
Carlos Cuevas en la 'Casa en flames': así es la nueva película del actor catalán CRÓNICA GLOBAL
Carlos Cuevas en la 'Casa en flames': así es la nueva película del actor catalán
El intérprete se deja ver por este inmueble que muchos creen que está situado en la Costa Brava
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La última película de Carlos Cuevas está a punto de estrenarse. Lo hará el 9 de mayo, pero los asistentes al BCN Film Fest podrán disfrutar de su premiere el próximo domingo 27 de abril.
El trailer ya ha visto la luz y, quien se haya fijado en las imágenes habrá podido darse cuenta de una cosa: Carlos Cuevas está en la Casa en flames.
El catalán no participa en la segunda parte de La casa en flames, que ya empiezan a maquinar su director, Dani de la Orden, y su guionista, Eduard Sola. El hecho es que el film que estrena el actor tiene como escenario la misma vivienda donde se rodó la mayor parte de la multipremiada película.
Como en Casa en flames, la situación es la misma pero no la historia. Los hechos transcurren en Cadaqués, pero en realidad, la casa no se encuentra allí, ni siquiera en la Costa Brava, sino en la del Maresme.
La nueva película de Cuevas
También esto pasará parece un título muy acorde a estos hechos de los que se habla. En realidad, este es el nombre de la nueva película en la que aparece Cuevas y que está protagonizada por la actriz catalana Marina Salas y dirigida por María Ripoll.
En la película, el personaje al que da vida la intérprete acude a Cadaqués a pasar unos días. Y en esas jornadas robará un poco de tiempo para encontrarse con uno de sus amantes, interpretado por el protagonista de Merlí y Smiley.
'También esto pasará'
La cinta es un reflejo de la importancia de los lazos familiares y de amistad. Cómo afecta el amor de madre tras la muerte de la misma y cuán necesario es entonces hacer un repaso de la relación que se puede tener con ella.
La protagonista, Blanca, parece no encontrar un asidero a su vida tras el fallecimiento de su progenitora. Vive su vida tal y como su madre le enseñó, pero estos modos no parecen encajar entre los suyos y en una sociedad que ha cambiado mientras ella seguía ligada a unas formas más propias de los años 80 que de principios del siglo XXI.
Así, la película sigue los escarceos amorosos y sexuales de una mujer que es ajena al compromiso. Una filosofía de vida que no todos entienden. Sus amigas tratan de que encuentre su rumbo y es entonces cuando la siguen a la casa de su madre en Cadaqués.
Allí se volverá a encontrar con el personaje que interpreta Carlos Cuevas y Blanca tendrá que enfrentarse de manera más directa con una vida que le resulta ajena. Todo ello en una casa conocida por los espectadores de la Casa en flames.
Una casa con nombre con propio
En realidad este inmueble tiene también nombre propio, Casa Rovira. Se trata de una finca de unos 515 metros cuadrados construidos en una parcela de casi 3.000 m2 ubicada a las afueras de Canet de Mar.
Esta residencia, que originalmente fue concebida para albergar a las familias de dos hermanos, por su diseño, su emplazamiento e incluso su forma se ha convertido en los últimos años en el escenario perfecto para las nuevas creaciones del cine catalán. Y no es para menos.
Cómo es la casa
La arquitectura de Casa Rovira, diseñada por José Antonio Coderch, es especial. Según los expertos, sus formas no imponen, se adaptan. Prueba de ello es que tanto puede servir para una comedia agridulce que desmonta los cimientos de la familia, como de una historia que trata de abrazar su legado, a pesar de todo.
La vivienda tiene dos volúmenes escalonados que dialogan con la topografía abrupta de los acantilados que reinan esa parte del Maresme, integrándose con naturalidad en el terreno sin perder ni un ápice de funcionalidad. Como en muchas de sus obras, la transición entre espacios se resuelve mediante patios y porches, lo que permite una continuidad fluida entre interior y exterior.

Interior de la Casa Rovira AIRBNB
El esquema espacial de la casa, en forma de L, articula zonas de servicio y descanso en torno a un vestíbulo central que actúa como corazón de la casa. Las estancias, dispuestas en la concavidad, quedan protegidas de la exposición directa al entorno, generando una intimidad serena y recogida. En cambio, su fachada interior se abre al Mediterráneo, con una terraza con unas impresionantes vistas y una piscina privada.
La fachada se reviste con revoco de cal blanca, los suelos con baldosas cerámicas tradicionales, y las persianas correderas de librillo blancas, típicas de la costa catalana. Otra referencia al diseño catalán se halla también en su interior, donde no faltan iconos como la lámpara TMM de Miguel Milá o la delicada Disa, diseñada por el propio Coderch.
Los rincones más peliculeros
El salón principal, donde se desarrollan muchas de las escenas clave de Casa en flames y de También esto pasará, es tan particular como los volúmenes que lo cobijan. Dos sofás de madera con cojines blancos ocupan un ángulo estratégico de la estancia, aprovecha la geometría de la casa para ofrecer vistas al horizonte.
La cocina americana, donde se desarrolla una de las escenas claves de la cinta de Maria Ripoll, continúa el discurso funcional sin renunciar a la estética. Revestida de blanco y equipada con una península central, actúa como punto de encuentro y límite natural con el resto del espacio.

Sala de la Casa Rovira AIRBNB
En los cuatro dormitorios, el blanco sigue siendo el protagonista, pero se ve equilibrado por la textura de la madera en elementos como cabeceros o ventiladores de techo. La apuesta es clara: ambientes despejados, mobiliario mínimo y una estética que respira, sin estridencias. En todos los casos, hay acceso directo a terrazas o porches, diluyendo la frontera entre interior y exterior.
Una casa de cine
Por último, es imposible no hablar de su terraza. Una piscina a 40 metros sobre el mar corona la propiedad y la hacen única como plató de cine. El pavimento de baldosas de barro, que une la casa y la terraza, crea una continuidad material que reafirma la coherencia del proyecto.
Todo este atractivo se ha convertido en un imán para la industria audiovisual. Tras la Casa en flames, llega También esto pasará y, no es de extrañar que vengan más cintas. La Casa Rovira ya es, poco a poco, un escenario de cine tan reconocible que el espectador lo ha hecho suyo.