Varias mujeres, integrantes de la entidad CATAB (Cataluña Abolicionista Plataforma feminista), han protestado esta tarde, por tercer año consecutivo, ante las puertas de la sede de la ONU en Barcelona, en un acto de rechazo "a la actitud de abandono de la comunidad internacional" hacia las mujeres y las niñas afganas.

Después de que las fuerzas estadounidenses abandonaran Afganistán, proceso que se inició en mayo de 2021, y regresaran los talibanes, en agosto de ese mismo año, muchas mujeres han sido perseguidas y silenciadas por el régimen. Algunas, incluso, asesinadas.

Desde que los talibanes se hicieron con el poder, ni las mujeres ni las niñas afganas pueden ir al colegio o a la universidad, tampoco pueden trabajar o vestir como quieran, no pueden salir de casa sin ir acompañadas de un hombre y el deporte ha sido vetado para ellas.

"El burka nos tortura a todas"

Por todo ello, desde agosto de 2022, un año después de que los talibanes tomaran el control, las seguidoras de CATAB se reúnen a las puertas de la sede de la ONU y se manifiestan en solidaridad con la mujer y la niña afgana. En esta ocasión, y como ya es habitual, las manifestantes se han vestido con un burka para denunciar "la opresión y la violencia" que según ellas representa "este símbolo de la imposición patriarcal del islamismo". 

La abogada y activista feminista, Núria González, sin y con el burka puesto Cedida

Un tipo de "vestimenta", manifiesta la abogada y activista feminista Núria González, que "no solo se ve en Afganistán", sino que "muchas mujeres en Barcelona, especialmente en la zona del Raval, también están obligadas a llevarla". De ahí, que muchas de las activistas que han asistido a la protesta hayan decidido vestir el burka para sentir lo que sienten "sus compañeras" afganas.

De hecho, la manifestación ha estado encabezada por varias pancartas donde se podía leer: "el burka nos tortura a todas" o "talibán, cabrón, el velo es opresión". 

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