Detalle de las pinturas murales del Monasterio de Sijena expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya EuropaPress
El MNAC se opone a cumplir el calendario establecido para ceder las pinturas del Monasterio de Sijena
El museo alude a su incapacidad técnica para poder trasladar los murales en las fechas planteadas por el riesgo de daños irreparables
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La disputa sobre quién debería tener las pinturas murales del Monasterio de Sijena lleva años abierta entre la Generalitat y el gobierno aragonés. Sin embargo, el conflicto se intensificó cuando se acercaron las fechas establecidas por el Tribunal Supremo para el traslado de los frescos. El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) que actualmente alberga las pinturas, ha asegurado que no puede ceder las pinturas en el calendario establecido por no poder garantizar la integridad de las piezas.
Las obras de arte en cuestión se encuentran en la sala capitular del MNAC en un estado extremadamente frágil que requiere de un entorno ambiental monitorizado, con parámetros prácticamente invariables. Para garantizar el estado de las pinturas también cuentan con la atención permanente de profesionales especializados encargados de mantener los frescos estables.
Cronograma alternativo
El museo, aunque continúa oponiéndose al traslado de las piezas artísticas, ha propuesto un calendario alternativo para su relocalización que podría trasladarlas con más garantías de mantener el estado actual de estas. El cronograma del centro cultural, detallado y por fases, incluye las aprobaciones administrativas necesarias y, sobre todo, los procedimientos y normas de actuación estándares de carácter internacional que son de obligado cumplimiento.
El MNAC cuestiona el calendario propuesto por Aragón en el que, según la entidad cultural, tanto los procedimientos como los requerimientos para actuar y tomar decisiones ponen en evidencia la falta de experiencia de la empresa responsable del traslado. Además, destacan la poca solvencia de la compañía para gestionar una operación de esta envergadura.
Informes
Para apoyar sus alegaciones, el museo ha pedido nuevos informes que avalan la complejidad extrema de la operación y que justifican la incapacidad técnica del centro para llevar a cabo la retirada en las fechas estipuladas, ya que podrían suponer daños irreparables. De estos informes, cabe destacar el último análisis hecho por la Dra. Simona Sajeva con fecha de uno de septiembre y el informe del ICCROM (International Centre for Study of the Preservation and Restoration of Cultural Property).
El primer informe de la Dra. Sajeva, directora del estudio de ingeniería aplicada a la conservación Interfaces, analiza la fragilidad de las pinturas y señala los puntos críticos del calendario propuesto por Aragón. La experta asegura que los plazos y la propuesta técnica aragonesa ignoran los graves riesgos, así como las potenciales pérdidas que podrían afectar a las piezas si eventualmente se efectuara el traslado. Finalmente, acaba declarando la propuesta de inviable.
El segundo, de ICCROM, cuya misión principal es ayudar a los estados miembros a conservar su patrimonio cultural, ha valorado que las pinturas pueden considerarse supervivientes de una pérdida catastrófica, rescatadas en circunstancias de emergencia, por lo que su estado actual alterado y extremadamente frágil dificulta cualquier relocalización. Las pinturas podrían ser vulnerables a un mayor deterioro si experimentaran cambios de temperatura o perturbaciones físicas a raíz del traslado.
La organización internacional ha pedido que se realice una evaluación exhaustiva de los riesgos en base a los valores existentes antes de emprender cualquier acción.
Otras pinturas
Las pinturas murales del Monasterio de Sijena no son las únicas pendientes de reubicación. El gobierno de Aragón también pidió el traslado de las pinturas profanas. No obstante, el MNAC ha asegurado que estos frescos ya están en fase de cumplimiento.
Estas obras de arte cuentan con características distintas y el estado de conservación de estas piezas son técnicamente diferente, por lo que no son tan sensibles a la relocalización. El Museo ha aportado borradores de los documentos necesarios para la licitación que Aragón deberá revisar y completar, dado que desconoce el destino y el método de instalación final de las pinturas, así como las condiciones climáticas y de conservación del lugar en el que estarán instaladas.