La Federación Catalana de Fútbol (FCF) ha suspendido cautelarmente a tres jugadores de la UE Sabadellenca, de Sabadell (Barcelona), por agredir a un árbitro. Los hechos sucedieron el pasado domingo, 27 de octubre, durante un partido entre el amateur C sabadellense y el Can Boada de Terrassa, correspondiente al grupo 13 de Cuarta Catalana.
Pasado el minuto 80 del partido, un jugador de la Sabadellenca se encaró con el árbitro, asestándole un brutal cabezazo. Tras la agresión, el colegiado decidió suspender el encuentro. El marcador reflejaba entonces 1-2 para el Can Boada.
El agresor, expulsado del Club
El club lamentó los hechos y actuó de inmediato: el agresor ya no forma parte del equipo. Asimismo, la Sabadellenca mostró públicamente sus "más sinceras disculpas" al árbitro, C. T. R., y anunció que seguiría trabajando "para que hechos así no vuelvan a ocurrir".
En paralelo, y según ha podido saber Crónica Global, la víctima tiene intención de denunciar al agresor ante los Mossos d'Esquadra por un delito de lesiones.
Suspendidos cautelarmente
Por su lado, este miércoles, tras la reunión del Comité de Competición, la FCF suspendió de forma cautelar a los tres jugadores de la Sabadellenca: al autor material de la agresión y a otros dos compañeros como cómplices del ataque.
Según fuentes oficiales de la federación, el citado comité tomó esta decisión a la espera de que los Mossos d'Esquadra entreguen un informe detallando los hechos, así como las lesiones que sufrió el árbitro.
Por lo tanto, los tres jugadores --uno de ellos expulsado del club-- tienen prohibido jugar en cualquier partido que organice la FCF durante el tiempo que dure la sanción. Una suspensión que se puede alargar entre dos y tres semanas, hasta conocer la sanción definitiva.
¿Un hecho puntual?
Las mismas voces de la FCF aseguran que este tipo de agresiones son puntuales, "hechos aislados". Otras fuentes consultadas, sin embargo, lo ponen en duda.
Sin ir más lejos, el pasado 20 de octubre, solo una semana antes de la agresión en el campo de la UE Sabadellenca, otro árbitro terminó con puntos de sutura tras recibir el impacto de una lata en la cabeza lanzada por un aficionado. Estos hechos sucedieron en un partido de la Tercera Federación que enfrentaba al Montañesa FC y el CE L'Hospitalet, del grupo V.
Otro ejemplo, en abril, el trío de árbitros que pitó un partido entre el Badalona Futur y el Europa denunció que un integrante del cuerpo técnico del equipo badalonés insultó e intentó agredir a uno de los colegiados. O la batalla campal que se vivió en junio en un partido que enfrentaba a la Peña Recreativa Sant Feliu de Llobregat con la Unió Esportiva San Juan Atlético de Montcada.
"Hay episodios de amenazas todas las semanas", reconoce el padre de un joven árbitro de 19 años. "Ya sean los jugadores o los familiares de los jugadores, es un ambiente muy hostil. En especial, para los árbitros más jóvenes", lamenta.
Proteger a los árbitros menores
Conscientes del ambiente que se respira en los campos, en especial de las categorías más bajas, cada año, los Mossos d'Esquadra mantienen una reunión con la FCF. El último encuentro se celebró el pasado 1 de octubre.
Por parte de la FCF, se remarcó su voluntad de fomentar "espacios seguros" tanto para los jugadores como para los árbitros. En este sentido, la federación quiso remarcar ante los representantes de la policía catalana la Circular 22, en la que se recuerda que durante toda esta temporada los árbitros menores de edad lucirán un brazalete identificativo para "prevenir situaciones de faltas de respeto y protegerlos durante los partidos".
Esta medida tiene como finalidad concienciar a jugadores, técnicos y espectadores sobre la condición de estos árbitros, que se encuentran en proceso de formación.