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Terrassa, el carnaval con el cartel más polémico de Cataluña: la historia de medio siglo de transgresión

Las reacciones suscitadas por el diseño de las fiestas de Egara recuerdan su historial de escándalos

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Terrassa está en boca de todos. El cartel del Carnaval de este año ha levantado las críticas de partidos políticos, credos de todo tipo, diseñadores gráficos y ciudadanos.

La imagen muestra a un obispo con sus hábitos, de cuatro patas, mostrando sus posaderas y con zapatos de tacón. Una imagen ofensiva para muchos y que ha recordado a otras polémicas de estas fiestas.

Un festival con historia

La polémica ha rodeado siempre el Carnaval de Terrassa. Desde la misma organización, la Associació La Mascarada, señalan que “ya hacía años que no había carteles de este tipo”. De hecho, como afirma su director, Mingu Ferran, tenían “ganas de que pasara”.

Lo curioso es que ellos no son los que deciden. Desde hace años, esta agrupación vecinal y de fiestas hace un llamamiento para que la gente presente sus carteles y, un día al azar, en la calle del ayuntamiento, exponen los candidatos para que los vecinos que pasen por allí voten. Este año, tocó el del obispo. Un argumento que no ha convencido.

Trump y la elección del hotel

También ha ganado Trump”, compara el vicario del obispado de Terrassa, Fidel Catalán. Para el religioso, el cartel “no es transgresor” ni “representativo de los vecinos de Terrassa”. De hecho, le “gustaría saber quién ha votado”.

Desde La Mascarada, que lleva 48 años organizando el Carnaval, y el ayuntamiento le responden: la gente que pasaba por allí el pasado diciembre. Fue entonces cuando la asociación sacó los carteles a la calle, como bien anunció en redes sociales. Allí, se muestra que había otras propuestas, pero al parecer convencieron menos que la del obispo.

Cartel del Carnaval de Terrassa 2025

Cartel del Carnaval de Terrassa 2025

¿Carnestoltes o Carnaval?

Eran menos ofensivas, más festivas y lúdicas, pero ganó la polémica. Una vez más. Desde la propia organización recuerdan que el Carnaval de Terrassa siempre se ha caracterizado por este aspecto reivindicativo y transgresor. “Va más allá del Carnaval lúdico”, asegura.

Mingu, como se le conoce en Terrassa, defiende que siempre han apostado por el nombre catalán de Carnestoltes, precisamente por esa “transgresión propia de la fiesta”. “El Carnaval se asocia más con Brasil, que es más festivo”, detalla.

Otros carteles polémicos

Ellos, desde que se les encargó la organización del Carnaval, se han caracterizado, por eso, por provocar. Todavía hay gente que recuerda el diseño de Albert Soriguera para las fiestas 2014.

El artista realizó un cartel donde se veía a personas muy juntas, unas encima de otras y en actitudes más que sexuales. Tanto que parecía una orgía. El escándalo estaba servido y además fue a más. Muchos vieron cierto plagio de una ilustración del artista francés Arthur de Pins. 

Cartel del Carnaval de Terrassa 2018

Cartel del Carnaval de Terrassa 2018

Cartel censurado

No fue el único. El contenido de alto voltaje llegó a otros niveles en 2018. Entonces el cartel tuvo que ser censurado por los mismos organizadores

La ilustración mostraba a una mujer disfrazada solo con una máscara haciendo una peineta. Sus pechos y sus genitales eran tapados por unas manos.

Cartel del Carnaval de Terrassa 2018

Cartel del Carnaval de Terrassa 2018

El cartel del artista Xavi Suárez se titulaba 155 sombras jugando con las famosas de Grey y el artículo 155 de la Constitución que se aplicó en Cataluña tras el referéndum ilegal del 1-O. Claro que la imagen apenas daba a entender eso y parecía otra cosa.

Varias organizaciones denunciaron no solo la cosificación de la mujer que aparecía como mero “objeto sexual”, sino la banalización de la violencia de la mujer. 

Desde el Ayuntamiento de Terrassa hasta la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Dolors Montserrat pidieron su retirada. 

Ante la presión política y social, La Mascarada se vio obligada no a retirar el cartel, sino a censurarlo. Algo que no se plantean hacer este año.

Denuncia actual

Tras la denuncia de Abogados Cristianos, que ha pedido medidas cautelarísimas para retirar el cartel, la asociación se mantiene firme. “Tiene que haber una orden judicial o algo más serio”. 

Por ahora, la justicia no se ha pronunciado y Mingu espera que no pidan retirar la obra. “Si piden esto, deberán pedir también el cierre de webs y televisiones, porque ver el desastre de Gaza también es ofensivo”, apunta.

El cartel del Rey

El presidente de la asociación está tranquilo. Señala que solo hacen lo que siempre han hecho. “Hay años que predominan carteles más festivos y otros más transgresores”, insiste, “esto va en función de cómo evoluciona la sociedad”.

Ferran argumenta que La Mascarada entiende el Carnaval como un “espacio de permisividad” que puede hacer “alusión a temas difíciles”. De hecho, en 2022 también se hizo salir la cabeza del rey Juan Carlos del cuerpo de Felipe VI. Todo parece permitido.

Cartel del Carnaval de Terrassa 2022

Cartel del Carnaval de Terrassa 2022

Reacción del obispado de Terrassa

Desde el obispado aseguran comprender esta vertiente. “Es evidente que el Carnaval tiene relación con la Cuaresma”, admiten, y que “es una válvula de escape” para muchos. Pero eso no debe llevar a la ofensa. “Seamos transgresores, pero sin traspasar esta línea”, detallan.

Para el vicario, este cartel va mucho más del cristianismo. “No es solo una falta de respeto al catolicismo, sino al sentimiento religioso de las personas”, sentencia. Prueba de ello es que se le ha acercado gente no creyente, asevera, quejándose por la imagen del Carnaval de Terrassa.

Consejo interreligioso

El Consell Interreligiós de Terrassa, integrado por el Arciprestazgo de Terrassa (Iglesia Católica), la Comunidad Bahá’í, la Comunidad Musulmana, la Iglesia Evangélica y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha emitido esta semana un comunicado al respecto.

Asegura que el cartel del obispo tiene el objetivo de “ridiculizar, y esto nos hiere, tengamos o no la piel fina”. Sostienen que “la imagen de un personaje que parece un obispo católico, o quizá anglicano, en actitud de adoración, o tal vez simplemente a cuatro patas, es bastante irrespetuosa”. 

Comunicado del Consell Interreligiós de Terrassa

Comunicado del Consell Interreligiós de Terrassa

Como Catalán, sostienen “que el sentimiento religioso afecta lo más íntimo de las personas y que todo aquello que hiere lo más profundo genera malestar y dolor”. Por eso, insisten, no debe ser objeto de burla, al igual que tampoco deben serlo la raza, la nación, el idioma o la orientación sexual. Se puede discrepar, incluso con cierta vehemencia, pero no se puede ridiculizar. 

Desde el consejo interreligioso ven al cartel como algo que busca “ridiculizar” y no discrepar”, y, aunque “ya se sabe que el Carnaval es el rey de los sinvergüenzas”, los sentimientos religiosos “son cuestiones demasiado serias”.

Primera voz de alarma

A pesar de todo, tanto las diferentes organizaciones religiosas, como el mismo obispado señalan que “no tiene nada que ver con posicionamientos políticos” y que no quieren “entrar en polémicas, porque es dar alas al enemigo”. El eco, en cualquier caso, ya está lanzado.

El primero en dar la voz de alarma fue Vox, quien denunció públicamente a los autores del cartel y responsables de los carnavales vía comunicado. “Los que se atreven con los católicos nunca se atreven con el islam. Estos grupos se presentan como transgresores, pero no son más que cobardes alimentados con dinero público”, lanzaron.

El PP responde

Un mensaje parecido es el que ofrece Marta Giménez, presidenta del PP de Terrassa. “Siempre la mofa es con los mismos”, lamenta a Crónica Global. “Meterse con el catolicismo está más visto que el tebeo”, crítica.

Es por eso que detalla que este cartel es “el abc del sectarismo más rancio de esta ciudad”, hasta el punto de considerarlo “bastante cateto, arcaico y cobarde”. Y es que los autores no se conocen. Es más, se dice que es inteligencia artificial.

La polémica de la IA

Desde la organización no entran en eso. Mingu Ferran señala que las normativas de la asociación no dicen nada sobre la IA. Solo espera que, si eso es cierto, anime a que el año que viene haya más participantes, porque este 2024 solo se han presentado ocho propuestas.

Aunque la polémica va más allá. Desde el PP califican la votación del cartel como “tan válida como la del 1-O”. Los organizadores insisten en que siempre ha sido así. “Así es una respuesta no premeditada, espontánea”, defienden.

Reacción del ayuntamiento

¿Y el ayuntamiento? Desde el consistorio aseveran que La Mascarada siempre se ha encargado del Carnaval de Terrassa y que nunca se ha querido intervenir. Solo se encarga de los permisos para hacer la rúa. “El contenido y las temáticas es de quien lo organiza”.

Una decisión que ven bastante mal desde el PP. Recuerdan que “el ayuntamiento es el mayor subvencionador de La Mascarada” y que debe hacerse responsable. Y no solo eso, pide “a las entidades locales que reciben dinero del erario que se sometan al código ético del ayuntamiento y sus trabajadores”.

¿Chabacanismo o transgresión?

Giménez opina que no se hace con los organizadores del festival. No se hizo con las anteriores polémicas, ni ahora. No pide quitarles la licencia, sino que sigan las mismas reglas para que no aparezcan carteles que, en su opinión, “fomentan el chabacanismo e inquina hacia los de siempre”.

La polémica está servida. El ayuntamiento no se mete y La Mascarada insiste en que nunca quiso ofender a nadie y que la transgresión está en el ADN del Carnaval, que tiene una historia ligada al escándalo.