Así es la palabra catalana que sólo se entiende en Barcelona: significa otra cosa en el resto de España
Este concepto adaptado de otra lengua es muy usado por las personas que viven en la capital catalana y apenas empleado en el resto de Cataluña
26 septiembre, 2024 09:10Noticias relacionadas
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El catalán lo hablan cerca de ocho millones de personas en todo el mundo. Y cada uno lo hace a su manera. Sí, cada persona lo adapta a sus costumbres y su forma de vida y de hablar, con sus . Aun así, hay unas variantes que están asumidas e incluso se registran como dialectos.
Sin voluntad de ofender a nadie y tal como se enseña el idioma en Cataluña, se puede decir que el catalán tiene su versión propia en su comunidad y luego las variantes que se hablan fuera de ella. Esos son los casos del valenciano, el balear, el occitano y el algarés. Estos se hablan en la Comunidad Valenciana, Baleares, sur de Francia y una zona de la isla italiana de Cerdeña, L’Alguer.
Dialectos y otras variantes del catalán
Pero esto no se acaba aquí. Dentro de todos estos dialectos hay otras tantas variantes: que si lleidetà, gironí, tortosí, rosellonès, apitxat, menorquí… En definitiva, casa cada provincia, si no casi cada municipio, tiene sus maneras de decir las cosas. Y no, no son tan fáciles de entender ni para los de dentro.
Un caso que sí se puede entender claramente es lo que, por ejemplo, pasa con el frío en las tierras de Girona. Allí, a diferencia del resto de Cataluña y por influencia del empordanès de Josep Pla, se torna femenino. Hablan de “la fred”, en vez de “el fred” como sucede en el resto de la autonomía. Pero bueno, así puede haber cientos y más.
Barcelona: otro mundo, otro catalán
Este artículo se centra en una de esas palabras que la mayoría de catalanes no entienden o cuyo significado deben extraer del contexto. En este caso, el término es muy común en Barcelona, pero en el resto de zonas donde se habla catalán pocos la usan. Porque sí, en la ciudad condal, los famosos pixapins también tienen su forma particular de hablar.
No se trata sólo que a la estantería, uno de Barcelona siempre le va a llamar “prestatgeria” cuando no hacen la castellana de decirlo igual que en español. En realidad, los barceloneses no dicen nada incorrecto, pero el modo más correcto de decirlo sería “lleixa”.
Una palabra 'exclusiva'
Pero bueno, que con esa palabra el resto del mundo catalanohablante los entienden. En cambio, cuando uno suelta la palabra “paio”, son muchos los que se quedan con los ojos en cruz, tratando de descifrar qué se les ha dicho.
Los que hayan deducido que ese barcelonés habla de un payo van por buen camino, pero no del todo en lo cierto. El “paio” barcelonés sale del lenguaje caló, el propio del pueblo gitano.
De dónde viene 'paio'
Como muchos ya saben entre los gitanos, a las personas que no son de su comunidad los llaman “payos”. No es un insulto, no se les falta, es sólo una distinción, un término para describir a los otros que no son gitanos. Claro que los de Barcelona, han cambiado esto un poco.
El “paio” barcelonés, aunque venga del payo gitano, tiene una acepción muy diferente. Técnicamente, se puede decir que un “paio” es un “tipo”. No un tipo en su acepción de una “especie de”, sino más bien lo que comúnmente se le llama un “tío”, y no el familiar.
Cómo se usa
Para aclarar lo mejor es poner un ejemplo. Si se escucha a un barcelonés decir “no sé què vol aquest paio”, en realidad está queriendo decir, tal cual, “no sé que quiere este tío”. O si se quiere ser más formal y ordenando la frase “este tipo no sé lo que quiere”.
Lo cierto es que esta expresión, si bien el resto de catalanes pueden entender, no se usa fuera de la zona de Barcelona. Se dice que esta terminología puede venir de la fuerte presencia de la comunidad gitana en la capital catalana. Figuras como Peret o El Pescailla mostraron al mundo, y lo cantaron, que ellos eran gitanos de Gràcia, del barrio, una comunidad cuyo peso, legado e importancia sigue presente. Aunque, como es bien sabido, los gitanos de Barcelona ya han salido de los guetos, afortunadamente. Son, simplemente, barceloneses y catalanes. La prueba es que ya incluso su propia forma de hablar forma parte del idioma catalán.