La fiesta mayor de Granollers desata la polémica al animar a 'atacar' a la policía con cócteles molotov falsos
Adultos y menores participan en esta desatinada actividad de "guerrilla urbana", que ha enfadado a los sindicatos policiales y ha provocado una crisis en el Ayuntamiento de este municipio barcelonés
28 agosto, 2024 10:55Noticias relacionadas
Una desatinada actividad de la fiesta mayor de Granollers (Barcelona) ha provocado un escándalo en el municipio del Vallès Occidental y, en concreto, en el seno de la comunidad policial. Los organizadores animan a los vecinos a lanzar cócteles molotov a un muñeco ataviado con un uniforme que emula al de los Mossos d'Esquadra.
La polémica ha generado una crisis en el Ayuntamiento liderado por Alba Barnusell: la alcaldesa socialista ha reunido de forma extraordinaria a su equipo de gobierno hasta la madrugada, explican fuentes conocedoras a este medio.
"¡Haz que arda tu rabia!"
"Es una arma rudimentaria, típicamente una botella tapada por una tela que actúa como mecha", describe el cartel de uno de los talleres de las fiestas, que arrancaron el pasado 24 de agosto y que se extenderán hasta el 1 de septiembre.
Pero los organizadores, miembros de las colles dels Blaus i dels Blancs, no se limitan a la descripción de este tipo de artefacto incendiario, sino que van más allá: dan instrucciones sobre su uso e, incluso, animan a utilizarlo. "Para defender la fiesta, afina la puntería y lanza el cóctel contra el objetivo. ¡Haz que arda tu rabia!", pueden leer los participantes, incluidos menores.
A unos 20 metros, hay colocado un muñeco ataviado con un uniforme azul oscuro como el de la policía catalana, así como otras referencias al cuerpo autonómico. El juego consiste en lanzar lo más cerca posible el falso explosivo para conseguir la máxima puntuación.
Los agentes están que trinan
La actividad -- que también incluye el lanzamiento de contenedores de basura contra un coche de policía hecho de cartón-- ha generado un gran malestar en los agentes, explican sindicatos policiales ante unas imágenes que se han vuelto virales en las redes sociales.
De hecho, Uspac ha elevado ya a la Fiscalía Superior de Cataluña una denuncia criminal contra el consistorio, la alcaldesa así como contra todos aquellos que aparezcan como responsables en el transcurso de estas actuaciones por la posible comisión de un delito de odio y de otro de injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Para los agentes, los hechos pueden ser constitutivos, por un lado, de un delito de odio contra un colectivo determinado por razón de su profesión y la ideología política neutral que defienden, condenado con penas que oscilan entre 1 y 4 años de prisión. Y, por otro, de un delito de injurias graves a fuerzas y cuerpos de seguridad por actos y expresiones que atentan gravemente contra el prestigio y la dignidad de la institución, castigado con la pena de 12 a 18 meses de prisión.
El PP también irá a la Fiscalía
Algunos partidos ya han reaccionado a la polémica. El primero ha sido el Partido Popular, cuyo portavoz Juan Fernández ha pedido la dimisión de la alcaldesa socialista. Considera que lo sucedido es un "intento de adoctrinamiento, basado en el odio y la discriminación contra los cuerpos y fuerzas de seguridad" dirigido a "toda la población, incluyendo a los menores que también participan en las fiestas".
El gobierno del PSC en Granollers ha introducido en su programa de fiestas un taller sobre “guerrilla urbana y cóctel molotov” para luchar contra la policía.
— Juan Fernandez (@JuanFernandezB) August 27, 2024
Una promoción del odio a las fuerzas y cuerpos de seguridad y un intento de adoctrinamiento que merecen que se depuren… pic.twitter.com/P5r6l060MM
Asimismo, mandan un recado al president de la Generalitat, Salvador Illa, y a la consellera de Interior Núria Parlón: "Los hechos son lo suficientemente graves como para dedicarse a mirar hacia otro lado y dejarlo pasar", avisan.
Por último, Fernández ha anunciado que presentará una denuncia a la Fiscalía ante "estos delitos de odio y discriminación con la intención de acabar con este adoctrinamiento antidemocrático", espeta la formación en un comunicado.
El Ayuntamiento sale al paso
La alcaldesa Barnusell reunió a su equipo la noche del martes para atajar la polémica, a la que ha respondido con un escueto comunicado.
En él, el gobierno municipal sale al paso para "expresar su apoyo a los cuerpos de seguridad" y rechazar la actividad. El mismo texto aclara que "la corporación desconocía el contenido del mencionado acto y quiere transmitir que defiende firmemente los valores de la paz y la convivencia".
Por su parte, los organizadores han publicado un comunicado en el que lamentan "la interpretación" de la actividad y aseguran que "en ningún caso se ha querido ofender a los cuerpos de seguridad ni incentivar la violencia".