Valentín Moreno, ejecutado en noviembre de 2021, con la Audiencia Provincial de Barcelona de fondo

Valentín Moreno, ejecutado en noviembre de 2021, con la Audiencia Provincial de Barcelona de fondo Crónica Global

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El fiscal pide justicia para Valentín Moreno: “El intermediario no es un pringado, es un profesional del crimen”

El juicio concluye sin poder identificar al autor intelectual, pero con nuevas pistas que podrían reabrir la investigación

El representante del ministerio fiscal tilda de 'performance' la estrategia de la defensa del cooperador necesario para encubrir a un testigo 

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El juicio por el asesinato de Valentín Moreno, ejecutado en Sant Adrià de Besòs en noviembre de 2021, encara su recta final. Este martes se han realizado las últimas pruebas periciales y ha sido el turno de las partes para leer sus informes y escritos de conclusión.

El fiscal Félix Martín ha dejado clara su tesis: la muerte de Valentín fue un crimen premeditado, vinculado a la delincuencia organizada y que no dejó un reguero de pistas, precisamente por la profesionalidad de sus ejecutores. De ahí, que se haya llegado al juicio en ausencia de los autores intelectuales.

“No están todos los que son, pero todos los que están, son”, ha insistido el fiscal en relación con esta ausencia, pero señalando directamente a los dos hombres que sí se sientan en el banquillo de los acusados: Sergio Gutiérrez, presunto cooperador necesario, la persona que facilitó la logística del crimen; y Daniel Díaz, uno de los dos sicarios.

Todas las pruebas apuntan al cooperador

Durante su intervención ante el jurado, el fiscal ha reconocido que no existen transferencias económicas evidentes, ni pruebas directas que vinculen al acusado Sergio Gutiérrez Martín con la ejecución de Valentín Moreno. "Si las hubiese, sería la chapuza criminal más grande que habría visto en mi carrera profesional", ha ironizado.

Valentín Moreno durante el juicio por el crimen de la Vila Olímpica, en una imagen de archivo

Valentín Moreno durante el juicio por el crimen de la Vila Olímpica, en una imagen de archivo

Sin embargo, la bicicleta con la que se movió el sicario, los patinetes con los que hicieron los seguimientos previos, los teléfonos móviles que usaron, los DNI robados y la moto y el coche que utilizaron... todo, insiste el fiscal, señala a Sergio Gutiérrez como eslabón intermedio.

"No les pido un acto de fe, les pido que interrelacionen las pruebas y vean que todos los elementos que participaron en el crimen tienen un único denominador común: el señor Gutiérrez", ha señalado.

Ejemplo de ello: la bicicleta con la que viajó el sicario antes de disparar a Moreno contenía una huella de Sergio Gutiérrez. También fue él quien alojó a los dos sicarios colombianos en casa de una conocida suya. Y se utilizaron los DNI que había robado previamente para contratar los citados patinetes o dar de alta los teléfonos móviles que utilizaron durante su estancia en Barcelona.

"No es un pringado"

Por todo ello, el fiscal se niega a aceptar la imagen de hombre frágil: “Sergio Gutiérrez no es un pringado, es un profesional del crimen, acostumbrado a moverse en los márgenes de la ley. Un manipulador, con una salud aparentemente deteriorada, pero que nos da mil vueltas a todos los que estamos en esta sala”.

Recordando ante el jurado sus contradicciones en sede judicial, como negar que conociera a uno de los sicarios o haberles dado alojamiento. El fiscal ha manifestado que si Sergio Gutiérrez mintió antes de llegar a juicio fue porque “nunca pensó que uno de los sicarios sería detenido”.

Sin embargo, también ha reconocido que “no hay cosa que frustre más a un fiscal de homicidio que no encontrar al autor o autores intelectuales”. No obstante, “centrarse en ese aspecto puede hacer olvidar el papel del facilitador”, ha apuntado.

El rol de Javier Gómez, alias 'Javidubi'

En paralelo, el fiscal Félix Martín no ha descartado reabrir la investigación tras el veredicto del jurado popular, a la luz de las novedades aportadas en el juicio --en concreto, una reunión conocida el pasado viernes-- y valorar si procede acusar a un testigo como autor intelectual.

El pasado viernes, los hermanos de la víctima, Israel e Iván Moreno, explicaron que Valentín se reunió pocas horas antes de su muerte con tres hombres: David Caballero, alias Bubito, exestibador y viejo conocido del narcotráfico en el puerto de Barcelona; Javier Gómez, apodado Javidubi, exmiembro del grupo ultra de los Casuals y desterrado de la ciudad; y Cristian Rus, amigo del barrio y presuntamente relacionado con el tráfico de drogas.

Según la versión de los hermanos, Javidubi y Rus estaban involucrados en un conflicto económico con la víctima relacionado con una deuda millonaria, presuntamente, derivada de un cargamento de cocaína. Iván Moreno ha concretado que la cifra oscilaba entre 700.000 y 1,5 millones de euros.

La citada reunión tuvo lugar la tarde del 18 de noviembre de 2021, pocas horas antes de que Valentín fuera ejecutado en plena calle.

En el banquillo de los acusados: Daniel Díaz Mora (izquierda) y Sergio Gutiérrez Martín (derecha) entre dos agentes de los Mossos d'Esquadra

En el banquillo de los acusados: Daniel Díaz Mora (izquierda) y Sergio Gutiérrez Martín (derecha) entre dos agentes de los Mossos d'Esquadra Crónica Global

Durante su intervención, el fiscal también ha arremetido contra la estrategia de la defensa de Sergio Gutiérrez, que calificó como “arriesgada”. Considerando que Sergio y el testigo Javidubi podrían haber protagonizado una performance ante el jurado para fingir enemistad: “Decidí no interrogar al señor Javidubi porque si lo hacía, no podría reabrir la investigación”.

No descarta que haya sido una estrategia para defenderlo. Tampoco descarta reabrir la investigación para acusarle.

El fiscal rebaja la pena del sicario 

Finalmente, el fiscal ha modificado sus conclusiones y ha rebajado de 25 a 20 años la prisión que solicita para Daniel Díaz Mora, el sicario colombiano que viajó desde Medellín a cometer el crimen, a quien le aplica la atenuante de confesión. 

Por su lado, Sergio Gutiérrez, acusado de facilitar la logística del crimen, quien se resistió a admitir su participación en los hechos, se enfrenta a 31 años de prisión. Mientras su defensa insiste en que fue engañado, el fiscal considera que "fue el eslabón del medio", quien hizo posible la ejecución del crimen. 

Por su parte, la acusación particular se ha adherido al informe de Fiscalía, especialmente a la hora de mostrar sus dudas acerca de la presentación como testigo del apodado Javidubi, a quien tampoco interrogó en calidad de testigo porque considera que quizá le corresponda ser investigado en otro procedimiento judicial.