Ni Poblet ni Montblanc: este impresionante santuario de la ruta del Císter sorprende en este pueblo con menos de 250 habitantes

Ni Poblet ni Montblanc: este impresionante santuario de la ruta del Císter sorprende en este pueblo con menos de 250 habitantes AYUNTAMIENTO DE GUIMERÀ

Historia

Ni Poblet ni Montblanc: este impresionante santuario de la ruta del Císter sorprende en este pueblo con menos de 250 habitantes

El templo es el heredero de un antiguo monasterio cisterciense femenino fundado hacia 1190

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La ruta del Císter es un viaje más que interesante para conocer la Cataluña alejada de las grandes capitales catalanas. Un recorrido cargado de arte, arquitectura e historia que ayuda a conocer más el territorio.

Situada en las provincias del interior de Tarragona, la ruta tiene como grandes puntos de referencia al Monasterio de Poblet y el pueblo de Montblanc, donde nació la leyenda de Sant Jordi. Tampoco falta el Monasterio de Santes Creus. Pero en realidad hay muchos más.

Si uno sigue un poco más arriba y se adentra ya en la provincia de Lleida, puede encontrar otra joya del arte cisterciense. Es mucho menos conocida, pero no menos hermosa. Se trata del Santuario de Santa Maria de la Bovera.

De forma discreta, este pequeño templo se eleva sobre un promontorio boscoso de 590 metros de altitud, a las afueras de otro diminuto y bello pueblo, Guimerà, que apenas supera los 230 habitantes.

Relación con un monasterio femenino

El templo no está en el interior del pueblo, sino a las afueras, en el ascenso por una pista rural que lo conecta Guimerà con el silencio y la espiritualidad de este pequeño templo. También con una historia curiosa.

El santuario actual es el heredero de un antiguo monasterio cisterciense femenino fundado hacia 1190, cuando Pere de Tàrrega otorgó el terreno a un pequeño grupo de religiosas procedentes del cercano monasterio de Vallbona de les Monges. ¿Por qué?

Un lugar sagrado

Cuenta la tradición que una imagen de la Virgen fue hallada milagrosamente en el interior de una encina por un pastor y, cada vez que intentaban trasladarla al pueblo, la talla volvía a aparecer en el mismo punto. Aquello fue interpretado como una señal divina: era en esa pequeña colina, lejos de núcleos habitados, donde debía construirse un lugar de veneración. 

Así nació La Bovera. Aunque, la comunidad cisterciense no duró más de medio siglo. A causa de la falta de agua y los problemas de abastecimiento, las monjas se trasladaron y fundaron nuevos cenobios en Vallsanta y Valldaura. 

Porche románico de La Bovera

Porche románico de La Bovera AYUNTAMIENTO DE GUIMERÀ

Aun así, el recinto nunca fue abandonado del todo: se reconvirtió en santuario mariano y se mantuvo como lugar de peregrinación y devoción rural a lo largo de los siglos. Ante el paso del tiempo, los de duques de Ixart, mecenas de la región, ordenaron reconstruir la iglesia entre 1726 y 1730. Se optó por un estilo sobrio que combina el barroco catalán con elementos del templo anterior, que dan forma a la capilla actual.

Todavía hoy se conservan restos visibles del claustro original, reconvertido en casa del ermitaño, y fragmentos de una torre defensiva erigida en 1438 para proteger el lugar. También destaca el pórtico renacentista con columnas escudadas, símbolo de los linajes protectores del lugar. 

Cómo es la iglesia

Ya el interior de la iglesia está presidido por un retablo barroco dedicado a la Virgen, acompañado de altares laterales a santos como Santa Ana, Sant Magí o la Mare de Déu de Montserrat. También hubo un retablo gótico, el original, obra del pintor Francesc Solives, pero fue trasladado al Museu Episcopal de Vic, donde se conserva actualmente.

Todo el conjunto rezuma silencio, reposo y espiritualidad. Y es que a la belleza arquitectónica y a su historia se le suma su emplazamiento. el Santuari de Santa Maria de la Bovera se halla en su explanada desde la que observa el valle del Corb, salpicadp de bancales, campos de cultivo y manchas de encinar mediterráneo. 

Oficios religiosos

No hay carreteras asfaltadas cerca ni infraestructuras visibles. Solo un sendero de tierra apto para vehículos conecta el santuario con Guimerà y otras pistas rurales que cruzan la comarca. 

Por allí ascienden los devotos los días de ceremonia. El santuario abre cada Lunes de Pascua para celebrar una romería. Aunque hay jornadas en que se ofrecen oficios religiosos, comidas populares al aire libre y encuentros comunitarios. 

Frescos de La Bovera

Frescos de La Bovera AYUNTAMIENTO DE GUIMERÀ

Y si uno quiere un poco más, siempre se puede acercar a Guimerà, un pueblo de origen medieval declarado Bien Cultural de Interés Nacional, cuyo casco antiguo conserva murallas, portales, torres y callejones empedrados que suben serpenteando hasta la iglesia parroquial y el castillo. 

Cómo llegar

La capital más cercana al santuario es Lleida. Se sale en dirección este por la A-2 hasta Tàrrega y se enlaza con la C-14 dirección sur. A pocos kilómetros, el desvío hacia Guimerà aparece claramente indicado. Se llega en menos de una hora. 

Desde Barcelona, el viaje es de una hora y 45 minutos. Se suele ir por la AP-2 hasta la salida 9 en dirección a Tàrrega y continuar por la C-14.