Ni es un ladrón ni es un yonki. El joven tatuado con el que se ha topado el expresident catalán huido Carles Puigdemont al reaparecer en Barcelona tras siete años, y que ha dejado una fotografía viral, es un practicante de sadomasoquismo alternativo, orientado a "otras feminidades" y al colectivo LGTBIQ+. Aunque las redes sociales, sobre todo en X, lo han vinculado a la criminalidad o las drogas, el chico es parte de una comunidad de sexualidad "disidente". 

Lo han detallado los propios miembros del colectivo, que se llama Espacio Interdisciplinar Nos [ver web aquí]. En él se practica el shibari, que es el arte de explorar la intimidad, incluido el sexo, con el uso de cuerdas, como si de bondage o sadomasoquismo se tratara, pero con consciencia. 

Eso sí, la sala, unos discretos bajos situados en el número 6 del pasaje Sant Benet, por donde ha reaparecido el expresident, están dirigidos a feminidades "políticas", al colectivo LGTBIQ+ y a "comunidades y colectivos socioeconómicamente marginalizados". 

"Son discretos, pero inofensivos: tienen un gato"

Tras el paso viral de Puigdemont frente a Nos, los residentes de esta comunidad se mostraban muy sensibles. "No queremos hacer comentarios", han indicado en inglés en conversación con Crónica Global. Eso sí, han admitido que "han visto el follón" ocurrido pocos minutos antes de las nueve de la mañana. 

Otros vecinos, como Carme, que vive en el pasaje, no han visto al expresident, pero sí conocen el local de la fotografía viral. "Son absolutamente inofensivos. Hacen meditación alternativa con velas, siempre tienen la cortina corrida, pero no hay drogas ni criminalidad. Y tienen un gato precioso que se asoma a la calle", ha explicado. 

El 'hombre de la lija' es Fernando, venezolano

La caótica mañana del jueves en Barcelona ha dejado otra fotografía viral: Carles Puigdemont irrumpiendo en las calles de la ciudad mientras un hombre, despreocupadamente, lijaba un marco de cuadro. Este hombre es Fernando Adam, venezolano de origen que regenta el art studio El Almacén, también en Sant Benet.

Fernando Adam, el 'hombre de la lija' que se ha topado con Puigdemont CG

 

"Sí, ha pasado mientras lijaba un cuadro, que saco del taller a la calle para evitar las virutas. Antes, ha venido uno de los guardaespaldas, sin pistola pero con mochila, que se ha acercado a la tienda y me ha preguntado qué vendíamos aquí. Fue muy amable y se interesó por lo que hacemos". 

Fernando, el hombre de la lija, es venezolano de origen, y lo que pasó hoy en Barcelona le recuerda al régimen de Nicolás Maduro de su país de procedencia. "En la política, en toda, siempre hay gente que quiere perpetuarse en el poder. El que ha pasado por aquí hoy es uno de ellos. Maduro, otro".  

Nuevo mausoleo independentista

Andrea López, del estudio de reparación de cuadros Frames & Co, "ha salido por todos lados" al toparse con el fugado pasando por delante de su tienda sobre las 8:55 horas. "Llevo seis meses aquí, y venía a levantar la persiana, como todos los días", ha admitido. Está extrañada de "ser famosa por un día, como el resto de la calle". 

De hecho, el passatge Sant Benet, una bocacalle en forma de ele que entra a la calle Trafalgar, junto a Arco de Triunfo, se ha convertido en un mausoleo independentista. Grupetes de radicales han peregrinado al callejón tras terminar el acto político en la avenida continua. Algunos de los secesionistas han insultado a este medio al identificarse. 

"Lo habría invitado a un café"

Otros, más conciliadores, se han declarado "fans de Puigdemont y vecinos de la calle". Montserrat fue "apoderada de Junts" en las elecciones autonómicas de mayo tras ser "convergente toda la vida". "Mi marido ha ido al acto de Arc de Triomf, pero yo no, tenía cosas que hacer. Pero me parece genial lo que ha hecho". Es vecina del número 11 del passatge Sant Benet, y admite que si se hubiera topado con el fugado "lo habría invitado a subir, a tomar un café y a desayunar". 

La residente y activista tilda de "escándalo" que a los Mossos d'Esquadra se les haya escapado Puigdemont. "Quizá deberíamos recuperar a [Josep Lluís] Trapero, ¿no?", ha planteado a este medio. 

"Lo vi muy envejecido"

Mercè, por su parte, no es nacionalista, sino que prioriza la agenda social. "Yo sí lo vi esta mañana, cuando venía como cada día a hacer labor social a Parroquia de San Pere de les Puel·les. Lo vi muy envejecido, como pagando todos estos años que ha pasado fuera", ha lamentado. "Solo pasó, rápido y cabizbajo", resume. No le provoca ninguna reacción, pues ella prioriza otros asuntos. 

Joan, albañil de Solsona (Girona) que trabaja en la obra del número 7 del passatge Sant Benet, también ha visto al expresident. "Esto estaba pactado, no puede ser que se les haya escapado", lamenta. Él ha visto pasar al fugado de buena mañana, y no da crédito a la actuación de los Mossos. "Decían que estaban hasta en los tejados, pero en el tejado solo estábamos nosotros, trabajando", concluye en el parón del bocadillo. 

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