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Selectividad en Cataluña: los problemas del turismo protagonizan un examen de de catalán "bastante fácil"

La gentrificación de las zonas verdes se convierte en tema de debate del último día de las PAU

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Último día de la selectividad en Cataluña y última asignatura obligatoria. Este viernes los estudiantes se han enfrenta al examen de Lengua y literatura catalana y el resultado ha sido muy satisfactorio.

La tónica general en la mayoría de facultades catalanas donde se llevan a cabo las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) ha sido relajada. El comentario más escuchado ha sido que a los jóvenes les ha ido “bastante bien”. 

La nota de color la ha dado la temática de uno de los ejercicios: los problemas del turismo y, en especial, la gentrificación. El texto inicial hacía referencia al imán de personas con mayor poder adquisitivo en las nuevas zonas verdes diseñadas por las ciudades, provocando que los vecinos de toda la vida tengan que irse de sus casas porque se proyectan nuevas viviendas y más caras.

“Te pedía además que lo relacionaras con el fenómeno del turismo masivo”, detalla un alumno mientras explica en qué consistía el examen. La gentrificación como motivo de debate.

Un examen al turismo

A algunos les ha encantado. “El hecho de que el texto de selectividad de catalán haya sido tourist go home, qué maravilla” otros han aprovechado para “exponer muchos problemas que sufrimos”. Aunque algunos le han encontrado inconvenientes: “¿examen de catalán o de la unidad de gentrificación de geo?”, se preguntaba otra alumna.

Aun así, a todos les ha resultado “bastante sencillo”, de hecho, hay quien ha vuelto a enviar “un besito a quien haya hecho el examen de catalán”, como Paula, una usuaria de la red social X que ha llegado a enviar “un besito” a sus hacedores.

Una prueba fácil aunque con peros

Aunque siempre hay quien lo ha vivido mal. “Qué follada”, se puede leer en redes. Aunque Martí, de Manresa, asegura que ha “ido bien, no se han pasado”. Daniela, reconociía también que se “esperaba peor el examen de catalán”, aunque se queja que “se me ha hecho muy largo”.

El examen se estructuraba en cuatro bloques, como siempre. El primero de ellos, el dedicado a la comprensión lectora y parte de un texto de carácter divulgativo era el de comentada "gentrificación verde en las ciudades".

Más allá de las sensaciones que han provocado en los alumnos, partir de este fragmento, debían responder a cuestiones de verdadero o falso, identificar sinónimos en el texto, encontrar los referentes de determinados pronombres y redactar una explicación breve sobre los efectos sociales de la transformación ecológica urbana. 

El segundo apartado del examen se centró en el estudio del hecho literario. Comenzaba con el análisis de un poema del Joan Alcover, ensayista y poeta catalán. A los alumnos se les pedía identificar el tema, el tipo de verso, la métrica, el uso de recursos estilísticos como el polisíndeton o el hipérbaton.

Cómo era el examen de catalán en las PAU

Posteriormente, los examinados debía responder a dos preguntas de opción dentro de un bloque más teórico: podían elegir entre describir diferencias entre formas poéticas populares, valorar enunciados como verdaderos o falsos sobre géneros y figuras literarias, o explicar si términos como "Renaixement" y "Renaixença" son equivalentes. 

El tercer bloque era el de la reflexión lingüística, con un primer apartado de análisis gramatical, donde se debía indicar la función sintáctica de sintagmas y oraciones concretas. En la segunda parte, tenían que elegir entre varias tareas que incluían completar frases con formas verbales correctas, distinguir grafías que representan sonidos concretos del catalán, derivar sustantivos a partir de otras palabras, corregir errores ortográficos en un fragmento dado o identificar y comentar características propias de una variedad dialectal del catalán.

La cuarta y última parte del examen ya era la expresión escrita. Primero se les proponía a los estudiantes hacer una reescritura de un fragmento del texto inicial, en el que se deben transformar todos los verbos en presente a formas en imperfecto, manteniendo el sentido y la estructura del texto original.

La otra tarea fue redactar un texto formal, de entre 125 y 150 palabras, sobre las consecuencias de la llegada masiva de turistas a una ciudad. Y ha sido allí donde los más politizados han podido expresar su parecer.