A veces, tomar decisiones no es fácil, pero sí necesario, como en el caso de poner fin a un matrimonio. Es un proceso que puede generar múltiples preocupaciones y quebraderos de cabeza, aunque en ocasiones resulte inevitable.
Ante un proceso tan desconocido, es común reaccionar de manera emocional y no actuar con una estrategia clara. Por ello, es importante recordar que las decisiones que se tomen antes y durante la negociación influirán en el desarrollo del divorcio de una u otra forma.
En muchos casos, no se trata de un procedimiento sencillo y, mucho menos, amistoso. Por esta razón, en ocasiones resulta necesario presentar determinadas pruebas para acreditar los hechos que respaldan las pretensiones de cada parte ante el juez. Si no existe acuerdo y persisten las discrepancias, será el tribunal quien tome la decisión final.
Ojo con las conversaciones telemáticas
Estas pruebas que se aportan son las que ayudan a establecer la verdad procesal y se usan para definir aspectos como la división de bienes, la custodia de los hijos, las pensiones, y otros acuerdos, especialmente en divorcios contenciosos.
En esta línea, tal y como explica Adriana Auset, abogada especialista en derecho de familia, en uno de sus videos de Instagram, hay que tener mucho cuidado y prestar atención, porque con los avances tecnológicos ya todo lo que se diga por mensajería vía WhatsApp o correo electrónicos, es decir, cualquier conversación telemática puede acreditarse como prueba.
“El Tribunal Supremo hace años, ya que declaró y dio validez a dichas conversaciones por vía telemática y lo aceptó como medio de prueba. Si bien es cierto que, si son impugnados por la parte a la que nos favorecen, quien los aporta deberá demostrar su autenticidad. Bien, apoyándose en un informe por un perito informático o un volcado de mensajes en un acta notarial”, asegura la letrada.
No obstante, en los procedimientos de familia no se suele pedir dichos informes o volcados de mensajes en un acta notarial, ya que “resulta relativamente sencillo demostrar la validez de dichos mensajes y a veces basta simplemente con preguntar a la parte contraria si reconoce dicha dirección de correo electrónico o teléfono móvil”, añade.
Por lo tanto, las conversaciones telemáticas son un medio de práctica muy habitual, es sencillo demostrar su validez y son aceptados, ya sea con la demanda, con la contestación a la demanda o en el proceso plenario, el juicio. Por ello, Auset insiste en que hay que tener “mucho cuidado con lo que se escribe en un momento de ruptura, en un contexto de ruptura, porque puede ser utilizado en su contra”.
Los divorcios siguen al alza
En España, el número de separaciones y divorcios sigue creciendo al alza. Según los últimos datos de la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios del INE recogidos por Europa Press, en 2025 alcanzó hasta los 86.595 casos, un 8,2% más respecto al año anterior, superando los 80.065 casos de 2023 y los 84.551 de 2024.
En cuanto a Cataluña, los divorcios, según los datos del IV Observatorio Notarial de Cataluña, han experimentado un leve aumento del 1% en 2024 respecto al año anterior, alcanzando los 1.874 casos, lo que mantiene la tendencia de crecimiento sostenido en los últimos años; de esos, un 14,7% se formalizan en Cataluña.
