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El Juzgado de Instrucción 1 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) ha aceptado a trámite la última demanda de Rosa Peral contra Netflix y la productora de la serie El Cuerpo en Llamas por una presunta vulneración de los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen de la condenada y de su hija mayor. Tras este primer paso, ahora el juzgado trasladará la reclamación a ambas plataformas para que respondan. 

Al tratarse de una demanda que implica derechos fundamentales, el Juzgado de Vilanova lo ha estudiado como algo prioritario.

30 millones de indemnización

Tal y como informó Crónica Globalla defensa de Peral, liderada por la letrada Núria González, les reclama una indemnización de 29,26 millones de euros por los daños morales causados con la emisión de la serie El Cuerpo en llamas.

El grueso (26,6 millones) irían destinados a la hija mayor de Rosa (menor de edad todavía). El resto para la exagente de la Guardia Urbana de Barcelona, que cumple una condena de 25 años de prisión por asesinar, junto con Albert López, a quien era su pareja en mayo de 2017, Pedro Rodríguez. Todos ellos agentes del mismo cuerpo policial. 

Tras varios varapalos

La defensa de Rosa Peral lleva meses luchando contra la emisión de la serie, incluso desde antes de su emisión. Ya entonces consideraron que la ficción debía ser revisada antes por la condenada, en especial, por las apariciones de su hija. Fue entonces que, días antes del entreno --fijado el 8 de septiembre de 2023-- la letrada de Peral presentó una primera demanda civil en los juzgados de Barcelona, solicitando la adopción de medidas cautelares que paralizasen el estreno de la serie. 

Sin embargo, tras varias desestimaciones, el  caso acabó en manos del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Vilanova i la Geltrú que rechazó su admisión a trámite al considerar que no había presentado el depósito que se requiere para plantear acciones judiciales de este tipo. 

Rosa Peral pasa frente a Albert López durante el juicio EFE / Quique García

La letrada recurrió la decisión, al alegar que Peral no podía presentarlo porque está en prisión y tiene pendiente pagar 800.000 euros de indemnización por el asesinato.



La Audiencia de Barcelona dio finalmente la razón a la abogada de Peral, con el argumento de que las demandas solo deben ser inadmitidas a trámite "de modo excepcional y cuando la ley así lo establezca de modo expreso". Sin embargo, el juez de Vilanova rechazó, por segunda vez, la petición de medidas cautelares de Peral. 

La Fiscalía de Menores también lo desestimó

En paralelo, la aboga de Rosa Peral presentó un escrito de auxilio a la Fiscalía de Menores de Barcelona pidiendo revisar el contenido de El cuerpo en llamas de Netflix. 

Nueve meses después de que se enviara dicho escrito, el ministerio público lo rechazó al no apreciar -- en el contenido de la ficción-- indicadores de riesgo, abandono, desprotección o desamparo que requieran de un seguimiento directo por parte de la Fiscalía y la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia.

La tercera batalla 

Ahora, la defensa de Peral lo ha vuelto a intentar, presentando una segunda demanda por la vía civil. Según se extrae de dicho documento, Peral "nunca fue informada de la realización de la serie", tampoco de la aparición de su hija mayor, "que es completamente identificable". De saberlo --se añade-- "nunca hubiese dado su consentimiento". Aun así, la serie recrea un personaje con el nombre real de la sentenciada y calca, casi de forma idéntica, todo su entorno. 

Imagen promocional de 'El cuerpo en llamas' de Netflix, una serie basada en el 'crimen de la Guardia Urbana' Netflix

Al margen del tiempo de aparición, González hace referencia a las acciones que se le atribuyen al personaje de la niña, haciendo creer al espectador que la menor fue la principal prueba de cargo en el juicio contra su madre: "algo que es totalmente falso, ya que la menor nunca participó en el procedimiento real". 

En concreto, se refieren a lo que se explica en el capítulo 7, cuando el personaje de la hija de Rosa cuenta a su padre que ha visto a su madre llena de sangre. Este hecho se desprende de una supuesta declaración que hizo la menor a su madrastra, "relato que específicamente se inadmitió como prueba por el tribunal, pero que se da como cierto durante todo el transcurso de la serie", se matiza en la demanda. 

Por todo ello, la demanda recoge que la serie va más allá de los hechos probados en la sentencia, "lo que podría socavar su derecho a la intimidad, honor y su propia imagen". Es más, se recogen más de 30 apariciones en las que se ofrece un contenido sesgado de la realidad o, directamente, inventado. 

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