Edificios Trade

Edificios Trade

Vida

El rascacielos encantado de Cataluña que enamoró a Hollywood: muy pocos lo conocen

Publicada

Cataluña no es Estados Unidos y Barcelona no es Nueva York. Aquí no hay una ciudad de los  rascacielos, pero sí ha habido intentos de elevar los bloques de pisos y oficinas más allá de las diez plantas. Sobre todo, a partir de los 60.

A partir de esa década, con el desarrollismo en su máximo apogeo, empezaron a aparecer algunos. Varios de ellos fueron de obra vista para viviendas y los que estaban pensados para oficinas fueron más originales. Igual que pasó ya entrado el siglo XX con los que aparecieron en el barrio tecnológico barcelonés del 22@.

Antes de estas innovaciones, a la entrada de Barcelona se empezaron a construir edificios destinados a oficinas que buscaban dar una imagen de modernidad. Así, en el corazón de la zona alta de la ciudad, cerca de la intersección entre la Avenida Diagonal y la Gran Vía de Carlos III, se construyeron unos edificios vidriados que conquistaron incluso a Hollywood.

Este conjunto arquitectónico que desafía la percepción tradicional de los rascacielos pasa desapercibido para muchos, pero tienen una historia más que interesante. Tanto que se puede decir que tiene conexión con David Lynch y Martin Scorsese.

Quién diseñó estos rascacielos

Pero primero, es mejor fijarse en su atractivo. Los Edificios Trade, diseñados por el reconocido arquitecto catalán José Antonio Coderch, son una obra maestra del modernismo tardío que combina funcionalidad, estética y una historia que cautiva tanto a amantes de la arquitectura como al mundo del cine. Tal ver por eso, por su peculiar diseño y su inesperada conexión con Hollywood, se ha convertido en un enclave único de la ciudad condal.

Este complejo se compone de cuatro torres diseñadas con formas onduladas, una solución que evita la rigidez geométrica de los rascacielos convencionales. Tres de estas torres están conectadas por una base común de dos plantas, mientras que la cuarta se erige de manera independiente, aunque manteniendo una coherencia visual con el resto del conjunto. 

Edificios Trade

Edificios Trade

Su diseño no es casual: las curvas de las torres no solo aportan una elegancia única, sino que también optimizan la entrada de luz natural en todas las oficinas gracias a su estructura central que alberga las comunicaciones verticales y los servicios. Una técnica que refleja la influencia del modernismo catalán.

El material predominante en las fachadas, por eso, es un sistema de muro cortina, caracterizado por sus finas carpinterías y su disposición en dientes de sierra, que logran un juego de tonalidades de luz a lo largo del día. Este detalle mejora la eficiencia térmica del edificio y dota al conjunto de una sensación de ligereza y dinamismo, destacando entre las grandes construcciones periféricas que lo rodean. Su estructura y acabados recuerdan las primeras influencias de Mies van der Rohe y de los diseños orgánicos de Alvar Aalto, dos referentes fundamentales para Coderch.

La conexión con Hollywood

A pesar de este espectacular diseño, muy pocos catalanes y barceloneses conocen este lugar. En cambio, puede ser que lo hayan visto en el cine o la televisión y no se hayan dado cuenta. Aunque algunos no lo sepan, estos edificios aparecen en la película de terror sobrenatural Torre de Cristal, de1987. 

Tal vez el nombre no es conocido, pero el filme está dirigido por el célebre Freddie Francis, quien fue director de fotografía de Lynch y Scorsese. El cineasta, capturado por el atractivo de los Edificios Trade, decidió tomarlo como escenario principal de una historia que mezcla misterio y tragedia en un rascacielos encantado.

En qué película sale

La película comienza con un impactante accidente en el edificio, donde un limpiacristales cae desde la planta 29, al más puro estilo arranque de Mad Men, mientras una fuerza invisible lo arrastra al vacío. Este inquietante inicio marca el tono de una trama que explora los secretos y maldiciones de una construcción aparentemente perfecta. 

Los muros de los Edificios Trade, con su aspecto moderno y sus líneas onduladas, sirvieron como un telón de fondo ideal para esta atmósfera de misterio. Primero por sus oscuros espejos, después porque ofrecía un paisaje urbano poco reconocible, aunque sirvió para empezar a ver a Barcelona como un interesante plató de cine internacional. Lo curioso es que ahora, hay muchos otros lugares de la ciudad que sirven como escenario de películas, mientras que los Edificios Trade han vuelto al ostracismo.