Los 14 detenidos en el macrodispositivo policial que los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional protagonizaron el pasado 22 de octubre en la provincia de Barcelona, y en el que se desarticuló una banda criminal que secuestró y asesinó a un hombre en la comarca del Maresme, estaban vinculados al cártel mexicano de Sinaloa y se dedicaban al narcotráfico internacional.
Tras un mes bajo secreto de sumario, la Policía Nacional ha ampliado detalles sobre esta investigación que empezó el cinco de agosto, tras localizarse el cuerpo sin vida de un hombre en una zona boscosa del municipio tarraconense de Botarell. En el momento del hallazgo, el cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición y signos de violencia que habrían indicado las causas de la muerte.
Ambos cuerpos policiales seguían el caso desde finales del mes de junio, cuando fueron informados, a través de Interpol Kosovo y Europol Italia, de las denuncias del padre y la esposa de la víctima.
Denuncia de secuestro
En dicha denuncia, los familiares informaban de que un grupo criminal les pedía un rescate de 240.000 euros por la liberación del fallecido, que se encontraba secuestrado en la provincia de Barcelona, y sobre quien habían recibido una fotografía como prueba de vida.
Con las primeras pesquisas, los investigadores de la Policía Nacional y la autonómica determinaron que el hombre habría sido secuestrado entre el 31 de mayo y el dos de junio. Días después, de hecho, los familiares llegaron a realizar un pago de 32.000 dólares en criptomonedas, "ante la presión que tenían y con la condición de volver a recibir pruebas de que la víctima seguía con vida", detalla el comunicado emitido por el cuerpo estatal.
Tras depositar el dinero en un monedero virtual, siguiendo las indicaciones de la banda criminal para dificultar el rastreo de la transacción, la familia nunca recibió noticias sobre el desaparecido, pese a que sí se les seguía exigiendo nuevos pagos.
La víctima trabajaba para el cártel
La investigación identificó a la víctima como un hombre de 46 años que, presuntamente, trabajaba para la organización y había viajado desde Italia para reunirse con algunos de los líderes de la red criminal.
Un grupo policial especializado en ciberdelincuencia pudo rastrear el pago e identificar a varias personas relacionadas con el secuestro.
Al mismo tiempo, el equipo de investigadores encontró indicios en el interior del vehículo en el que la víctima había viajado de Italia a Barcelona, el cual se encontraba en el depósito municipal. Los secuestradores habrían utilizado este coche para trasladar el cuerpo de la víctima desde una casa en Sant Andreu de Llavaneres, en Barcelona, hasta Botarell, donde fue encontrado.
El cártel de Sinaloa en Cataluña
Los detenidos han sido vinculados al cártel de Sinaloa y están relacionados con delitos de tráfico de drogas a nivel internacional, blanqueo de capitales, secuestro y asesinato.
Según ha descrito la Policía Nacional, recibían desde México paquetes con ropa impregnada en metanfetamina y, una vez en Cataluña, realizaban un proceso de extracción de la droga en un laboratorio.
Desarticulación de la banda
La investigación culminó en un macrodespliegue policial, que avanzó Crónica Global, en el que las unidades de élite de ambos cuerpos policiales - el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de CNP y el Grup Especial d'Intervención (GEI) de los Mossos- realizaron varias entradas y registros en cinco casas y un restaurante, en el que se ubicaba el laboratorio, de la comarca del Maresme y Barcelona, el cual se saldó con 14 detenidos y la desarticulación de la organización criminal.
Durante los registros se encontró también una plantación de marihuana, metanfetamina y éxtasis preparados para el consumo, así como armas de fuego, material tecnológico, dinero y pruebas del secuestro y asesinato de la víctima.
Los detenidos son once hombres y tres mujeres de entre 30 y 70 años.