Verano es una estación en la que las tormentas son más propicias. No obstante, en los últimos años se observan que estas son más agresivas. Cuando se trata de precipitaciones, el granizo de gran tamaño se abre paso y causa una cantidad enorme de destrozos. Pero, ¿por qué hay tormentas con piedras más grandes?

Un estudio publicado este 2024 revela la causa. El cambio climático es el combustible perfecto para propiciar que las diferentes capas de la atmósfera actúen como una olla a presión. No obstante, quedarse con la idea de que el calentamiento global provoca estos fenómenos es, literalmente, observar la punta del iceberg. 

Precedentes

La emisión desmedida de gases de efecto invernadero provoca un aumento de la temperatura del aire. Pero este no es el único damnificado. El mar, al absorber estos gases, también aumenta su temperatura, especialmente en la superficie. Esta dinámica, adicionalmente, provoca un mayor aumento de la sensación de bochorno, con más humedad en el aire, la cual hace que la sensación térmica aumente. No obstante, esto tiene una influencia muy importante en las dinámicas atmosféricas. 

El estudio toma como referencia los eventos acontecidos en Girona en 2022, cuando cayeron piedras de hasta 12 centímetros de diámetro. En el documento se enfatiza que este evento fue "extremadamente raro", pero a su vez, "en una tendencia al alza". 

Condiciones

Las olas de calor no sólo afectan al aire. También afectan al mar. Esta se transmite al aire, sobre todo, en las capas bajas de la atmósfera. A medida que se aumenta la altura, la temperatura disminuye. No obstante, la temperatura va a acompañada de la presión.

Inestabilidad atmosférica por la diferencia de condiciones de temperatura y presión Martín et. al. · Geophysical Research Letters

La idea clave aquí radica en la inestabilidad que se produce en las diferentes capas de la atmósfera. Cerca del suelo hay mucha condensación, humedad relativa, grados de temperatura y presión. En 2022, la temperatura de Girona rozaba los 40 grados, mientras que a 11 kilómetros de altura, eran -10. Cuanta más diferencia de temperatura hay entre capas, mayor inestabilidad. 

Convección

Por una parte, está el aumento de las temperaturas en el suelo. Por otra, la inestabilidad entre capas de la atmósfera. Quedan por incluir las dinámicas. En el escenario de las tormentas, la convección es clave. Esta, a grandes rasgos, es el fruto de la inestabilidad. Además, cuando se trata de ambientes muy húmedos, las tormentas que se forman a gran altitud tienden a ser eléctricas, como las que se dan en verano. 

A medida que se han aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero, se ha creado un efecto de "olla a presión" en la capa baja de la atmósfera. Como resultado, las acumulaciones en las altas capas son más intensas. Debido a que hay ambiente mucho más denso en el suelo (más temperatura, presión y humedad, a su vez retroalimentadas por el calor que disipa el mar), la evaporación del agua se produce con mucha más energía. 

Resultados

Debido a que el agua evaporada sube con más intensidad y a capas más altas, donde hay condiciones más idóneas para la condensación y la formación de nubes, se producen perturbaciones a distancias más elevadas. Estas distancias más elevadas tienen temperaturas mucho más bajas de las que se presentan en suelo. 

Se crea, por tanto, un círculo vicioso. Más gases, más temperatura en el aire y en el agua. Más condensación, calor, humedad y altas presiones en suelo. Se incrementa la diferencia con las altas capas de la atmósfera y la convección se lleva a cabo con más energía. Y todo ello en una tendencia que ha ido al alza, por las emisiones de gases de efecto invernadero. 

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