Un centro de atención primaria (CAP) de Barcelona, en imagen de archivo

Un centro de atención primaria (CAP) de Barcelona, en imagen de archivo Cedida

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El CUAP Peracamps de Barcelona cierra por el calor: dos desmayos de trabajadoras a 30 grados

Las obras para habilitar el aire acondicionado se adelantan ante el desvanecimiento este domingo de una empleada en el centro dependiente del Hospital del Mar

Más información: Hasta ocho horas de espera en el hospital de la Costa Brava: "Hay noches infernales"

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Un verano infernal. La función de los centros de atención primaria es dar cobijo a los pacientes, pero es imposible en el CUAP Peracamps de Barcelona, en Ciutat Vella. El aire acondicionado dejó de funcionar hace tres meses y ha obligado a cerrar este domingo la instalación después de que dos trabajadoras se hayan desmayado por las altas temperaturas.

La situación es insostenible, y así lo han denunciado en diversas ocasiones los empleados de la salud del centro. Un sanitario atiende a Crónica Global para explicar lo que han vivido durante este verano, en el que las olas de calor han sido más largas e intensas que en años anteriores, rozando los 40 grados en el litoral catalán. "La única solución que nos han dado ha sido ventiladores y botellines de agua para los pacientes", indica.

Cierre del CUAP

El centro, dependiente del Hospital del Mar, ha amanecido este domingo con un cartel pegado en la puerta de entrada en el que reza: "Por motivos técnicos, el CUAP Peracamps permanecerá temporalmente cerrado a causa de una avería que no permite garantizar unas condiciones adecuadas de atención a las personas usuarias". Sin especificar el tiempo de cierre, se deriva a los pacientes al CUAP Manso, al de Sant Martí y al propio centro hospitalario ubicado en el Passeig Marítim. 

"La doctora se desmayó encima de un paciente cuando lo estaba atendiendo", relata uno de los afectados. Este suceso fue hace una semana cuando la provincia oscilaba entre los 28 y 34 grados y persistían las noches tropicales a raíz de la ola de calor que mantenía las alarmas por la afectación a la salud. Ahora, este domingo, y a causa de la ausencia del aire acondicionado, ha sido la administrativa quien sufrió el desvanecimiento.

Adelanto de las obras

Las dos trabajadoras se encuentran en buen estado tras sufrir este incidente, "uno está mejor fuera que dentro del CUAP", pero, ¿de dónde viene este desaguisado? Todo se debe a que el aire acondicionado fue instalado en una sala donde se recaliente y, por tanto, deja de funcionar. La inapropiada ubicación revierte en la operatividad de todo el centro que se ubica en el carrer Pieyre de Mandiargues.

Con los desmayos causados por un golpe de calor, la dirección del CUAP decidió poner fin a la actividad de inmediato y adelantar las obras para reparar las deficiencias del sistema a la semana que viene, en vez de dejar la remodelación para septiembre, fecha que había sido señalada reiteradamente a los trabajadores cada vez que les pedían una solución, advierte el empleado. "Hasta que no ha petado, no ha pasado nada", lamenta.

Ventiladores y botellines de agua

Desconoce, al igual que sus compañeros, qué sucederá durante las próximas jornadas, dado que se ha llevado a cabo esta clausura de improviso y sin contar con una organización previa que reubique a la plantilla a tiempo, asegura. "Llevamos todo el verano sin aire acondicionado y, mágicamente, las obras se han adelantado al jueves", critica. "Hemos hecho escritos, pero lo único que han traído son ventiladores y un pingüino", concreta.

El pingüino, o aire acondicionado portátil, es un equipo compacto y móvil que enfría una habitación sin requerir una instalación fija. Al contrario que los ventiladores, que solo mueven el aire de por sí caliente, este aparato expulsa el aire y refrigera la sala en la que se deposita. Sin embargo, solo se ha dado uno para la sala de espera. "Este ambiente crea malestar, ya no solo entre los trabajadores, sino en los pacientes", advierte.

Los Mossos también se quejan

En esta sala de espera hay pacientes fatigados, con mareos, aquejados por sus dolencias y en un estado febril que les dificulta guardar la compostura. A lo que se le suma el calor. La sensación angustiante de asfixia y sofoco hace que la cobertura sea más difícil, asegura el sanitario, ya que, de por sí, la zona en la que atienden es conflictiva.

"En el Raval atendemos a personas complicadas, como a los detenidos por Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra", detalla, "muchos de ellos se quedan en observación, por lo que tienen que quedarse los agentes a custodiarlos y también se quejan del calor". Ha visto a algunos pacientes tendidos en el suelo tras varias horas de espera, porque, aunque las condiciones que han vivido son extremas, tienen que priorizar los casos más graves. 

"Somos los que somos", resume. Por la mañana, el turno se compone de dos médicos, tres o cuatro enfermeras, uno o dos auxiliares, un camillero, una persona encargada de la seguridad y un administrativo. En cambio, el horario nocturno se reduce la plantilla y pasan a ser dos enfermeras, un auxiliar y un camillero, dos encargados de seguridad y un administrativo. 

Denuncia a Inspección de Trabajo

En Cataluña ya se han registrado dos muertes en el ámbito laboral por golpe de calor. La primera fue la trabajadora de FCC que, el pasado 28 de junio, se encontró mal durante su jornada laboral mientras trabajaba a pleno sol y falleció en su residencia. Mientras que la segunda se produjo en Alcarràs, Lleida, este agosto, cuando un temporero sufrió una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda en la finca en la que trabajaba.

Un panorama que ha puesto en alerta a los sindicatos. En el caso del CUAP Peracamps, el sindicato FTC/IAC advirtió el 17 de agosto que habían interpuesto una denuncia en Inspección de Trabajo debido al incumplimiento en prevención de riesgos laborales. "De momento, nada", se quejaban los miembros de la organización ante un termómetro que marcaba los 32º C en el interior.

Responde el Hospital del Mar

El Hospital del Mar, en respuesta a este medio, ha confirmado que hay una avería en el sistema de climatización que se agravó durante el fin de semana, momento en el que se decidió clausurar el servicio. El cierre temporal se debe a que realizarán los trabajos de reparación pertinentes "para solucionarla lo antes posible", confirman. 

En breve, adelantan, se especificarán los plazos de actuación y se comentará cuál será la fecha de apertura. "Durante este período, la atención a la ciudadanía se garantiza en coordinación con otros centros sanitarios y organismos oficiales", añaden. Como se anunciaba en el cartel colgado en la puerta del CUAP, será en los servicios de Manso, al de Sant Martí y al propio centro hospitalario ubicado en el Passeig Marítim.