¿Qué tienen en común el fondo del mar y un iPhone? En ambos se encuentran minerales claves para el correcto funcionamiento. Si bien, metales como el cobalto son necesarios para que una batería funcione, ahora se ha descubierto que este, junto a otros tantos, es capaz de producir oxígeno a grandes profundidades sin que sea necesaria la luz solar. Se trata de un descubrimiento que han llevado a cabo un equipo de investigadores liderados por el científico oceánico y profesor de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, Andrew Sweetman.

El hallazgo podría parecer contradictorio. Se necesita la luz solar para que se fabrique oxígeno gracias al proceso de fotosíntesis. No obstante, son los metales (cobalto, níquel, cobre, litio y manganeso) que están en el fondo del mar los que desencadenan reacciones químicas para producir este gas, necesario para la vida de los diferentes ecosistemas, no sólo el marino. De hecho, se sabía que la vida en la Tierra se pudo desarrollar gracias a los organismos fotosintéticos, pero ahora se ha encontrado el “eslabón perdido”, y que no depende de la luz solar. Una buena noticia, pero esto cambiaría uno de los escenarios del futuro más inmediato, y que podría desatar la próxima catástrofe climática a gran escala: la minería submarina. 

Extraer metales del mar

Ante las ambiciones de obtener recursos naturales de donde sea, la humanidad se plantea si extraer minerales del lecho marítimo es una buena idea. En la actualidad ya se extraen combustibles fósiles, sin embargo, arrasar los lechos provocaría daños inconmensurables en muchas partes del globo, que afectarían los hábitats naturales de miles de especies que habitan en ellos. 

No obstante, también podría provocar la liberación de ingentes cantidades de toneladas de gases de efecto invernadero que están retenidos bajo el subsuelo, haciendo que la curva de emisiones se doblegara en el sentido contrario en el que se lleva en los últimos años. Sería contraproducente y catastrófico a partes iguales que, si en los últimos veinte años se ha bajado la proyección de calentamiento global para 2100, de 4 a 2,5 grados Celsius de media, se volviera al punto de inicio, para acabar en otro punto de no retorno.

Nuevas predicciones de calentamiento global para 2100 Climate Action Tracker

La minería en España

La minería submarina es una actividad que no está regulada por ningún país. Por lo que tampoco la explotación está controlada de ninguna manera. Afortunadamente, según el informe más reciente de la plataforma The Oxygen Project, hasta 32 países se han sumado para proteger los lechos marítimos y evitar así la extracción de materiales. 

En España se presentó una moratoria en 2022. Por lo que contemplar el desarrollo de esta actividad está en pausa. Además, organizaciones ecologistas como Greenpeace o Ecologistas en Acción argumentan que el tirar adelante con la explotación de estos recursos sería “desencadenar la próxima catástrofe ambiental”. Por parte de la comunidad catalana, la Generalitat no ha hecho mucho énfasis en esta práctica, más allá de un informe publicado en 2023, sobre la gestión del espacio natural del Cap de Creus (Girona), en el que mencionan que “se pide a la Unión Europea la prohibición de actividades que puedan dañar el suelo marítimo, como la minería submarina o la extracción de combustibles fósiles en espacios naturales protegidos”.

Cap de Creus EUROPA PRESS

“Oxígeno oscuro” en Cataluña

Por una parte, el hallazgo. Por otra, lo que produce el fenómeno y cómo estas materias primas podrían cambiar el escenario global a nivel de medio ambiente y de cambio climático. Sin embargo, ¿es posible que en las costas catalanas se produzca oxígeno oscuro?

Aunque todavía queda mucho camino por investigar, por el momento se sabe que este oxígeno producido por los metales, se encuentra a más de 4.000 metros de profundidad, y en el Océano Pacífico. El caso del Mar Mediterráneo es peculiar, ya que las costas catalanas tienen unas profundidades máximas que oscilan entre los 200 y los 500 metros. Por otra parte, el punto más profundo del agua se encuentra en la Fosa del Calipso (Grecia). En ese enclave, la distancia entre el lecho y la superficie es de 5.210 metros. No obstante, aunque se cumpla la regla de que no incide la luz del Sol, debido a la profundidad, todavía faltan indicios científicos para conocer si zonas del Mediterráneo, podrían producir el gas en dichas condiciones.

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