Cataluña está repleta de historia a nivel cultural y gastronómico. La comunidad cuenta con numerosos rincones con encanto, y algunos de ellos pueden sorprender (y mucho). Sobre todo, cuando se trata de tradiciones arraigadas. Si se mezcla la cultura y la gastronomía, con la historia y las tradiciones, hay un lugar en la provincia del Solsonès que lleva en marcha desde el año 1524.
Desde la recién estrenada Edad Moderna, hasta la época de los algoritmos, hay un establecimiento en la comarca del Solsonès que lleva en activo 500 años. Pero, ¿cómo se llama este restaurante? Es más, ¿cómo ha conseguido mantener las persianas abiertas durante medio milenio?
El restaurante más antiguo de Cataluña
El lugar se llama Hostal de Pinós, y se encuentra en el municipio leridano de Pinós, en la comarca del Solsonès. Se le considera como primer restaurante de Cataluña, ya que desde sus inicios, se dedicaron a la actividad hostelera. Pero no servían ni bravas ni vermús, sino que formaba parte de un monasterio.
Cuenta la historia popular que, para hacer frente a los costes del Santuario de Pinós, se decidió abrir un establecimiento que servía comidas para aquellas personas que estuvieran por la zona. En catalán, el nombre correcto de dicha actividad es parada i fonda, ya que el objetivo, precisamente, era parar, comer y hospedarse.
Hasta hoy
Lo que empezó siendo una posada de un santuario religioso se ha mantenido hasta hoy. Pero, ¿cómo ha llegado este negocio a la "era de los TikTok"? Uno de los puntos de inflexión fue el año 1836, 312 años después de que se pusiera en funcionamiento.
El motivo no es otro que la desamortización de Mendizábal, con la cual la orden eclesiástica que se encontraba en el lugar se marchó. Sin embargo, aunque el sitio ya no fuera de índole religiosa, se decidió mantener el negocio en marcha. Al fin y al cabo, funcionaba desde hacía más de 300 años.
En la actualidad
Desde 1836 hay que dar un salto de 166 años, hasta el 2002. El año que se despidió de las Pesetas dio la bienvenida a Maria Teresa y a Mònica, quiénes son las encargadas actuales. Desde entonces, madre e hija se han abanderado de la historia del lugar, y ofrecen platos de la cocina tradicional catalana.
Si hace 500 años, a los clérigos que llevaban el restaurante, les hubiesen dicho que acabarían teniendo página web y Google Maps, probablemente no hubieran entendido nada. Pero lo cierto es que el hostal goza de buena presencia en internet, y las reseñas de los clientes son muy positivas.