
El refrán catalán que se utiliza en el mes de abril CRÓNICA GLOBAL
El refrán catalán que se utiliza en el mes de abril: no habla de la lluvia y llama la atención en el resto de España
Cataluña tiene una visión particular del clima durante este mes
Más información: Este es el curioso origen del apellido más común en Cataluña: hay 371.000 registros
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Cuando llega abril, el mundo se activa. Ya se ha cambiado la hora, la primavera entra su máximo apogeo y Elena Furiase tiene que aguantar todo tipo de bromas.
A pesar de todo, es un mes temido. Solo hay que ir al refranero popular para darse cuenta. En España, una de las frases más escuchadas en esta época del año es “En abril, aguas mil”, un dicho que lleva generaciones advirtiendo sobre la inestabilidad meteorológica de este mes primaveral.
Este 2025 además le da la razón. Ya ha entrado el mes y las lluvias ya han empezado a hacer acto de presencia. En Cataluña solo han dado de margen un día y las precipitaciones se han extendido por el territorio.
Los mapas meteorológicos, además, apuntan a una Semana Santa pasada por agua y quien sabe si este Sant Jordi no se va a tener que volver a vivir bajo el paraguas. Y además, las temperaturas tampoco remontan.
El refrán catalán del mes de abril
Esto se ajusta a la perfección no sólo a la versión catalana del refrán castellano, "A l’abril aigües mil", sino que parece dar la razón a otro dicho típico en Cataluña que se dice en abril y que también hace referencia al tiempo. “Per l’abril no et treguis ni un fil”.
Quin sabe catalán ya intuye por donde van los tiros, pero para aquellos que no conocen el idioma una ayuda: la expresión catalana se traduce literalmente como “En abril, no te quites ni un hilo (de ropa)”.
De la profecía al consejo
Si bien el refranero castellano parece una advertencia, este refrán catalán apunta al consejo, uno que viene cargado de experiencia rural y sabiduría popular.
Como lo normal es pensar que en abril ya llega el buen tiempo, no son pocos los que empiezan a cambiar el fondo de armario e ir en busca de la manga corta. Pero el verano está lejos y la primavera no es garantía ni de calor, ni de buen tiempo, aunque pueda hacerlo.
Más allá de la lluvia
El dicho y los conocedores del clima son claros: aunque la primavera haya comenzado oficialmente, el tiempo puede seguir siendo traicionero, con cambios bruscos de temperatura que invitan a mantener la chaqueta cerca.
Ya no se trata de lluvias como en la tradición castellana, sino una alerta sobre la posibilidad de que el frío se mantenga o de que vuelva en cualquier momento.
Este refrán, como muchos otros del acervo popular, tiene su origen en la vida campesina. En el pasado, la salud estaba mucho más expuesta a las inclemencias del clima, y resfriarse podía derivar en problemas más graves. Por eso, no es de extrañar que haya tantos los dichos populares que marcan el calendario y que estén cargados de funcionalidad.
Los refranes sirven para recordar a la gente cuándo sembrar, cuándo recoger, y también cuándo abrigarse o protegerse del frío. En este caso, “Per l’abril no et treguis ni un fil” es más que un buen consejo para no relajarse.
Qué refrán es mejor
¿El refrán catalán es mejor o más acertado que el castellano? Todo depende del año. En cualquier caso no son incompatibles, las lluvias siempre van seguidas de episodios de bajas temperaturas por lo que conviven y combinan a la perfección.
Abril es mes de inestabilidad meteorológica, por lo que haciendo caso a los refranes mejor, no sacarse el ‘fil’, o sea, el abrigo, y estar atento al cielo, no sea que caigan “aguas mil”.
Otro dicho para la esperanza
En cualquier caso, tanto llueva o haga frío, el mes de abril es el tiempo en el que el campo florece, eclosiona. Los agricultores empiezan algunas siembras, mientras recogen algunos frutos, por eso, en Cataluña hay otro dicho que va como anillo al dedo.
Y es que para los catalanes el mes de abril no solo tiene un refrán que invita a no desabrigarse, sino también otro que da esperanza e indica que el calor y el buen tiempo llega. Tal y como dicen, “Abril finit, el camp florit”. Es decir, “Terminado abril, el campo florece”. Una imagen optimista, casi poética, que celebra la transformación de la naturaleza una vez superadas las inclemencias del principio de la primavera.