Una joven en Barcelona / Perplexity

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Vida

Una arquitecta sobre la vivienda en Barcelona: “Pago entre 1100 y 1200 euros por un cuarto que no está ni bien”

Los precios del alquiler y de la compra de vivienda no para de crecer, incluso han llegado a los máximos históricos, multiplicándose por dos en la última década

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En Barcelona, la principal preocupación entre la población sigue siendo la vivienda. A día de hoy, los precios siguen al alza, a ello se suma la escasez de oferta, la precariedad laboral y la presión creciente por el turismo, siendo estos los principales factores que está agravando la crisis estructural de la vivienda en Cataluña. 

Además, los precios del alquiler y de la compra de vivienda no para de crecer, incluso han llegado a los máximos históricos, multiplicándose por dos en la última década. Este es uno de los principales problemas de la vivienda, lo que genera grandes barreras de acceso al sector inmobiliario.

Esto se traduce en que muchos jóvenes no pueden permitirse la compra de una vivienda, viéndose obligados a compartir habitación o buscar soluciones de alojamiento alternativas.

La brecha entre la demanda y la oferta es alarmante: se estima una necesidad anual de entre 50.000 y 100.000 nuevos hogares en España, mientras que solo se construyen alrededor de 15.000, lo que proyecta una "brecha tremenda" en 15 años.

Según el economista Oriol Amat, el sistema financiero está más preparado para absorber riesgos, pero el problema es otro: “El desequilibrio entre oferta y demanda es enorme, y eso genera tensiones sociales y económicas que van más allá del bolsillo de las familias”.

De hecho, en Barcelona para los jóvenes cada vez es más complejo encontrar pisos de alquiler. Es habitual ver los estudiantes que llegan a la ciudad condal y le resultan casi misión imposible. Una joven ha afirmado a Talent Match, que por una habitación paga “entre 600 euros y 1.100 o 1.200 euros y el cuarto no está bien”.

"Es imposible pagarse un piso en Barcelona"

En Televisión Española, ha explicado su situación Esther, de 35 años, quien a día de hoy aún vive de alquiler y compartiendo piso con compañeros o pareja, en sus diferentes etapas de la vida.

“Desde los 19 años estoy compartiendo piso, que ha sido más en pareja y después, sin pareja, sola, no, obviamente, porque no se puede. Y ahora estoy desde, desde abril, compartiendo piso con dos chicas”, asegura Esther.

Un escenario cada vez más exigente

La situación en Cataluña no parece que vaya a mejorar a corto plazo. La escasez de obra nueva, la presión de la vivienda turística y las regulaciones recientes dibujan un entorno donde los compradores deben actuar con precisión y rapidez.

Para muchos, esto implica cambiar el enfoque: prepararse antes de empezar la búsqueda, tener el banco de su lado desde el primer momento y asumir que la negociación no siempre es posible en un mercado tensionado.