Pocas cosas dan tanto rabia como que no te escuchen. Uno empieza a hablar pensando que el interlocutor que tiene enfrente va a darle algún tipo de feedback y resulta que sólo está de cuerpo presente.

En castellano hay muchas maneras de llamar la atención a estas personas que no te escuchan. Esas personas los llamados “empanados” o “empanadas”, los que no se enteran de nada, aquellos que están “más allá que p’acá”. En definitiva, gente distraída.

Palabra polisémica

En catalán, por su convivencia con el castellano, también ha adaptado algunas de estas expresiones y las ha hecho propias. Pero hay otra manera de llamar la atención a estas personas que están sólo de cuerpo presente, pero que no escuchan, que están en otro mundo.

Además de ser unos empanados, se puede decir que esas personas han quedado “bocabadats” o “bocabadades” o incluso lo pueden estar. Esta palabra compuesta tiene dos acepciones y siempre en relación con aquello que dice su interlocutor.

Hay gente que se queda “bocadabada” o está así porque no se entera de lo que le dicen, se queda pensando en las musarañas, para seguir añadiendo expresiones, y no escucha. O sea, una persona que da rabia.

Claro que también ese interlocutor puede quedarse”bocabadat” ante aquello que le cuenta la otra persona. En este caso puede ser también que esté sorprendido, impactado, por lo se le ha contado o incluso por aquello que ha visto.

Término compuesto

Como algunos pueden deducir, el término está compuesto por dos palabras “boca” y “badar”. El nombre es claro, significa lo mismo que en castellano, el verbo es algo más complicado.

Badar es “abrir a lo largo, producir una hendidura”. Por tanto, ante el conocimiento de la acepción de esta palabra se puede deducir que una persona que está o se ha quedado “bocabadada” es que se encuentra con la “boca abierta”, entre sorprendida o “empanada”.

Claro que “badar” tiene otras acepciones más que hacen ver claramente porque se sabe que esa persona no te escucha. La palabra también significa abstraerse, encantarse mirando algo. Incluso, directamente, tener la atención distraída, no darse cuenta de lo que conviene, dejar escapar una ocasión.

Vamos que “badar” es lo que coloquialmente es “no catarse” de lo que pasa, no saber qué sucede o que se dice por estar completamente “en babia”, en otro lugar. En resumen, que esta persona no está escuchando.

De no atender a bostezar

En castellano esta palabra directamente no significa. Lo más cercano es “bada”, aunque claro, si se le dice a alguien se puede sentir ofendido, ya que es otra manera de llamar al rinoceronte.

“Badar”, en cualquier caso, también es la raíz de otra palabra que también es muy distinta en castellano, bostezo. En catalán este gesto es “badallar”. Y el origen de ambas las relaciona mucho.

Origen de "badar"

Como se ha dicho, “badar” también significa abrir algo a lo largo. De allí que si uno queda “bocadabat”, es que se queda con la boca abierta, algo que también pasa cuando uno bosteza, en catalán, “badalla”.

El concepto, como pasa a menudo, viene del latín, “batare”, derivado del término onomatopéyico bat, que es la especie de ruido que uno hace cuando abre la boca. De ahí nace además el derivado latino “bataculum”, y de allí viene tanto la acepción de “brecha” y el verbo “bataculare”, que ya en aquellos tiempos significaba “bostezar”.

Una expresión curiosa

Una última cosa. A pesar de que en castellano "badar" no se entiende. Es un concepto tan extendido en el día a día de un catalán que incluso se ha extendido a una expresión que se usa incluso en la carretera.

Cuando hay un accidente, obviamente, se generan retenciones. A veces, es porque se ha cortado la calzada, sí, otras puede ser que se haya producido el llamado "efecte badoc", es decir, el efecto de aquel que "bada", es decir, que se distrae, al pasar por el lado de la zona del accidente, reduciendo la marcha de su vehículo para ver qué sucedió.

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