El padre de Lamine Yamal, Mounir Nasraoui, posa sentado en un banco

El padre de Lamine Yamal, Mounir Nasraoui, posa sentado en un banco REDES

Vida

La justicia da un respiro a Lamine Yamal y aplaza la declaración de su padre

Se trata de la misma causa en la que Mounir Nasraoui terminó recibiendo dos cuchilladas en el trascurso de una pelea 

Contenido relacionado: El padre de Lamine Yamal, investigado en la misma causa en la que fue apuñalado

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Mounir Nasraoui, padre del futbolista Lamine Yamal, debía haber comparecido este lunes 21 de julio ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Mataró como investigado por un presunto delito de lesiones. Sin embargo, su declaración fue aplazada in extremis por el titular del juzgado, quien alegó problemas de agenda. La nueva fecha fijada para su comparecencia es el próximo 2 de octubre.

Nasraoui, ahora, figura como investigado en la causa en la que inicialmente aparecía únicamente como víctima por haber recibido dos puñaladas en el transcurso de una pelea ocurrida el 14 de agosto de 2024 en el barrio de Rocafonda, en Mataró (Barcelona).

Sin embargo, tras los recursos presentados por la defensa del presunto agresor, la situación procesal ha dado un giro: el padre del jugador del FC Barcelona ahora enfrenta una imputación por haber golpeado al joven que acabó acuchillándolo.

Su versión llegará en otoño

El aplazamiento de la declaración de Mounir Nasraoui deja en el aire una versión clave del caso. Habrá que esperar hasta el otoño para conocer su relato de los hechos ante el juez, en una causa que ha evolucionado hacia un complejo caso de denuncias cruzadas y acusaciones mutuas.

Este aplazamiento representa también una tregua momentánea para Nasraoui, quien sigue lidiando con las consecuencias del mediático 18º cumpleaños de su hijo Lamine, celebrado hace apenas una semana. La fiesta, que congregó a numerosas celebridades y allegados del futbolista, generó una gran repercusión mediática.

Mounir Nasraoui felicita a su hijo Lamine Yamal

Mounir Nasraoui felicita a su hijo Lamine Yamal REDES

¿Cómo se llegó hasta aquí?

Los hechos que han desembocado en esta situación judicial se remontan a la tarde del 14 de agosto de 2024, alrededor de las 20:00 h, cuando Nasraoui acudió junto a varios allegados a un aparcamiento en la ronda Rafael Estrany, en Mataró. El encuentro tenía como objetivo resolver una disputa iniciada esa misma mañana: un niño de apenas dos años, desde una terraza, salpicó accidentalmente con agua a Nasraoui, lo que desató su enfado.

Según testigos, el padre de Lamine Yamal tuvo que ser contenido por agentes de la Policía Local, mientras manifestaba su indignación con frases como: “Esto no puede ser”, “que lo arregle un buen abogado” o “ya lo arreglaremos luego”.

Una emboscada

Lo que parecía una discusión menor derivó en un violento enfrentamiento. Según la defensa de los acusados, el encuentro fue organizado por el entorno de Nasraoui para "ajustar cuentas" con Albert G. C., padre del menor que lo mojó accidentalmente. Ante el temor de una agresión, Albert acudió acompañado por su hermano Adrià G. C., su padre y un amigo de la familia.

La discusión inicial subió de temperatura y en el transcurso de la pelea, Nasraoui fracturó el tabique nasal de Adrià G. C. con un puñetazo. Según consta en la causa, fue entonces cuando Adrià, tras arrebatarle un arma blanca a uno de los acompañantes de Nasraoui, apuñaló al padre del futbolista en dos ocasiones: una en el tórax y otra en el costado.

Nasraoui fue trasladado de urgencia al Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), en Badalona, donde fue intervenido quirúrgicamente.

Mounir Nasraoui publica una imagen con su madre después de salir del hospital

Mounir Nasraoui publica una imagen con su madre después de salir del hospital REDES

Una pelea con versiones enfrentadas

Aunque inicialmente toda la atención se centró en la agresión sufrida por Nasraoui, el joven que lo apuñaló también resultó herido, con lesiones calificadas como menos graves.

Uno de los amigos de Nasraoui, presente en la pelea, reconoció en sede policial que su compañero fue quien “empezó a soltarle puñetazos” a Adrià G. C.

Durante su declaración judicial, Adrià aseguró que uno de los amigos de Nasraoui sacó una navaja. “Me sentí acorralado, no podía moverme ni para adelante ni para atrás. Le quité la navaja. Pensaba que me iban a matar, eran muchas personas contra mí, con una navaja, y yo estaba solo e indefenso”, relató ante el juez.

Cuatro detenidos y una causa que se amplía

A raíz de la pelea, la policía detuvo a cuatro personas: los hermanos Albert y Adrià G. C., el padre de ambos, y un amigo de la familia. Adrià, autor material del apuñalamiento, fue enviado a prisión el 16 de agosto de 2024, donde permaneció hasta enero de 2025.

Desde entonces, sus abogados han impulsado una estrategia legal para lograr que la causa refleje también las agresiones cometidas por Mounir Nasraoui, en lugar de limitarse al apuñalamiento.

Denuncias cruzadas y giro judicial

La batalla legal no ha sido sencilla. En un primer momento, el juez instructor de Mataró rechazó la petición de libertad provisional para Adrià, decisión que fue recurrida ante la Audiencia de Barcelona, que acabó revocándola y ordenando su excarcelación.

Más adelante, y tras nuevas negativas del juzgado de Mataró, la defensa consiguió que la Audiencia aceptara incorporar a la causa la denuncia por lesiones contra Nasraoui, en un giro procesal clave.

Mounir Nasraoui celebra su 39 cumpleaños con su hijo Lamine Yamal

Mounir Nasraoui celebra su 39 cumpleaños con su hijo Lamine Yamal REDES

El magistrado Sergio Prats Jané había considerado en su primera valoración que Nasraoui actuó en legítima defensa, ya que se habría limitado a responder a una agresión. No obstante, la defensa de Adrià sostiene que el golpe de Nasraoui fue el inicio del conflicto físico, lo que, de confirmarse, justificaría su investigación como posible autor de lesiones.

La Audiencia ha respaldado esa visión, considerando que los hechos no deben analizarse de forma aislada, sino como parte de un mismo episodio violento con posibles responsabilidades compartidas.