María Ángeles Molina, Angie, durante el juicio en 2012

María Ángeles Molina, Angie, durante el juicio en 2012 Toni Garriga EFE

Vida

Netflix suspende el estreno de la docuserie sobre el 'crimen casi perfecto' de Angie por orden judicial

El documental sobre el asesinato de Ana María Páez por parte de María Ángeles Molina contiene imágenes que no cuentan con el consentimiento de la condenada

Más informaciónAngie, la autora del 'crimen casi perfecto', detenida en prisión por conspiración de asesinato

Publicada
Actualizada

Netflix ha suspendido la emisión del documental Angi: Crimen y mentira, que narra el asesinato de Ana María Páez por parte de María Ángeles Molina, conocida como Angie, en 2008.

La compañía audiovisual ha tomado la decisión después de que Angie solicitase ante los juzgados de Tarragona la suspensión cautelar de la emisión porque en la serie aparecen imágenes que no cuentan con su consentimiento.

La plataforma de streaming ha eliminado de YouTube todos los tráileres que se habían publicado hasta el momento y ha borrado de su catálogo la ficha de producción de la obra.

Ahora, la decisión está en manos de la justicia, que debe dilucidar si da la razón a la plataforma y se puede retomar el estreno sin modificaciones; o se ve obligada a cancelar la emisión o reeditar su producción.

Sea como fuere, Angie vivirá este proceso judicial desde la cárcel de Mas d'Enric (Tarragona), donde cumple 18 años de condena por asesinar, la noche del 18 de febrero de 2008, a su amiga y excompañera de trabajo Ana María Páez Capitán, de 35 años.

Detenida de nuevo

Aunque recientemente Molina ya estaba disfrutando de permisos penitenciarios fuera de los muros de prisión, ha vuelto a ser detenida este año por un presunto delito de conspiración de asesinato, como explicó Crónica Global.

Molina habría contactado con un sicario durante uno de sus permisos para ejecutar un crimen fuera de prisión.

Angie y el crimen casi perfecto

El asesinato de Ana Maria Páez se bautizó como el crimen casi perfecto porque Angie alteró y manipuló la escena y el cuerpo de la víctima con la intención de escenificar algo que realmente nunca había ocurrido.

La víctima fue hallada desnuda y con una bolsa de plástico en la cabeza en un piso de alquiler turístico del número 36 de la calle Camprodón del barrio de Gràcia de Barcelona.

Al principio, los investigadores pensaron que se trataba de un suicidio o, incluso, del fatídico resultado de una arriesgada práctica sexual. Sin embargo, la investigación policial pronto reveló que la asesina planificó durante años la muerte de Ana con un solo fin: el dinero. Al lado del cadáver: una peluca negra delató, al cabo de los días, la presencia de Angie en el escenario del crimen.

Lo planificó a conciencia

Según se desprendió de la investigación policial, desde 2006, dos años antes del crimen, Angie suplantó la identidad de la víctima para contratar préstamos bancarios y seguros de vida.

Pero para cobrarlos, Ana tenía que morir. A pesar del concienzudo diseño de su coartada, pues el día de los hechos viajó hasta Zaragoza para recoger las cenizas de su madre – fallecida años atrás -, los Mossos d’Esquadra llegaron hasta ella.

En las sucursales bancarias donde se hacía pasar por Ana Páez, ataviada con pelucas corte Cleopatra como la hallada en la escena del crimen, la conocían como la del Porche. Y es que, su insaciable necesidad de aparentar una vida de lujos que no tenía, la condujo hasta el extremo de matar por dinero. 

Las cámaras de videovigilancia de los bancos la captaron y, a pesar de simular el peinado de su víctima, el novio de Ana la reconoció cuando los Mossos le enseñaron las imágenes de dichas entidades. La pareja la conocía de vista, Angie y Ana habían sido compañeras de trabajo y eran amigas; o, al menos, eso creía la fallecida.

Los errores que condenaron a Angie

Pese a la exhausta planificación para dejar un escenario limpio de su presencia --colocando semen de dos gigolós en la cavidad bucal y vaginal de la víctima--, los investigadores hallaron, en casa de Angie, documentación relacionada con Ana y una botella de cloroformo.

A todo ello, cabe sumarle que encontraron su ADN en la peluca hallada en la escena del crimen y rastros digitales en su ordenador, que destaparon que había buscado cómo adormecer a una persona. Todo ello fue más que suficiente para arrestarla.