Ni bus ni metro: esta es la apuesta de Lleida y Tarragona para el transporte público

El mundo avanza hacia un futuro más sostenible. La Agenda 2030 es un claro ejemplo y Cataluña se ha puesto las pilas. 

Son varias las organizaciones y Administraciones que ponen de su parte para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Zonas de bajas emisiones, peatonalización de calles y apuestas por el transporte público son algunas de las medidas que ya se han tomado.

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En esta línea, Cataluña parece estar enfocada en apostar por un transporte público limpio distinto. Como no todas las ciudades pueden tener metro y el bus puede congestionar más el tráfico, el tranvía empieza a sonar como la alternativa perfecta.

Sólo hace falta echar un vistazo a las nuevas propuestas que surgen en Lleida y Tarragona e incluso en algunos municipios de estas provincias. Con el ejemplo de Barcelona, cada vez son más los que quieren su propio Tram.

Primero, Tarragona

Los primeros en conseguirlo pueden ser los vecinos del Camp de Tarragona. La Generalitat ha adjudicado la construcción de los siete primeros tranvías eléctricos que circularán entre Cambrils y Vila-seca. 

La empresa encargada será Stadler Rail Valencia, que fabricará los convoyes en su planta de Albuixech, en la provincia de Valencia. El contrato, por valor de 59,7 millones de euros (sin IVA), incluye el mantenimiento de los vehículos durante 15 años.

Cómo es el futuro tranvía

Los trenes serán del modelo Tramlink V3, similares a los que circulan en la ciudad alemana de Erfurt. Están diseñados para operar en tramos sin electrificación aérea gracias a baterías de litio que proporcionan hasta 9,9 kilómetros de autonomía. 

Tendrán 33,62 metros de longitud, estarán compuestos por cinco módulos y podrán transportar hasta 211 personas. La velocidad máxima alcanzable será de 81 km/h y dispondrán de zonas adaptadas para bicicletas, cochecitos y sillas de ruedas.

Imagen del tranvía Trambaix de Barcelona TRAM

Cada unidad contará con 54 asientos fijos y 10 abatibles, además de sistemas de información a tiempo real y climatización adecuada para las condiciones del clima mediterráneo.

El diseño interior ha sido planteado para armonizar con el entorno paisajístico del Camp de Tarragona. Según Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), operador del servicio, esta será la primera vez que asuma directamente un sistema tranviario.

Todo adjudicado

La primera fase del tranvía del Camp de Tarragona está prevista para principios de 2028. Esta conectará Cambrils con Vila-seca, pasando por Salou, con un total de 14 paradas y tres enlaces con la red de Rodalies. 

Paralelamente, ya se ha adjudicado el primer contrato de obras para la preparación de la plataforma. El siguiente paso será la licitación del proyecto constructivo completo. 

Conexión con Andorra

La segunda fase, entre Reus y Tarragona, incluye además un ramal hasta el aeropuerto de Reus. Y tras Tarragona, puede venir Lleida. Bueno, la Seu d’Urgell y Andorra, sin ir más lejos.

El Gobierno catalán también ha avanzado en el estudio del proyecto Tramvalira, que conectaría la capital del Alt Urgell y el país de los Pirineos mediante tranvía. Esta propuesta ha recibido una financiación de 329.841 euros a través del programa europeo de cooperación transfronteriza Poctefa. 

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El objetivo es ofrecer una alternativa al vehículo privado en un corredor donde más de 1.600 personas cruzan la frontera diariamente. La consellera de Territori, Sílvia Paneque, ha señalado que este proyecto se integra en la futura red territorial de trenes y tranvías de Cataluña.

Una propuesta para Lleida

En paralelo, en Lleida se ha presentado un proyecto distinto, lo ha hecho la Fundación Mobilitat Sostenible y Segura que, tras un estudio de la situación de los tranvías en España, ha lanzado una propuesta. Su nombre: Lleida-Tram.

La propuesta plantea una línea circular de 8 kilómetros por la capital del Segrià. Tendría 15 paradas, que conectarían la estación de Lleida-Pirineus con los principales puntos de interés urbano, como el hospital, la universidad y el eje comercial y administrativo. 

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El trazado propuesto incluiría paradas cada 500 metros aproximadamente y una frecuencia de paso de entre 10 y 15 minutos en hora punta. El horario previsto sería de 5 a 23 horas.

La previsión inicial del proyecto es captar unos ocho millones de viajeros anuales. Sumados a los 7,3 millones de usuarios actuales del autobús urbano, se espera alcanzar una demanda combinada de 15 millones. En el largo plazo, el objetivo es llegar a los 25 millones.

Seguimiento de la norma europea

La agrupación tiene todo pensado. En sus proyecciones estiman que con el modelo de tarifa vigente y el coste de explotación, el sistema generaría un retorno neto de hasta 30 millones de euros por década. 

A eso se le suma que la Fundación Mobilitat Sostenible i Segura, detalle que el tranvía consume cinco veces menos energía que el autobús por viajero, por lo que se alinearía con las políticas europeas de movilidad sostenible.