Que el catalán es una lengua rica y diversa, llena de matices y particularidades es algo más que sabido. Seguramente también se puede decir de tantos otros idiomas, pero hay curiosidades que hacen pensar en ello. Esto es lo que sucede con un concepto que se puede decir de más de 10 formas distintas en catalán.
También es cierto que con la gran variedad de dialectos existentes, cada región de habla catalana aporta sus propios giros lingüísticos, palabras únicas y expresiones autóctona. Cabe recordar que el catalán no sólo se habla en Cataluña (donde ya hay diferencias entre regiones) sino también en Andorra, las Islas Baleares, la Comunidad Valenciana, el Rosellón y el Alguer.
La palabra clave
Con estas credenciales de versatilidad y riqueza es normal que una misma cosa se pueda llamar de varias formas distintas, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en una palabra y alimento más que común: la patata.
Este tubérculo tan estimado, que nos ofrece esa tapa deliciosa llamada comúnmente bravas, o que acompaña a las hamburguesas y tantas carnes cuando están fritas, asada o incluso hervidas, tiene en catalán nada menos que más de 10 formas distintas (más sus variantes) de ser nombrada. Obviamente, todo depende del territorio.
Patata y sus variantes
Por la zona de Valencia y Baleares, tal y como recogen algunos diccionarios, el término "patata" tiene como sinónimos palabras como pataca y patana. Pero hay mucho más, según los lingüistas, otras variantes del concepto trumfa (y trumfo), creaïlla (o queraïlla), nyàmera, pa porcí y rapa de porc. Claro que estos últimos no se refieren exactamente a la "patata".
Además, aparecen otras tantas opciones, como trufa o queradilla, claro que de esta se pueden deducir más variantes como credaïlla, queraguilla, creïlla, querilla, crilla y poma de terra. Sí, esto suena a francés, pero tiene una explicación. Y está en la repartición territorial.
Reparto territorial
La diversidad de términos para referirse a la "patata" se distribuye de manera particular por el territorio de habla catalana. En el catalán oriental peninsular y el balear es donde predomina el uso de "patata", mientras que "pataca" es más común por la zona de Tortosa y la zona de Castellón. En gran parte del valenciano se utiliza "queraïlla" y sus derivados, como "creïlla", mientras que en el Rosellón es frecuente "trufa".
Siguiendo con el repaso del mapa. Las variantes "trumfo" o "trumfa" se encuentran dispersas por Andorra, especialmente en las zonas del oeste. Y sí, como se podía deducir el galicismo "poma de terra", viene del alguerés, una forma única del catalán hablada en la ciudad de Alguer, en Cerdeña.
En cualquier caso, esta variedad refleja no solo la riqueza lingüística del catalán, sino también las influencias de otras lenguas, como el occitano o el francés, y su evolución a lo largo de los siglos.
Sólo con el ejemplo de la patata puede reflejar la rica diversidad de una lengua como el catalán que vive y evoluciona con sus hablantes, demostrando que el catalán es una lengua llena de vida, color y sabor.