Adrián Gallardo / LinkedIn

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Business

Un emprendedor de éxito que facturó 1 millón de euros: “Cambio la empresa a Barcelona y no podría ni siquiera existir”

El éxito de la empresa no se basaba únicamente en el tamaño del mercado, sino también en una estructura operativa única que se adaptaba al entorno local

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Es muy frecuente escuchar “emprender es la mejor opción” sobre todo dirigida a los jóvenes con la idea de que el emprendimiento es tomado como una forma de resolver problemas y satisfacer necesidades, o una vía para el crecimiento personal y profesional, aunque también puede ser visto como una necesidad ante la falta de oportunidades.

Ser emprendedor, es una decisión que no es fácil, requiere de tener una mente dispuesta a ello, ya que es de suma necesidad ser innovador y tener muy claro que vas a tener que asumir riesgos, son las claves para llevar a la realidad tu propia idea. 

Es el caso de Adrián Gallardo, actualmente involucrado en el ecosistema emprendedor a través de Aticolab como aceleradora de startups. Según reveló en el podcast de Talent Match, una de sus decisiones más importantes fue dejar todo y viajar alrededor del mundo, un aprendizaje que le enseñó a "estar atento a todo lo que venía a nivel oportunidades".

Esta mentalidad lo llevó a México, donde cofundó Trendy Corp, una empresa de marketing offline B2B enfocada en productos promocionales y merchandising para grandes corporaciones como Visa, Uber y Google. Este emprendimiento en México no tardó en alcanzar el éxito financiero.

El modelo de Trendy Corp demostró ser altamente efectivo en el mercado mexicano, permitiendo a la compañía crecer a "más de 20 personas" y lograr una cifra impresionante: "facturamos nuestro primer millón [...] poco después del primer año".

La clave de este logro residía en la capacidad de la empresa para ofrecer una "propuesta creativa un poquito [...] que iba más allá" en sus productos, asegurando unos márgenes "bastante buenos".

A ello, se suma que el mercado en México, a nivel de volumen, era "otra cosa" y resultaba "espectacular" para este tipo de negocio. El volumen jugaba un papel crucial, como lo demuestra el hecho de que un cliente como Nestlé en México hacía pedidos de entre 20.000 y 50.000 unidades de producto.

Sin embargo, el éxito de la empresa no se basaba únicamente en el tamaño del mercado, sino también en una estructura operativa única que se adaptaba al entorno local. Adrián Gallardo explica que la manera de trabajar con los primeros 20 empleados era "superorgánica" y ágil, ya que eran en su mayoría gente de la universidad de su socio, quienes trabajaban por una alta comisión, pero "prácticamente sin salario".

Barcelona, otro mercado diferente

Esta estructura con bajos costes fijos les permitía ser muy flexibles con los márgenes. En este contexto, Adrián reflexiona con contundencia sobre la viabilidad de replicar el modelo: "todo esto probablemente cambio a Barcelona y no habría podido existir ni siquiera la empresa".

@talentmatchpodcast

Así facturó 1.000.000€ en su primer año de Emprendedor #emprendedor #profesional #empresa #negocio #trabajo #españa #charla #masterclass #anécdotas

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Tras dos años en México, decidieron llevar el modelo a España. Aunque inicialmente lograron cerrar clientes fácilmente, la realidad del mercado europeo demostró ser radicalmente diferente. La principal diferencia fue el "tamaño del mercado". Los pedidos en España (por ejemplo, de Nestlé) se reducían a solo "entre 1.000 y 5.000" unidades, si tenían "muchísima suerte".

Este drástico descenso en el volumen hacía que la empresa no tuviera "mucho sentido" en España, forzando a parar la operación tras una prueba que fue catalogada como un "falla rápido, falla barato".

Este revés llevó a Adrián a una encrucijada: volver a México "o me quedo en Barcelona viendo qué pasa". Al final, esta experiencia le permitió sumergirse en el ecosistema de startups de Barcelona, dando inicio a su siguiente etapa con Subo y, finalmente, con Aticolab.