Interior del Pabellón 3 de Fira de Lleida para la acogida de los temporeros de la campaña frutícula de 2025

Interior del Pabellón 3 de Fira de Lleida para la acogida de los temporeros de la campaña frutícula de 2025 Ayuntamiento de Lleida Lleida

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Lleida tendrá más controles en las altas laborales y un 26% más de plazas para la acogida de temporeros

El Ayuntamiento intenta implementar novedades tras las polémicas de veranos pasados, donde más de un centenar de personas dormían en la calle

Más contenido: La Generalitat negocia la apertura de un albergue para temporeros en Seròs

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La campaña de acogida de temporeros en Lleida ha comenzado este lunes con algunas novedades en el pabellón 3 de la Fira, como el incremento por parte del Ayuntamiento de los controles para las altas en la Seguridad Social, así como la disposición de un 26% más de plazas de pernoctación entre junio y agosto durante la campaña frutícola. 

En un comunicado, el consistorio ha anunciado la activación del dispositivo de acogida para este año con el propósito de "garantizar una respuesta más amplia y coordinada" a los trabajadores que llegan a la ciudad para dedicarse a la recogida de fruta. Con ello, Carlos Enjuanes, concejal de Acción e Innovación Social, ha comentado que se trata de un plan fruto del trabajo en red para "avanzar en la gestión y la atención". 

Un 26% más

Con el apoyo de la apertura de Seròs --propiedad del regidor Josep Antoni Romia (Junts)-- durante los meses de mayo y septiembre, el equipamiento ha aportado 40 plazas y posibilita el aumento de un 26% de las plazas de pernoctación disponibles, ya que es ha pasado de 9.000 pernoctaciones a 11.440 plazas actuales.

A ello, se le suma la apertura del pabellón hasta el 31 de agosto con un centenar de camas. Así, el Ayuntamiento coordinará el dispositivo con la oficina de atención única y la acogida en el pabellón, gestionado por la entidad Sant Joan de Déu Terres de Lleida. 

Por otra parte, la Oficina Única ha adelantado su apertura a finales de abril en el centro cívico de l'Ereta, donde ha atendido durante mayo a 55 personas y ha ofrecido tanto acompañamiento como información, detección de situaciones de vulnerabilidad y asesoramiento con la colaboración de los sindicatos CCOO, UGT y CGT. 

Además, la plantilla del Pabellón 3 contará con 15 trabajadores, entre los que se encuentran especialistas en el ámbito social, orientadores laborales, integradores, mediadores interculturales, seguridad y limpieza, lo que se ha logrado gracias a la contratación de tres personas más. 

Acceso a la red de viviendas pública

En paralelo, el ayuntamiento ha anunciado un acuerdo con la Tesorería de la Seguridad Social, a través del cual el equipo de la Oficina Única podrán comprobar la situación laboral de los empleados que accedan a este dispositivo, con el fin de garantizar el acceso al recurso de acogida si no están trabajando. En caso contrario, sería obligación del empresario proporcionar alojamiento. 

Asimismo, Enjuanes se ha comprometido a facilitar el acceso a las viviendas de la empresa municipal de urbanismo (EMAU) a estas personas desempleadas, según recoge Efe. Con 17 viviendas en la red y 101 plazas, ha subrayado que las mujeres se derivarán a estos pisos públicos y tendrán una atención continuada para facilitar su inserción laboral. 

El coste del alojamiento es de 5 euros por noche, a pagar semanalmente, y la fianza se ha rebajado a 70 euros --anteriormente era de 100 euros-- y se podrá pagar a través de la plataforma Bizum. 

Eufemismos

La campaña de la fruta en Lleida lleva tiempo generando polémicas, más cuando hay numerosas personas sin papeles que acuden a la provincia para trabajar durante el verano y, sin alojamiento ni recursos para acceder a uno, malviven en la calle --en 2019 se contabilizaró un centenar-- en los meses previos o se enfrentan a contratos irregulares.

Es más, el Ayuntamiento, en su comunicado y en anteriores ocasiones, ha cambiado la denominación de temporeros por personas transeúntes. En 2024, la previsión por parte del Ayuntamiento de mano de obra era de 20.000 temporeros, de los que en la ciudad de Lleida recalarían 2.000 personas.