Ana Roca, presidenta del sindicato Metges de Catalunya, en la sede de Consell de Cent, en Barcelona

Ana Roca, presidenta del sindicato Metges de Catalunya, en la sede de Consell de Cent, en Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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Ana Roca, de Metges de Catalunya: "Un motivo de la huida de los médicos es la competencia salarial de la privada"

La primera mujer al frente de la asociación adelanta que pondrán en marcha un observatorio para evaluar las medidas en la reforma de la atención primaria

Más información: Metges de Catalunya pone "en duda" los datos de Salud y cuestiona la planificación del sistema sanitario

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Ana Roca es la primera mujer al frente del sindicato Metges de Catalunya en 125 años de historia. Llega al cargo en un momento de plena transformación en el campo sanitario, en donde se centran las miradas después de que el procés copara los titulares a lo largo de una década. Responde sin ambigüedades a las afirmaciones de la Conselleria de Salud, a la que exige más datos, transparencia y acciones directas

La pediatra del CAP Viladecans (Barcelona) relevó en junio en el cargo al cirujano Jordi Cruz y sigue con recelo las actualizaciones del departamento de la consellera de Salud, Olga Pané. Reivindica más contrataciones y mejores condiciones laborales frente a una sanidad privada que aprieta el acelerador y saca músculo para atraer y convencer a los facultativos. 

Una de las primeras medidas que ha lanzado en esta nueva etapa es la creación de un observatorio que, desde el sindicato, monitorice las acciones del Govern para comprobar el éxito o fracaso de las medidas que implementarán en la reforma de la atención primaria que comenzó este julio y espera dar el salto hacia la sanidad del futuro en Cataluña. 

En esta nueva etapa como presidenta, ¿cuáles son los objetivos a cumplir?
Son muchos a nivel laboral, a los que se suman otros en materia de igualdad y equidad entre los profesionales, como la necesidad de conciliación. A los problemas de siempre, como jornadas larguísimas, sobrecarga, guardias, descansos insuficientes, sumamos la conciliación personal, que también afecta a los compañeros médicos, y la maternidad.
La consellera Olga Pané decía que era un mito que los médicos y las enfermeras se vayan. ¿En qué momento se encuentra la profesión en Cataluña? 

La situación de la profesión no es buena, lo hemos dicho repetidamente y la ciudadanía lo sabe perfectamente. Si hay estas listas de espera tan largas para ser atendido en una consulta externa hospitalaria, en atención primaria, en una cirugía o una prueba, es porque faltan profesionales.

Hay un desequilibrio: la población ha aumentado en 500.000 personas y los médicos de atención primaria en el Institut Català de la Salut (ICS) han disminuido en 300. 

Aparte, los compañeros que hacen la especialidad en Cataluña no se quedan en el sistema público después de finalizar su formación. No solo huyen a otros territorios del Estado, o a otros países, sino a la sanidad privada, donde tienen buenas ofertas de trabajo.

Desgraciadamente, hay una descapitalización, porque cada vez hay más ciudadanos que deciden asumir un sobrecoste familiar para tener una mutua privada, y eso es un fracaso de la sanidad pública. Insisto, a la Conselleria le es muy difícil dar números porque no los tiene.

También decía que el sueldo de los facultativos no es un problema. ¿Esto es así?

De nuevo, es desconocer la realidad. Desconocen el número de profesionales y especialistas que tienen por centro, desconocen ratios o cuántas camas hospitalarias y de intensivos hay. 

La huida de los médicos viene motivada por muchas cuestiones, y una es la retributiva. Hace años la sanidad privada no era competitiva a este nivel respecto a la pública, en cambio, ahora sí. No solo en ese campo, sino en temas de conciliación.

Una cuestión a la que dan mucha importancia los jóvenes, como es lógico, así que van a un empleador que les garantice un sueldo adecuado, con la posibilidad de desarrollar su profesión con una conciliación adecuada. Para lo que la pública muchas veces no tiene sensibilidad. 

Un observatorio para seguir la reforma

La Conselleria prepara la reforma del sistema, empezando por la atención primaria. ¿Cuáles son sus expectativas?

Estamos a la espera. Lanzaremos un observatorio la semana que viene para monitorizar estos cambios, y ver qué resultados y consecuencias tendrá en la atención a la ciudadanía y en la sobrecarga a los profesionales. No queremos esperar un año. Si hay una medida que funciona, lo diremos, y si hay un problema, también. 

De todas formas, hay un desequilibrio si hay menos médicos de familia que hace diez años y más población a atender. Difícilmente las fórmulas burocráticas o de inteligencia artificial podrán sustituir la labor de un médico.

El presidente del comité de expertos Cairos, Manel del Castillo, decía que se iba a implementar los reconocimientos económicos.

Si un médico va a cobrar un incentivo por no derivar pacientes, ¿qué hay ahí detrás? ¿La presión para no derivar pacientes a hacer la prueba complementaria o a otro especialista hospitalario? Estamos en contra. Eso es una aberración.

Respecto a ampliación de jornada, desde la huelga de la atención primaria del ICS del 2018, ya existe la posibilidad de que los médicos de familia y pediatras atiendan más cupo de pacientes ampliando la jornada. 

No estamos de acuerdo con los incentivos para prescribir menos fármacos o para derivar menos. 

Con la implementación del personal administrativo, ¿esperan descargar la burocracia?
Llevamos 15 años con documentos de desburocratización desde el Servei Català de la Salut o el propio Departament, aunque el médico sigue teniendo que redactar y firmar, como los informes o una prescripción farmacológica. Eso, difícilmente, lo podrá hacer otro profesional. Veremos cómo se implanta el administrativo sanitario.
En ningún caso creemos que una buena fórmula sea añadir responsabilidades a los trabajadores que no tienen la formación necesaria para asumirla, porque puede suponer un riesgo jurídico para el profesional y los usuarios. 

Falta de profesionales

Las estadísticas señalan que faltan unos 1.000 profesionales en Cataluña. ¿Dónde hay más descompensación?
En Barcelona, quizá hay menos descompensación, pero ya cuando te alejas hay verdaderas dificultades para cubrir médicos de urgencias, cirugía, traumatología, anestesia. Hay especialidades muy deficitarias.
Los contratos por guardia, ¿cómo está afectando a que haya más estabilidad?
De los compañeros que trabajan en urgencias, hay quien hace su jornada con guardias complementarias y, por otra parte, hay contratados específicamente para hacer estas guardias. Pero no es un problema. El problema es la falta de profesionales, en global.
En cuanto al anteproyecto de ley de medicamentos, que permite la prescripción de fármacos por parte de enfermeras y fisioterapeutas, ya se han mostrado en contra.

Con el listado que hay actualmente ya puede haber problema. Pongo un ejemplo: enfermería actualmente puede prescribir un antibiótico para la infección de orina. Sin embargo, no todas las personas que tienen estos síntomas la sufren, ya que pueden tener una enfermedad de transmisión sexual u otra patología. Por tanto, esa indicación farmacológica podría ser inadecuada e, incluso, tener posibles efectos secundarios.

Hay otros fármacos que pueden prescribir, como antiinflamatorios, paracetamol, ibuprofeno, sales de rehidratación, tratamientos tópicos y demás. Ahora, ¿la base cuál es? Para hacer una prescripción de un fármaco de indicación médica requiere un diagnóstico y tratamiento médico. 

La cuestión que pretende la Administración es abaratar costes y que haya otro profesional que sustituya al médico. 

Que no agilizar. 
Puede parecer que agiliza en un momento determinado, pero habría que analizar el porcentaje de revisitas y las condiciones en la que vienen los pacientes. 

Negociar el estatuto médico

Respecto al Estatuto Marco, en fase de negociación entre sindicatos y Ministerio de Sanidad, ustedes piden un convenio propio. 

Los facultativos y facultativas tenemos unas particularidades que el Estatuto Marco no recoge. Tenemos la obligación de hacer jornadas más largas que el resto de trabajadores de la sanidad pública, junto a la obligación de hacer guardias. 

En Vigo, a través de la plataforma APEMYF, hemos acordado iniciar los trámites para una iniciativa legislativa popular (ILP) con la recogida de 500.000 firmas para que se discuta en el Congreso de los Diputados. Es una vía que puede ser larga, pero posible. Si realmente hay sensibilidad por parte de los partidos políticos de la realidad de los profesionales del país, estas cuestiones serán abordadas.

En la mesa negociadora del Estatuto Marco, donde participa el Ministerio, dejan ver que el debate sobre el estatuto médico queda fuera, y de eso no se puede ni hablar ni discutir y que no tiene sentido, pero hay muchos países europeos con este estatuto propio con temas específicos de la profesión.

Otros cuerpos, como el de enfermería, fisioterapeutas o técnicos, entienden que se desliguen como una afrenta y temen que no llegue a una actualización del marco. ¿Cómo ve esta discusión?

En la mesa negociadora del Estatuto Médico, de los 15 miembros que representan las formaciones sindicales, solo hay un médico. Es muy difícil que con esta representación se pueda conseguir nada. Así se vio en el 2003 y en estos años, en los que no se ha hecho ningún cambio.

En cualquier caso, es una forma de hacer la lectura. Es absurdo que otros grupos profesionales puedan interpretar que un estatuto médico sea discriminatorio hacia ellos. Cada uno tiene sus particularidades, y no tienen la obligación de las 48 horas semanales de jornada de los facultativos y, por necesidades del servicio, pueden llegar a las 50, 60 o 70 horas, y los descansos no siempre están garantizados tras 36 horas.

Hasta ahora, los discriminados y agraviados somos los médicos. Sería impensable para pilotos, controladores aéreos, jueces o bomberos. Esos mismos sindicatos no han abordado esta problemática, así que tenemos toda la legitimidad para exigir el espacio propio de negociación.

Ana Roca, presidenta del sindicato Metges de Catalunya, en la sede de Barcelona

Ana Roca, presidenta del sindicato Metges de Catalunya, en la sede de Barcelona SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

"Indefensión"

La Conselleria estudia implementar multas económicas a los individuos que agredan verbal o físicamente a los sanitarios. ¿Es un primer paso para evitar este tipo de situaciones? 
Si hay esta sanción, significa que la agresión se ha producido. No hay que llegar a ese punto, el cual va muy asociado a la sobrecarga por la falta de los trabajadores. Los usuarios no entienden esas demoras o que no haya tiempo de explicar bien un diagnóstico, o el que está horas en una camilla o un pasillo de un hospital.

No lo estoy justificando, pero hay que evitar crear esta situación. Tenemos compañeros que no se han reincorporado al trabajo tras un año, a raíz del miedo que sufren. Tenemos una sensación de indefensión muy importante.
El Govern de Salvador Illa venía para comenzar una nueva etapa tras el procés. ¿Notan ese cambio en el ámbito sanitario?

En el caso de la sanidad, no tienen los datos para planificar correctamente. Los recursos son limitados y no pretenden aumentarlos, por lo que va a haber mucha tensión en el mundo sanitario. 

Hace seis años se crearon unos planes de refuerzo de la atención primaria con un refuerzo económico importante destinados a los centros que atendían a población con más dificultad socioeconómica. Gracias a eso, se pudieron reforzar sus plantillas y pudieron atender mejor a la ciudadanía. Esto ya no existe. Por tanto, no necesariamente lo que nos dicen [los políticos] es lo que luego ocurre.