Imagen de un servicio de la empresa de servicios funerarios de Reus

Imagen de un servicio de la empresa de servicios funerarios de Reus Cedida

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La plantilla de la funeraria de Reus exige la salida del gerente

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Un tercio de la funeraria municipal de Reus (Tarragona) ha planteado la destitución del gerente por presunto acoso a los trabajadores. Un grupo de trabajadores ha pedido al gobierno municipal de Sandra Guaita (PSC) que "detengan" las conductas "agresivas" del alto cargo, destituyéndole si es preciso. 

Lo han pedido un 30% de los asalariados en un comunicado público leído en las últimas horas, en el que exigen al Ejecutivo local de Guaita que "pare" las conductas "agresivas y controladoras" de José Álvarez Muñoz, director general de Serveis Funeraris Reus i Baix Camp. 

Ello lo debe hacer la alcaldesa "llegando si es preciso a rescindir los contratos de la dirección". 

"Acoso laboral"

El personal alerta de que "denuncian directamente el acoso laboral, en forma de sanciones y despidos, utilizando todo métodos como coacciones, informes internos de otros trabajadores e investigaciones totalmente parciales". 

Estas conductas tendrán lugar "sin derecho a defensa de los sancionados". 

Dos denuncias a Inspección

Todo ello ha derivado en una denuncia colectiva a la Inspección de Trabajo que los empleados presentaron el 8 de octubre. Escrito que se suma al que ha remitido la responsable de Salud Laboral de la Generalitat de Cataluña a, también, la Inspección. 

La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, en un pleno municipal

La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, en un pleno municipal Cedida

En paralelo, los sancionados han impugnado la resolución de sus expedientes ante la misma autoridad laboral. Pese a ello, la empresa municipal no se ha presentado a la conciliación en ninguno de los casos, llevando los pleitos a la vía judicial de forma automática. 

"Sanciones" y un detective

¿Qué está pasando? Al parecer, la gerencia dirigida por Álvarez está aplicando un reguero de sanciones a la plantilla que, en algunos casos, han derivado en despidos. En al menos uno de los incidentes, Serveis Funeraris utilizó un detective privado para espiar a uno de los empleados. 

"Se controló su vida privada", denuncian. 

"Estrés, angustia y ansiedad"

Este control orwelliano está causando "inseguridad, estrés y angustia" entre los asalariados. La convivencia entre la plantilla ha saltado por los aires, pues "nunca sabes quién tienes al lado trabajando, ni en quién puedes confiar". 

El clima de terror ha derivado en "bajas laborales", apostillan los denunciantes. Puesto que la gerencia utiliza "el correctivo como método para lograr sus objetivos". 

La oposición interviene

La denuncia pública de los trabajadores contó con el apoyo de Sílvia Virgili, la concejal líder del PP en el Ayuntamiento de Reus; y de José Ruiz, edil no adscrito. 

Por contra, el personal pide la intercesión decidida de la munícipe, Sandra Guaita; de Montserrat Flores, concejal de ERC responsable de la empresa municipal; y de Manel Muñoz, el electo de Recursos Humanos del ayuntamiento. 

Embrión de FuneCamp

Los problemas en la funeraria municipal de Reus son importantes porque la firma local es el embrión de FuneCamp, operador provincial que quiere abarcar buena parte de la zona del Camp de Tarragona. 

De hecho y a colación de ello, UGT ya ha pedido la paralización de la nueva firma por el caos en la actual.