Fotomontaje de Rosalía y el pueblo donde creció
El pequeño pueblo donde se forjó la voz de Rosalía: "Uno no es lo que le viene dado, sino lo que elige ser"
Pese a contar con tan solo 8.000 habitantes, se sitúa como uno de los municipios catalanes más ricos
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Antes de llenar estadios, antes de los Grammys y los titulares, Rosalía era una voz que cortaba el aire en un pequeño pueblo de Barcelona. Cantaba en un bar local, frente a vecinos que no imaginaban que esa chica de melena oscura y mirada fija iba a cambiar las reglas del flamenco. No venía de una saga artística, ni de una familia con contactos. Venía del trabajo, del estudio, de repetir una bulería hasta hacerla suya. "Lo que ahora ve todo el mundo no es fruto de la improvisación, sino de un trabajo de años", declaraba el alcalde del municipio catalán.
Mientras muchos la cuestionaban por mezclar tradición y electrónica, ella ya sabía lo que quería: hacerse oír, sin pedir permiso. Porque lo suyo nunca fue imitar, sino transformar. En una entrevista, aseguró que "uno no es solo aquello que le viene dado, también aquello que elige ser”. Rosalía no apareció de la nada; se forjó entre profesores exigentes, carreteras secundarias y escenarios humildes donde afinó no solo la voz, sino la visión. Hoy es un fenómeno global.
Aunque nació en Sant Cugat del Vallès, todo empezó allí: en ese pequeño pueblo que nunca imaginó que una de sus hijas se convertiría en una revolución. Allí pasó su infancia y adolescencia, recibió sus primeras clases de canto, participó en eventos locales y dio sus primeros pasos sobre el escenario.
Lejos del glamour y los focos, el pueblo donde se crió Rosalía ("un lugar en el que todos nos conocemos", según afirma su propio alcalde) mantiene una identidad tranquila, agrícola e industrial, y una mezcla de raíces catalanas y andaluzas que marcó profundamente el estilo de la artista. En palabras de la propia Rosalía, su entorno estaba lleno de hijos e hijas de inmigrantes andaluces, una influencia que permeó su forma de ver la música y la vida.
Un municipio entre lo rural y lo moderno
En lo alto de una colina, con vistas a la majestuosa montaña de Montserrat y rodeado de viñedos centenarios, se encuentra Sant Esteve Sesrovires, un pequeño municipio catalán que, aunque discreto, ha alcanzado fama internacional por ser el lugar donde creció la cantante, convertida en una gran artista que ha revolucionado el flamenco y la música urbana a nivel mundial.
Imagen Sant Esteve Sesrovires B
Sant Esteve Sesrovires pertenece a la comarca del Baix Llobregat y cuenta con poco más de 8.000 habitantes. Su tamaño modesto no impide que tenga una fuerte personalidad: es un pueblo que combina la tradición vinícola con una importante presencia industrial, además de ofrecer una calidad de vida que ha atraído a muchas familias que buscan tranquilidad cerca de Barcelona. Además, cabe destacar que en este municipio la renta media por persona, en base a últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, es de 28.750 euros. Esto lo convierte en unos de los municipios de Cataluña más ricos.
Está dividido en varios núcleos y urbanizaciones, como Vallserrat o Can Amat, rodeados de naturaleza, colinas suaves y campos de cultivo. El casco antiguo, compacto y encantador, conserva el alma de los pueblos catalanes, con calles estrechas, plazas con historia y vecinos que se saludan por su nombre.
Entre sus principales actividades económicas destacan la agricultura y la industria, ya que en su término municipal se encuentra parte de la planta de SEAT. Esta dualidad entre campo y fábrica ha creado un equilibrio social muy característico, con una población trabajadora y diversa.
Viñedos, bodegas y enoturismo
Uno de los grandes tesoros de Sant Esteve es su tradición vitivinícola, con bodegas familiares que se remontan al siglo XIX. Entre ellas destaca Can Estella, una masía modernista que combina historia, arquitectura y vino. La bodega produce vinos y cavas de gran calidad y ofrece visitas guiadas, catas, y experiencias entre viñedos con vistas espectaculares.
Además, la cercanía con la DO Penedès y la Ruta del Vino del Baix Llobregat convierte al pueblo en una parada estratégica para los amantes del enoturismo.
Viñedos en Sant Esteve Sesrovires Baix Llobregat Turisme
Naturaleza y patrimonio cultural
El paisaje que rodea Sant Esteve Sesrovires es otro de sus grandes atractivos. La montaña de Montserrat, visible desde muchas partes del municipio, actúa como telón de fondo constante y fuente de inspiración. Los amantes del senderismo pueden recorrer caminos rurales, bosques de pinos, y rutas locales como la del Camí de Canals o el camino hacia la ermita de Sant Sebastià.
En el plano patrimonial, destacan lugares como:
- La Iglesia de Sant Esteve, de estilo románico.
- Las antiguas masías del entorno rural, como Can Margarit o Can Estella.
- El Molí Fariner de Canals, un molino histórico ligado a la actividad agrícola tradicional.
Iglesia Parroquial de Sant Esteve Sesrovires Baix Llobregat Turisme
Además, el municipio cuenta con equipamientos culturales, deportivos y educativos, que reflejan su compromiso con la vida comunitaria.
Bien conectado y perfecto para una escapada
A solo 30 km de Barcelona, Sant Esteve Sesrovires está bien comunicado por carretera y transporte público. Cuenta con una estación de tren (FGC), que permite llegar desde la capital en menos de una hora, convirtiéndolo en un destino ideal para una escapada de día o de fin de semana.
Ya sea para seguir los pasos de Rosalía, degustar vinos locales, disfrutar de rutas naturales o simplemente desconectar, este pueblo ofrece una alternativa auténtica al turismo masificado.
Rosalía y el orgullo local
La presencia de Rosalía en el imaginario del pueblo no ha pasado desapercibida. Aunque ella ha sido muy discreta en cuanto a su vida personal, vecinos, profesoras y responsables municipales han expresado el orgullo que sienten por ver cómo alguien de su comunidad ha llegado tan lejos sin perder su autenticidad.
El alcalde del municipio ha destacado en varias entrevistas que el éxito de Rosalía no fue un golpe de suerte: "Nadie le ha regalado nada. Es una persona que hace años que sabe lo que quiere y que ha trabajado muy duro para conseguirlo. Esta actitud es un ejemplo para su generación".
Sant Esteve Sesrovires es mucho más que el pueblo donde se crió Rosalía. Es un lugar con alma, donde conviven la tradición y la modernidad, el arte y el trabajo, la tierra y la industria. Un rincón del Baix Llobregat que ha sabido mantenerse fiel a sí mismo y que, gracias a su hija más famosa, empieza a ser descubierto por el mundo entero.