La policía de Cunit abre bolsas de basura para multar a los vecinos que las tiran en la calle

El Ayuntamiento de Cunit (Tarragona) ha empezado a abrir las bolsas de basura depositadas fuera de los contenedores, en la calle, para registrarlas e identificar a los vecinos que las han dejado allí. Operarios municipales y agentes de la Policía Local buscan en las bolsas cualquier documento que les permita identificar a los incívicos y multarlos con 300 euros.

El consistorio que lidera el alcalde Jaume Casañas (Impulsem Cunit, la lista más votada en las pasadas elecciones y vinculada a Junts) ha tomado esta medida tras detectar “acumulaciones recurrentes” de bolsas de basura abandonadas en la calle. Especialmente, en dos puntos del municipio: la calle Ebre y la avenida Can Nicolau.

El equipo de gobierno municipal ha ordenado la Policía Local que peine la vía pública a la búsqueda de incívicos y los agentes han impuesto 50 multas solo la semana pasada. Ahora, la localidad intensifica sus esfuerzos y moviliza también al personal del equipo de intervención del departamento municipal de Medio Ambiente para, en coordinación con los policías, abrir y analizar las bolsas de basura.

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"Tolerancia cero" contra los incívicos

“Quien lance la basura fuera de los contenedores y lo pillen será multado con 300 euros”, ha advertido el alcalde Casañas, que ha subrayado que “la gente que hace bien las cosas no tiene por qué sufrir a los incívicos”. El líder municipal ha señalado que este comportamiento “afecta negativamente tanto a la convivencia vecinal como a la imagen del municipio" y "no quedará impune”.

"Aunque me cueste la alcaldía, seguiremos trabajando hasta que se resuelva el problema de los residuos", ha aseverado Casañas en un vídeo difundido en las redes sociales: "Tolerancia cero, cueste lo que cueste". Palabras que han levantado algunas críticas, tales como "me parece muy fuerte gastar tiempo y dinero público en rebuscar en basura ajena" o "¿cómo podéis demostrar que pertenece a alguien solo porque aparezcan restos de documentos con su nombre y apellido?"

Descontrol en verano

La cuestión se ha descontrolado este verano, a raíz de que el municipio estableciera la recogida de basuras puerta a puerta y contenedores inteligentes a mediados de 2024. Estos deben abrirse con una tarjeta personalizada y solo pueden usarse unos días determinados, en función del contenido de la bolsa (papel, envases y restos). Cosa que ha generado quejas porque es en temporada estival cuando la población se multiplica por 2,5 hasta los 40.000 habitantes, y el calor obliga a los vecinos a tirar a diario sus desechos para evitar malos olores en casa.

El ayuntamiento defiende haber flexibilizado el calendario en algunas calles para asumir el aumento de la demanda y recuerda que, en verano, el equipo de limpieza se refuerza con una cuarta máquina y con dos operarios más todos los días de la semana. El objetivo del nuevo sistema es aumentar el volumen de residuos reciclados, alcanzar el 55% fijado por Europa y mejorar la eficiencia de la recogida para evitar un encarecimiento de la tasa de basuras.

También en Girona

Otras ciudades catalanas también han tenido una transición accidentada en sus modelos de recogida de residuos. El ejemplo más claro es el de Girona, que ha rectificado y permitirá a sus vecinos lanzar cualquier tipo de basura cada día de la semana, después de que el ayuntamiento del alcalde Lluc Salellas (Guanyem) se haya visto obligado a duplicar sus recursos para recoger las bolsas que se acumulan fuera de sus contenedores inteligentes y resolver la insalubridad de sus calles.

Además, el gobierno municipal anunció hace dos semanas que incorporará a principios del próximo año 1.130 contenedores nuevos, dedicando un contenedor para cada fracción en cada isla de contenedores. Estos se instalarán de forma progresiva y se podrán abrir cada día y a cualquier hora con la tarjeta que ya tienen todos los gerundenses. Cabe recordar que el consistorio ha multado con 258.700 euros a la empresa adjudicataria Girona+Neta por vaciar los contenedores con una frecuencia menor a lo contemplado en el contrato.

Basura acumulada alrededor de los nuevos contenedores inteligentes de Girona Anna Oliveras