El bebé cuyo nacimiento provocó las gravísimas agresiones al personal sanitario del Hospital de Terrassa (Barcelona) ha fallecido este martes en el Parc Taulí de Sabadell, donde fue trasladado. Según fuentes del centro hospitalario, el recién nacido no ha podido superar los "problemas irreversibles" con los que nació hace una semana.
Después de que la madre diese a luz, el neonato fue trasladado al Taulí en estado grave. Una semana después, y según ha podido confirmar Crónica Global, el personal médico ha decidido "desconectar" al bebé de las máquinas que le permitían seguir con vida.
Ninguno de los agresores fue detenido
Las complicaciones durante el parto provocaron la ira descontrolada de la familia de la madre, que irrumpieron a la fuerza en la sala de partos del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST) y provocaron violentos disturbios: agrediendo a los médicos y destrozando el mobiliario y el material de las salas donde otras mujeres estaban dando a luz.
Ante la violencia desmedida que estaban mostrando los familiares de la joven, todos ellos de etnia gitana, el Hospital de Terrassa se puso en contacto con los Mossos d'Esquadra, que se desplazaron, de inmediato, hasta el lugar de los hechos. Los agentes pudieron identificar a las personas que, presuntamente, participaron en el asalto, pero ninguno de ellos quedó detenido. Horas después del grave incidente, ninguno de los médicos heridos denunció los hechos ante la policía.
"Sensación de indefensión"
Por su parte, el comité de empresa del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST), presidido por el sindicato Metges de Catalunya, se reunió este pasado martes con el conseller de Salud en funciones, Manel Balcells, para analizar la situación.
El secretario general de MC y presidente del comité de empresa de CST, Xavier Lleonart, entregó a Balcells un manifiesto donde reclaman que estas conductas violentas no queden impunes y que las personas responsables sean "detenidas y puestas a disposición judicial".
Según el sindicato, el personal sanitario vive con una "sensación de indefensión" ante las frecuentes situaciones de tensión que se generan en los centros de salud, que "a menudo no tienen ningún tipo de consecuencia para los agresores".
El sindicato ha advertido de que las "agresiones verbales, faltas de respeto y amenazas" son diarias y se han "normalizado" entre los propios sanitarios, quienes, además, tienen la percepción de que denunciarlas "solo tiene consecuencias para los propios profesionales".
Dos incidentes en menos de una semana
Se trata del segundo incidente en un centro asistencial público catalán en menos de una semana. Antes, durante la noche de San Juan, otra familia intentó irrumpir en Urgencias del Hospital Josep Trueta de Girona donde habían sido ingresados dos residentes del barrio de Font de la Pólvora de la capital provincial heridos en un tiroteo. El encontronazo en el Trueta se saldó con dos agentes de los Mossos d'Esquadra contusionados.