Miriam Vázquez, dueña de la administración que ha vendido el tercer y cuarto premio de la Lotería de Navidad: "Sabíamos que tocaría de nuevo"

Miriam Vázquez hace dos años tomó el cargo de la lotería santboiana por excelencia, una administración que acumula ya más de 40 años de tradición en el barrio. Desde su incorporación han caído premios ambos años y la responsable confía en que la racha continúe. Según la lotera, no se trata solo de azar, sino de una peculiar campaña que, asegura, trae suerte a sus clientes.

La iniciativa se inspira en un antiguo anuncio de la Lotería de Navidad y en la mística popular que rodea a los calvos como símbolos de fortuna. En esta administración el protagonista es Raúl, que desde principios de mes se instala en el local para ofrecer su cabeza a los clientes, que pueden frotar su décimo antes del sorteo con la esperanza de atraer la buena suerte.

Calvo fest

La estrategia no se ha quedado solo en el ritual diario. Hace unas semanas, la administración Gaia Lotería organizó el ‘Calvo Fest’, una jornada festiva que incluyó un DJ calvo y un peluquero que rapaba gratis a quienes se animaban a participar. Más de 70 personas se apuntaron a la iniciativa, entre ellas vecinos del barrio y curiosos llegados de otros puntos de Catalunya, atraídos por la fama creciente de “la lotería de los calvos”.

La campaña también tuvo impacto en la venta online. Muchos clientes pidieron expresamente por la web los números asociados a la acción promocional, convencidos de que este año la administración volvería a repartir suerte. Y no se equivocaron: Sant Boi se ha llevado casi ocho millones de euros de los apenas 13 que la Lotería de Navidad ha dejado en Catalunya, una de las cifras más bajas en el conjunto del territorio.

Gaia Lotería CG

Su madre lo sabía

La administración número 5 de Sant Boi ha protagonizado un doblete al vender 15 series del tercer premio, el 90.693, y una serie del cuarto, el 25.508. En total, más de 7,5 millones de euros repartidos, con 500.000 euros por cada serie del tercer premio. La mayor parte de los décimos del tercero se vendieron en un bar cercano con el que la administración colabora desde hace años, mientras que el cuarto se distribuyó directamente por ventanilla.

Miriam, visiblemente emocionada, reconoce que llevaba días con la sensación de que algo grande iba a pasar. “Hace unos meses mi madre ya me dijo que caerían dos premios en nuestra lotería, pero yo no me lo creí hasta hoy, que ha pasado. Aunque aún me cuesta creerlo”, explica. La escena en la administración era de celebración constante, con cava, bombones y polvorones para vecinos y clientes que se acercaban a felicitar a las loteras.

Nueva tradición

La propietaria recuerda que asumió el negocio sin experiencia previa, tras estudiar publicidad y turismo, con el objetivo de darle un nuevo impulso a una administración histórica del barrio. “Queríamos hacer algo que impactara entre los vecinos y empezar con buen pie”, señala.

El año pasado ya repartieron un segundo premio y este año han ido un paso más allá. “Del segundo al tercero… todavía no hemos pensado en el año que viene, pero está claro que tendremos que superarnos”, concluye entre risas, mientras la “lotería de los calvos” consolida su lugar en el mapa de la Navidad.