Salvamento Marítimo efectua un rescate en la costa de Barcelona Barcelona
Una tarde con los hombres que atienden 800 emergencias al año en las aguas de Barcelona
Crónica Global visita la torre de control de la institución en la Zona Franca y presencia un ejercicio de rescate de una pequeña embarcación en el Port Vell
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"¿Cuántas personas hay a bordo? ¿Todos se encuentran bien?", pregunta el controlador marítimo. A su lado, su compañero sigue la señal en la pantalla que marca la posición de un pequeño velero, a varias millas de la costa, frente a la playa Nova Icària. La embarcación ha quedado varada y necesita la asistencia de Salvamento Marítimo. "En veinte minutos. Cambio", concluye la llamada. Así empieza el ejercicio de rescate de la unidad desde el Centre de Coordinació Salvamento Marítimo (CCS) en la Zona Franca de Barcelona.
Bernat Valverde y Carles Farrarons son los controladores que atienden a este medio en la novena planta de la torre. Desde allí se contempla el horizonte industrial: contenedores, edificios administrativos, algún barco en los muelles, varios vehículos aparcados. Y también el mar.
Horario coordinado
Ambos trabajadores se sitúan frente al mar, sentados a lo largo de una larga mesa, separados por unos tres metros. Cada uno tiene varias pantallas, cada una con información distinta: planos de la costa de Barcelona y Girona, barcos navegando, sistemas de alarma...
Las ventanas frontales --polarizadas en azul-- filtran la luz del exterior, y en el centro, en el punto más visible, se muestra el tiempo universal coordinado (UTC), dos horas antes de la que marca nuestro reloj.
Náutica recreativa
Reciben una llamada y Carles contesta. Tras ubicar su posición en la pantalla, pregunta qué ha ocurrido, si están bien, el tipo de embarcación y otros detalles sobre el incidente. Es un velero recreativo que se ha detenido por un fallo en el motor, algo que ocurre con frecuencia en estas aguas.
En 2024, los centros de Salvamento Marítimo de Cataluña (Barcelona y Tarragona) participaron en el rescate y asistencia de casi 2.300 personas, con más de mil actuaciones marítimas atendidas. Del total, 505 emergencias correspondieron a la náutica recreativa, según datos de la institución. En el CCS Barcelona, en concreto, ya reciben cerca de 800 emergencias al año entre Barcelona y Girona.
Tiempo de auxilio
Detalle de las embarcaciones en tiempo real BARCELONA
El tiempo de llegada a una emergencia varía de 20 a 60 minutos, dependiendo de la situación. La intervención puede hacerse en embarcación o helicóptero, según la urgencia, ubicación y las condiciones climáticas.
"En verano, el volumen de llamadas al 112 puede ser alto, y en un momento hay que coordinar todos los medios. Luego, investigamos si es que hay que rescatar personas, en ese caso, contactamos con los Bombers, Mossos y Guardia Civil", explica Bernat.
Misión
Pero Salvamento Marítimo (SM) no solo se encarga de rescates, sino que sus labores se extienden a la prevención y lucha contra la contaminación del medio marino (con la retirada de objetos peligrosos), al seguimiento de tráfico marítimo, emisión de radioavisos, asistencia técnica a la ejecución de obras de infraestructura portuaria y otras actuaciones.
España tiene un litoral de cerca de 8.000 kilómetros, y la zona de responsabilidad de SM abarca un millón y medio de kilómetros cuadrados de mar, una superficie casi tres veces mayor que la de toda España. Esta área se divide en cuatro sectores: Atlántico, Estrecho, Mediterráneo y Canarias.
El CCS Barcelona controla las áreas de Barcelona y Girona, y está a cargo de Gerardo Gantes Rodríguez.
Los trabajadores de Salvamento Marítimo, Bernat Valverde y Carles Farrarons Barcelona
Mintaka
Tras localizar la posición del velero de nuestro ejercicio, se consulta qué ha ocurrido, si la tripulación está bien, el tipo de embarcación y otros detalles.
A continuación, nos preparamos para salir y nos desplazamos hasta el Port Vell para abordar la nave estrella de SM Barcelona: Salvamar Mintaka. La unidad, de 24 metros de largo, lleva ese nombre en honor a una estrella de la constelación de Orión y está operativa desde 2009.
La institución tiene la tradición de bautizar sus embarcaciones con nombres de astros. Por ejemplo, en Palamós cuentan con la unidad Sirius, mientras que en Port de la Selva y Roses operan Alnilam.
El jefe del Centro de Coordinación de Salvamento de Barcelona, Gerardo Gantes Barcelona
Mar adentro
En diez minutos llegamos al muelle de Barcelona, conducidos por Gerardo. Durante el trayecto, la lluvia iba a sorprendernos, pero justo antes de embarcar el cielo se abre, como si nos concediera una tregua. Frente a nosotros, las aguas respiran en calma.
Permanecemos bajo la sombra de un árbol, mientras a la derecha el Mintaka aguarda. Su casco naranja resalta, marcado con enormes letras blancas, lo siguiente: SM. Rescue Zone. A bordo, con los chalecos salvavidas ajustados, nos reunimos en la cabina con tres tripulantes.
El buque de Salvamento Marítimo Salvamar Mintaka, en Barcelona Barcelona
Al mando está Cosme Peñarrocha, el patrón (quien dirige la embarcación). Mientras este nos da las primeras instrucciones, el jefe de máquinas, Tomás Gozálvez, y el marinero, Jaume Mató, ponen en marcha el motor.
El Mintaka se adentra en el mar durante casi veinte minutos, avanzando a treinta nudos (unos 55 km/h) y modulando la velocidad, según lo exige el escenario. Finalmente, se dibuja el velero: pequeño, blanco, con dos personas a bordo.
El patrón
Desde la cabina se distinguen los asientos delanteros, rodeados de controles de navegación: indicadores de hora, velocidad y distancia respecto a otros cuerpos flotantes, además de radios y otros instrumentos. La sala es sombría.
El patrón de la embarcación de Salvamento Marítimo en Barcelona, Cosme Peñarrocha BARCELONA
Cosme recibe la comunicación de uno de los tripulantes del velero y les informa que la embarcación está muy cerca. Que el remolque comenzará en breve. Pide tranquilidad.
Objetivo
El patrón había explicado antes la maniobra: llegar hacia el velero y, cuando estemos a muy poca distancia --quizás de medio metro--, pasarle un cabo guía. Esto no es más que una cuerda de seguridad que une la embarcación de rescate con el barco a asistir.
Desde la aleta de estribor (parte trasera derecha), el marinero lanza un par de boyas de amarre, unidas a Mintaka, para evitar o suavizar el impacto con el velero. El otro operario arroja el cabo guía, listo para preparar el remolque.
La unidad de Salvamento Marítimo se mantiene paralela al pequeño velero, que transporta a dos tripulantes.
El tripulante de Salvamar Mintaka lanzando el cabo guía en una operación de rescate Barcelona
Remolque
"Aseguren la cuerda y amárrenla", indica el marinero. El otro tripulante, por su parte, afloja el cabo con cuidado, dejándolo deslizar poco a poco. En condiciones normales se mantiene una distancia de unos treinta metros, aunque en este ejercicio se ha reducido un poco más.
Emprendemos el regreso y, por un instante, uno imagina que la cuerda podría tensarse en cualquier momento. Sin embargo, ocurre lo contrario. El velero sigue alineado con nuestra estrella. A la vez, pequeños barcos de recreo lo observan con curiosidad.
A tierra
Transcurren otros veinte minutos hasta alcanzar el muelle más cercano. Con la operación concluida, el velero inicia su regreso al Port Vell, balanceándose --muy suave-- sobre las aguas calmadas.
Su casco blanco refleja los destellos del sol de las cinco de la tarde. Y las velas, todavía recogidas, parecen descansar tras el esfuerzo del ejercicio. Los operarios descargan con cuidado los equipos, fondean cada embarcación con la ayuda de compañeros en tierra.
Los navegantes del Salvamar Mintaka, de izquierda a derecha, Jaume Mató, Cosme Peñarrocha y Tomás Gozálvez, pertenecientes a Salvamento Marítimo de Barcelona BARCELONA
Se entregan los chalecos de seguridad y, con la luz dorada del puerto bañando la escena, los tripulantes de Mintaka se despiden con gestos tranquilos, mientras el velero parece fundirse con la calma del mar al fondo.
Desde su fundación en 1993, hasta 2023, Salvamento Marítimo ha auxiliado a más de 680.000 personas en todo el país.