Los hechos se remontan al otoño de 2017. Entre septiembre y octubre de ese año, un individuo, que todavía no ha logrado ser identificado por los investigadores del caso, sustrajo dos talonarios de recetas del Hospital de Blanes (Girona). Casi de forma simultánea, uno de los tres acusados en el juicio que arranca esta semana hurtó un sello médico a una doctora del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. El encausado aprovechó un descuido de la facultativa para rebuscar en su bolso y sustraer el lacre, valorado en 21 euros.
Ambos episodios, aparentemente desvinculados el uno del otro, se cruzaron cuando, por canales y motivos que se desconocen, los dos talonarios y el sello terminaron en manos de los otros dos acusados. Tras obtener dichos elementos, y "con ánimo de atentar contra la seguridad mercantil y jurídica", los dos sospechosos falsearon, al menos, 15 recetas con el objetivo de obtener varios medicamentos.
No obstante, los acusados no se contentaban con cualquier preparado y su fijación fue la de obtener, de forma fraudulenta, varios medicamentos con Alprazolam: un fármaco de la familia de las benzodiacepinas que se utiliza para combatir la ansiedad o como relajante muscular. Una sustancia que, sin el preceptivo control médico, puede actuar como depresora del sistema nervioso central, como también lo hacen el alcohol, la marihuana o la heroína. Y muy demandada en el mercado negro.
Falsear recetas para revender medicamentos
De este modo, los sospechosos, utilizando el nombre de la doctora del Vall d'Hebron -de quien poseían el sello- falsearon varias recetas con el nombre de uno de los acusados como supuesto paciente. Sin embargo, sus planes se truncaron cuando el 11 de abril de 2018 fueron interceptados en las inmediaciones de Mataró (Barcelona) con el talonario de recetas fraudulentas.
Por si eso fuera poco, los agentes de los Mossos d'Esquadra que procedieron a su identificación también localizaron 150 pastillas de Trankimazin (principio activo de Alprazolam) con un valor de mercado de 922,50 euros; otras 240 pastillas de Rivotril (principio activo de Clonazepam) con un valor de 1.476 euros; y 20 pastillas de Rubifen (sustancia que causa grave daño a la salud) con un valor de mercado de 123 euros. Medicamentos que sospechan que obtuvieron gracias al talonario y el sello sustraídos y que iban a ser revendidos en el mercado negro.
De la investigación se desprende que, a pesar de este varapalo, los dos acusados siguieron actuando y, días más tarde, el 17 de mayo, la farmacia Burniol de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) alertó de que una de las sospechosas intentó colarles otras tres recetas fraudulentas.
La astucia de la farmacéutica, que dudó de la validez de aquellos documentos, evitó que se le suministraran otros 60 comprimidos de Rubifen y 60 de Rivotril. Fármacos que, a pesar de no estar tasados, la Fiscalía de Mataró-Arenys de Mar calcula que tienen valor aproximado de 400 euros. La trabajadora se negó a entregarle esta medicación y alertó de los hechos a la Policía Local de Sant Andreu de Llavaneres.
11 años de prisión
Estas incautaciones motivaron la apertura de una investigación policial y judicial, liderada por el Juzgado de Instrucción 1 de Mataró. Un procedimiento que culmina este jueves con la celebración de la vista oral en la sección 10ª de la Audiencia de Barcelona.
Tras el análisis de los hechos, el fiscal pide hasta 11 años de prisión por los presuntos delitos de hurto, contra la salud pública, falsificación de documento oficial y la variante falsificación de documento oficial en concurso medial con otro delito de disfrute indebido de prestaciones de la Seguridad Social en grado de tentativa. Asimismo, el Ministerio Público exige que se indemnice al Servei Català de Salut "en la cuantía que se determine en ejecución de la sentencia".
Se calcula que falsearon 141 recetas
Los dos sospechosos, un hombre y a una mujer de 54 y 38 años, quedaron detenidos el 23 de junio de 2018 por, presuntamente, falsificar un mínimo de 141 recetas médicas en Mataró. No obstante, la instrucción sólo ha permitido demostrar 15 falsificaciones.
Las indagaciones que se realizaron entre abril y junio de 2018, con la colaboración del Área de Farmacia del Servei Català de la Salut (CatSalut), permitieron determinar que las recetas intervenidas pertenecían a dos talonarios sustraídos en octubre de 2017 en el Hospital de Blanes (Girona) y que cada uno contenía unas 100 recetas.
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