El lituano Sergejus Beglikas, líder de un presunto entramado criminal que opera entre la Costa del Sol y Europa del Este, ha sido detenido este martes en su ático de Marbella (Málaga).
Fuentes cercanas al detenido, confirman que el hombre, parapléjico desde hace 22 años, ha sido sorprendido a las seis de la mañana por agentes de la Policía Nacional en el marco de un nuevo operativo antidroga.
Según han confirmado fuentes cercanas al caso, Beglikas dirige una presunta organización criminal vinculada, desde hace años, al tráfico de cocaína, hachís y tabaco de contrabando por todo el viejo continente. Él, que no tiene reparos en dar la cara, siempre se ha defendido de estas acusaciones y asegura que nunca ha traficado con nada.
Detenido por primera vez en 2019
Sin embargo, no es la primera vez que los agentes que luchan contra el crimen organizado detienen a este supuesto capo de la droga. En mayo de 2019, tres agentes de la Guardia Civil irrumpieron, de paisano, en una clínica de fisioterapia de Marbella.
Sin crear demasiado altercado, los investigadores de la Benemérita le comunicaron in situ que estaba detenido por pertenencia a banda organizada, blanqueo de capitales y tráfico de drogas.
Fue un golpe sin precedentes con la participación de casi medio millar de agentes de cinco países europeos. Junto a Beglikas fueron detenidas otras 22 personas. Tras el macro dispositivo, tanto Guardia Civil como Policía Nacional dieron por desarticulada a esta organización de origen lituano. Un clan que, según se desprendió de la investigación, obtuvo 680 millones de euros entre 2016 y 2019.
Una fortuna de tres millones
Tras su detención, los agentes condujeron a Sergejus Beglikas a su casa, una mansión de cuatro millones de euros en la parte alta de la urbanización Sierra Blanca de Marbella.
En dicho inmueble, los agentes encontraron varios diamantes, lingotes de oro, 90 teléfonos encriptados y casi 30.000 euros en efectivo ocultos por distintos rincones de la mansión. Asimismo, se intervinieron tres cajas fuertes, que escondían una fortuna de casi tres millones.
Días después de su detención, Beglikas pasó por las manos de un médico del Instituto Anatómico Forense de Málaga. Un juez fijó un pago de 15.000 euros de fianza para ponerlo en libertad con cargos. Su estado físico no era el mejor para estar entre rejas.
No podía salir de España
Antes de pisar la prisión de Málaga, el capo pagó la fianza y abandonó los calabozos de la Guardia Civil. Desde entonces no puede salir de España y se tiene que presentar una vez a la semana en los juzgados de Marbella.
Este martes, sin embargo, su libertad se ha vuelto a ver interrumpida en el marco de un nuevo operativo contra la organización criminal que, presuntamente, dirige desde sus lujosos aposentos marbellís.