
Zara Home en Barcelona, cerrado por el apagón Crónica Global
Paradas de producción, gestiones aplazadas y pocas ventas: así han vivido el apagón los trabajadores de Cataluña
La desconexión de la red afecta a todos los sectores: la mayoría de los empleados se marcha a casa ante la imposibilidad de producir
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El apagón que ha dejado sin conexión a toda España este lunes ha pillado a todo el mundo con el paso cambiado. Los turistas de Barcelona, evidentemente, no entendían nada, pero tampoco los trabajadores y el conjunto de ciudadanos de Cataluña, una de las zonas, por cierto, más afectadas, tanto por población como por visitantes.
Muchos comercios han cerrado las puertas y han bajado las persianas por razones evidentes. No solo por la imposibilidad de cobrar con tarjeta, sino para evitar robos, pues no funcionaban ni las alarmas ni las cámaras. Lo mismo ha ocurrido con las oficinas. Los trabajadores de los bancos hacían guardia en la puerta. Pero algunos establecimientos han permanecido abiertos, sobre todo si ya tenían clientes.
Restaurantes y gimnasios
Es el caso de un restaurante de pokes y sushi de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona). Soni, una de sus socias, explica que apenas han vendido tres pokes: “No hemos podido atender pedidos porque no había internet; eso sí, hemos limpiado todo”.
El suyo no es un caso aislado. Ha afectado a todos los sectores, a todo el mundo, con mayor o menos incidencia en función del lugar de Cataluña. Joan, monitor de un gimnasio de Barcelona, comenta que, sin luz, no hay clases, pero que le han pedido que permanezca en las instalaciones hasta el final de la jornada.
Distinta afectación
Caso distinto es el de Aleix, abogado en una de las Big Four: “El apagón nos ha sorprendido a las 12.30; hemos estado una hora en el despacho sin saber qué hacer, comentando la situación y, después, nos hemos ido a casa”.
En casa estaba Júlia, teletrabajando para una empresa alemana. O lo ha hecho hasta que se ha quedado sin luz: “No he podido trabajar y no he podido avisar de que no estaba disponible; por suerte, era un día tranquilo”, relata.
"Limpieza"
Juan, ingeniero que trabaja en una conocida firma de equipamiento de piscinas, reconoce que se ha parado “la producción”. Igual que en Seat. “Un poco de limpieza y poco más”, reconoce.
Por su parte, Julián, facilitador hipotecario, explica que ha tenido que “aplazar” varias “firmas” y gestiones.
Demanda de radios
Pero no todo el mundo ha vivido así esta atípica jornada. Para Bruno, director de doblaje, es como “si se hubiera detenido el mundo”, por lo que no ha habido gran afectación. El trabajo se recuperará otro día.
Y un trabajador de una tienda de electrónica de Barcelona asegura que el apagón no les ha afectado demasiado. Al contrario, las ventas se han mantenido, especialmente las de radios.