo hacen para burlarse.
Compañeros
Josep, viejo amigo de Àngel, llega con su silla de playa justo en ese momento, es ya la una de la madrugada y muchos de esos a los que recelan por "faltar al respeto" de un lugar que consideran casi sagrado están evacuando el lugar.
Señal que indica la llegada a la Explanada Ovni de Montserrat Barcelona
Comparten entre ellos las últimas imágenes de platillos, esferas y triángulos volantes que han podido captar en el entorno de Montserrat, montaña sobre la que explican a los nuevos que alberga algo parecido a una gasolinera para alienígenas. Identifican a los verdaderos interesados y se abren a contar más detalles sobre sus contactos extraterrestres y algunas lecciones sobre lo que Josep llama “despertar la consciencia”, algo imprescindible, asegura, para alcanzar a tener una experiencia similar a la suya.
Suben la cuesta, plantan dos sillas plegables de cara la Montaña Mágica y, entonces, empieza la verdadera fiesta.